↷ ·˚ ༘ omar courtz's fanfiction! 🇵🇷 :: ꒱
❛ Siempre me dice que no me de-
more, siempre le digo que no se
enamore. ❜
ˋ°•*⁀➷ EN DONDE Omar conoce a una chamaquita que no tiene nada que ver con su...
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˗ˏ 🧞♀️ [ " LANENA " ] 💞 *ೃ Narrado.
—Diantre... —el nene la miró tan sorprendido que ella no supo qué hacer en ese momento—. So... ¿Kyky?
Al escucharlo decir su nombre, su corazón se aceleró aún más por los nervios, todavía demasiado sorprendida de tenerlo frente a ella, tan cerca y con tanta claridad.
Esas cejas, esos labios, la barbita, los lunares... Kimberly frunció el ceño, quitándose de la puerta del baño para no estorbar a las demás personas - cada uno de sus movimientos él los siguió con la mirada, demasiado expectante.
Era demasiado obvio que lo conocía. Su cuerpo reaccionaba de una manera no común a su presencia, como algo de antes de aquel jangueo en Aguadilla.
—¿Tú y yo nos conocemos? —le hizo la pregunta de la manera más neutral posible, sin poder creer que con mejor visión el nene fuera aún más lindo.
Él alzó sus cejas como diciendo "¿Qué carajo?" y luego frunció el ceño, confundido. Algo dentro de él pareció herido, no supo si su emoción... O su ego, de nuevo.
¿En serio le había preguntado si lo conocía? ¿Tan ennotá estaba ese día que ni siquiera se acuerda de él? ¿Cómo carajo' no se va a acordar?
—Tanto tiempo que yo estuve como un psycho buscándote, por aquí, por allá... —Omar la miraba como un cazador a su presa, incluso su tono de voz había cambiado—. ¿Y tú no te recuerdas de na'?
—¿Buscándome? —Kyky no le quiso creer, prefirió sentir que era labia.
—So... ¿De na'? —él la miró expectante, esperando recibir una buena respuesta y no otra que lo hiriera—. Allá, en Aguadilla, en el party.
—Sí, claro, de eso me acuerdo —Kyky le sonrió como lo había hecho aquella vez en New York.
Omar clavó sus ojos en esos labios que lo habían vuelto loco desde la primera vez que los vio, en esa sonrisa que le daban ganas de tomarla del rostro y morderla hasta quitarse todas las ganas que tenía de hacerlo.
—Pero de lo otro no, entonces —ahora fue él el que sonrió, recordando que estaba en un lugar público—. Mera, ¿Quieres ir al balcón? Pa' acá puede venir cualquiera.