Capitulo 17

23 4 2
                                    

Pasado

Vanesa subía corriendo las escaleras de su casa luego de ver en el estado que se encontraba  su cuñado, sabía que tenía que ir en busca de su marido, aunque el estuviera descansando y recuperando fuerzas, le dolía que su marido estuviera enfermo, y que delante de su hija se mostrara fuerte, agotando sus energías jugando horas y dedicando su tiempo para hacer feliz a su niña dorada. Pero al ver el estado en que llegó su cuñado y encontrarlo llorando en el patio de su casa le hizo correr en busca de la única persona que sabría contenerlo.

_ Amor lo llamo ella entrando a la habitación, amor despierta tu hermano está aquí y está muy mal, está llorando y pidiendo perdón.

_ Alejandro abrió sus ojos al escuchar a su esposa llamarlo preocupada, levantándose con cuidado por qué el dolor que sentía era horrible, salió junto con su esposa a ver qué era lo que le pasaba a su hermano y que hizo a su mujer preocuparse, llevaba dias siguiéndolo con ayuda de su amigo y también cuñado. Sabía que, gracias a la presión ejercida por sus padres, Félix cayó en un agujero negro, a ello también aplicaba agregar la muerte de su novia junto a su hijo. Y claro sus miserables padres en vez de mostrar empatía por su hermanito lo jodieron más y más en un trabajo que él no quería, lo que lo llevo a perderse más y convertirse en un maldito ludópata y la mujer garrapata esa que se obsesiono con él, lo ayudaba a perderse más.

_ Pero antes de irse recuperaría a su hermano, lo sacaría de esa vida que por el dolor se refugiaba en ella, esa no era la vida que él quería para su hermano. Y antes de morir tenía un último favor que pedirle, lo necesitaba en sus 5 sentidos para confiarle la seguridad y protección de su pequeña parlanchina, su amada mujer no iba a poder sola cuando el muriera, y su madre quisiera poner sus garras en lo que él iba trabajado para su dulce niña y su amada reina. Le habían dado un año de vida, y en ese tiempo acabaría todo para él, si no era antes, pero ese era el tiempo que tenía para disfrutar de sus mujeres y sacar a su hermano de esa vida, apartándolo de esa garrapata que no era para nada buena compañía.

_Me maldecía, me odiaba y a todo lo demás; este no era yo, malditamente no era yo. Fui feliz viajando y conociendo lugares, concretando negocios para la empresa en diferentes países, pero mi vida cambio ese día que mi padre me llamó y me cedió el control de las empresas, porque según él, mi hermano era un bueno para nada, que había embarazado a una mujercita sin clase y se fue con ella, y no siguió con la presidencia de las empresas.

Esa fue la primera noticia que llegó a cambiarme mi vida. Adoraba a mí hermano, pero en el fondo de mi alma le tenía un poco de resentimiento porque él era el favorito de papi y mami, y yo bueno, yo era el que buscaban como la segunda opción. Por eso cuando mi padre me ofreció llevar el cargo en la empresa me sentí un ganador que sin rechistar acepto lo que mi viejo me ofrecía, sin saber que ese ofrecimiento era el comienzo y el camino equivocado en mi vida.

Emiliano muchas veces me dijo que no estaba preparado para cargar con una responsabilidad empresarial de esa magnitud, y que mis padres no iban a tener piedad conmigo para sobrecargarme de trabajo, que me iban a separar de mi novia como lo querían hacer con mi hermano y no pudieron.

No creí en esa advertencia y meses más tarde me di cuenta que tenía razón, me sumergí en un mundo que no era el mío; trabajo, trabajo y más trabajo; así descuidé a la persona que era todo para mí y cuando la perdí fue que supe que llevaba un hijo mío en su vientre. Por tonto, por seguir las demandas de mi padre ellos se fueron, y más nunca voy a tenerlos, la vida se encargó de quitármelos de la manera más cruel sufrí, y lloré. La última rosa que le regalé fue en una urna, la última cita que tuvimos fue el camino a un cementerio; ese día me negué apartarme de su tumba llorando como un niño, pidiéndole perdón por no estar para ellos; Emiliano fue el único capaz de sacarme del lugar. Luego obtuve una golpiza al día siguiente por el guardaespaldas del anciano de mi padre, por qué según él un empresario de mi nivel no podía estar de maricon llorando en cementerios, y a mi madre a la semana siguiente la tenía presentándome mujeres que según ella si estaban a mí nivel, que no iba a permitir que la historia de mi hermano se repitiera, no respetaron mi duelo ni mi dolor, y poco a poco eso fue lo que hizo apartarme de todo y volverme en una porquería que no soy.

Imposible Amarte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora