Prólogo

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Me encontraba sobre una hermosa pradera donde el pasto me llegaba justo sobre las rodillas, mi vestido de novia sobresalía gracias a las bellas plantas que adornaban el lugar. Trataba de bajarlo pero era imposible. El cosquilleo en mis piernas me hacían moverme y reír al mismo tiempo. ¿Dónde estaba y por qué me encontraba con mi vestido de novia? ¿Dónde está Jonghyun? ¡Oh por Dios! ¡Jonghyun era mi esposo! ¡Sí! Ahora era la señora Kim. Recordar ese momento me emocionaba. Ver mi mano izquierda adornada con los hermosos anillos que me había puesto Jonghyun cuando me propuso matrimonio y por supuesto el día de nuestra boda. ¡Me ama, Jonghyun realmente siempre me amó a mi! Dejé de ser su mejor amiga para pasar a ser su esposa.

Di pequeños brinquitos al recordar cuando dijimos "acepto" chillé de la emoción.

— ¡Zoe!

Escuché la voz de mi esposo cerca de donde yo me encontraba. Necesitaba abrazarlo, decirle cuanto lo amaba y besar esos deliciosos labios.

Jonghyun estaba enfrente de mi con su traje de novio. Estiró su mano y con el pesado vestido y el pasto como obstáculo, corrí hacia donde estaba él.

— ¡Jonghyun! —grité emocionada dando grandes pasos tratando de avanzar lo más que podía.

Faltaban centímetros para poder tocar su mano cuando caí sobre el pasto, Jonghyun no estaba, desapareció justo cuando estaba por agarrarlo. ¿Qué rayos estaba sucediendo?

Sentí caer, cerré los ojos por el miedo. Al abrirlos me di cuenta que ya no me encontraba en aquella pradera, ahora estaba en la oficina vestida como si fuese un típico día de trabajo.

La comisura de mis labios se levantaron, Jonghyun estaría en su oficina, mi sexy esposo trabajando arduamente como siempre lo hacia.

Alisé mi falda y me acerqué a la puerta para abrirla e ir corriendo a su lado, sentarme en su regazo y besar todo su rostro diciéndole lo mucho que lo amaba sin miedo a nada.

Antes de girar el picaporte escuché unos gemidos provenientes del lugar ¿Qué ocurría? ¿Estará Jong lastimado?

Lo curioso de todo esto es que no era su voz, los gemidos provenían de una mujer.

Abrí desesperada la puerta. No era la oficina de Jonghyun. Ahora estábamos en el departamento y justo en la recamara que ahora era de los dos.

Sentí mi pecho doler al verlo sin ropa y con una mujer sobre su regazo. La chica estaba desnuda y agarraba su negro y largo cabello para pasarlo por su lado derecho. Se inclinó para besar el cuello de Jonghyun. El rostro del que esperaba fuera un esposo fiel estaba demasiado excitado como para darse cuenta de mi presencia.

— ¡Kim Jonghyun! —grité eufórica y con lágrimas en el rostro.

No me escuchó, ni siquiera notó que estaba ahí presenciando su infidelidad a días de habernos casado.

Jonghyun pasaba sus manos por todo el cuerpo de la chica, las bajaba y subía con una desesperación inhumana. Se levantó y atacó los labios de aquella mujer mientras acunaba con sus manos el trasero de la chica y la pegaba más a él. Ella inclinó la cabeza soltando un gemido, fue ahí que me di cuenta quien era.

— Te amo, te deseo, maldita sea eres tan...—las palabras de Jonghyun golpeaban mi corazón cada segundo.

— No sé porque te casaste con aquella chica. Tenías todo conmigo Jong, siempre te he amado y bueno... estos momentos son los que más me gustaban.

— Me arrepiento de estar con ella, es demasiado aburrida ¿creerás que aún es virgen? —bufó— chicas como esas no deben de siquiera enamorarse. Me tiene harto, no deja que la toque.

A change of plansDonde viven las historias. Descúbrelo ahora