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Sus labios son moldeados al gusto de su líder, tan suaves y húmedos.

El alcohol ha empezado a ser efecto, no les importan las miradas de los demás, son adolescentes hormonales y ebrios. Ambos están acostumbrados a tomarse con descaro, la combinación de sus feromonas siempre han sido sofocantes pero adictivas.

—No quiero ser el de abajo— habla entre besos, se coloca arriba del cuerpo ajeno, siente en sus palmas la rasposa arena pero sigue con sus besos.

—Yo tampoco

Ambos se detienen unos segundos a mirarse fijamente, amarillo y negro se mezclan;Kazutora mira confundió a su líder, ladea su cabeza en espera de una explicación.

—Supongo que hoy no se podrá— mustia Mikey un tanto molesto, está frustrado y su rut llegará en unos días.

Kazutora se acuesta a un lado del cenizo, liberando el cuerpo ajeno; ambos ven como los demás juegan en el agua y suspiran.

—Deberíamos buscar pareja, ya me estoy aburriendo de esto— su tono parece divertido, casi burlándose de la situación.

—No es mi culpa que no puedas soltar lubricante natural, estúpido alfa— contesta tajante el cenizo, ambos se miran y Kazutora sonríe irónico.

—Tu también eres un alfa, idiota, además tu tampoco sueltas lubricante. Siempre tengo que prepararme yo— infla sus mejillas en forma de puchero, Mikey pone en blanco sus ojos ante el reclamo de su amigo.

—¿Te gusta un omega?— Kazutora se sonroja ante la pregunta y evita contacto visual con su amigo, Mikey sonríe pues conoce demasiado bien a Kazutora —Ya veo...si consigues un omega me tendré que acostar con alguien más, que aburrido-

El silencio reina por unos segundos, Kazutaro hace un pequeño camino en la arena con su dedo índice mientras abraza sus rodillas. Siente su corazón teñirse de rojo, jamás le había gustado alguien y no sabe qué hacer al respecto.

—¿A ti no te ha gustado alguien? Siempre has dicho que odias las relaciones formales—

—Shinichiro me abandonó por irse con su pareja, no pienso hacerle lo mismo a Emma...menos ahora—

Hanamiya se queda en silencio, no es sorpresa saber la situación de Mikey y el rencor que le tiene a Shinichiro por dejarlo solo cuando apenas era un niño. Izana, Emma y Mikey fueron olvidados por Shinichiro, nunca les llamó o preguntó por ello, Emma solía llorar por aquella situación y el abuelo... bueno, él solo repetía una y otra vez que era culpa de Wakasa.

—¿Has escuchado sobre los predestinados? Creí que era un mito hasta que conocí a Baji y Chifuyu, esos dos estaban destinados a estar juntos, Hakkai y Mitsuya igual... yo también quiero algo asi— susurra y una sonrisa triste se forma en su rostro.

Mikey es capaz de notarlo, pese a la poca luz lunar que los alumbra, acerca su mano a la mejilla de Kazutora haciendo que este lo mire directamente a los ojos.

—No necesitas eso, nos tienes a nosotros, tu dolor es nuestro dolor. No lo olvides ¿Si?—

Ambos sonríen, sus ojos poseen un brillo que suele ser inexistente. Las horas pasaron, Draken fue el primero en salir del mar para tirarse en la fresca arena, el sol empezó a quitarle protagonismo a la redonda luna. Se escuchó el claxon de una camionera, Mikey maldijo al voltear y percatarse de quien era.

—Mierda— soltó el cenizo al ver como su hermano mayor se acercaba, era evidente que estaba enojado.

—Todos al auto ¡Ahora!— Kazutora y Draken quedaron impactados, la feromonas del azabache eran incluso más fuertes que las de Mikey. Tragaron grueso y obedecieron ¿Ese es el efecto de un alfa dominante adulto? Daba miedo.

The Sounds of love -Maitake-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora