Capitulo 19

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Anahera Malyshev.

Empatizar, socializar con las personas no es lo mío, y ahora he creado una adicción más grande. Gracias a Draven, los libros.

Fue lo primero que ví cuando se fue, me rei de forma nerviosa y diablos todavía no me lo creo, hay al menos. Cincuenta libros, todos mis favoritos, y en físico. Solo algunos son diferentes a él tipo de libros que suelo leer. En realidad son libros eróticos no sé si lo sabía o los eligió a la deriva.

La puerta se abre y coloco los envoltorios encima del libro que sostenía en mis manos, al menos los que estan abiertos son libros sin ninguna parte explícita.

—¿Te gusto tu regalo? —asiento apretando los labios, Ethan se ríe y yo me sonrojo—. En mi vida jamás pensé en acompañar a Draven a una librería, pensé que en su vida leerá un libro.

Si, yo también lo pensé, y me da risa pero ternura que solo por mi compro los libros.

—Concuerdo, teníamos los mismos pensamientos.

—¡Mami! —la puerta se abre de inmediato, su figura se ve entrar apresurada corriendo hasta mi.

—¿Que sucede, Cris? Te deje durmiendo —se agacha hasta su altura, examinando sus brazos que tienen unas pequeñas marcas rojas.

—Hay un señor, me quería llevar. Hendrick no esta y tampoco papá —sus ojos se llenan de lágrimas, que de forma rápida caen por sus cachetes poniendo sus ojos rojos.

Ethan sale apresurado cerrando la puerta y hablando tan rápido que casi no se le entiende. Estoy asustada ¿a quien se le habrá ocurrido la maravillosa idea de entrar?, localizo mi celular, cargo a cristal limpiando sus lágrimas tratando de calamar la. Estoy apunto de caer junto con ella en llanto, con los ojos aguados agarro el celular, lo estoy desbloqueando cuando se empiezan a escuchar gritos y algo extraño, juro que si no muero hoy. Nunca fui tan salada.

El pitido constante suena Cris está tapando sus oidos con sus manitos, llorando en mi cuello.

—Vamos Draven —me muerdo el labio cruzando al otro lado de la cama.

Mis oídos son perturbados por más gritos, un dolor punzante atraviesa mi cien.

—¿Anahí? —gracias al cielo.

—Ethan, él. ¡Ay Dios! —mis palabras no salen, Ethan entra lleno de sangre asustando nos a más no poder.

—Dile que necesito que venga ya, no importa que esté haciendo —asiento y sale de nuevo pero está vez pone seguro antes de salir.

Su voz está llena de preocupación, vuelvo a poner el teléfono en mi oreja.

Llego en dos minutos, escondan se en el baño. En la mesa de noche hay un arma usala en caso de ser necesario —corta y busco lo que dice.

Más es mi sorpresa cuando me encuentro un arma color negro con inscripciones doradas, DS  que según yo significa Draven Sokolov. Ay este hombre algún día de verdad me va a matar. La agarro con miedo pero asegurándome que tenga el seguro. No deseo el mal a nadie, pero al que se le ocurrió entrar ojalá y se muera.

No he entrado al baño cuando la puerta de forma inesperada, es tumbada al suelo. Me quedo paralizada sin voltear, Cristal se extremese. No volteo, me siento angustiada, por lo que quiero reírme pero me controlo. Siento una mano en mi hombro, está llena de sangre.

—Ay mamita santa —me desespero sin saber si moverme o no hacerlo.

—No hay peligro —me desesperó aún más cuando me volteo.

Me muevo demasiado por el cuarto viendo la puerta en el suelo, alzó una ceja. Me siento frustrada al no poder demostrar mi estado de ánimo de alguna manera.

—Si me vas a matar que no sea de un susto, Draven.

Dejo a Cris en la cama, limpiando sus lágrimas, y tratando de calmarla.

—Nos vamos en media hora a Rusia, nos vemos en dos minutos en la sala.

Sale de la habitación, me apresuro en recoger lo que puedo y asegurarme de guardar todos los libros en una maleta, paso por el cuarto de Cristal con la mayoría de mis cosas, solo faltan las suyas.

—Solo me llevo a cocoa —corre a agarrar al gran peluche que le regaló Draven.

Sonrío cuando me entrega al perro, agarra mi mano caminando fuera del pasillo hasta llegar a la sala. Ethan entra un poco después al igual que Hendrick. Draven entra un poco más tarde, limpia por completo. Carga a Cris y emprendemos camino a la salida.

Al parecer estoy más traumada yo que Cris, ella habla y habla y hace rato está llorando pero yo por mi parte parezco estar mas en el otro mundo que aquí en la tierra.

Ethan intenta hablar y decirme algo, solo cuando dice chisme, mis sentidos se activan.

—¿Que sucedió? —susurro, Hendrick maneja, Draven va del lado del copiloto y Cris en su asiento a mi lado.

—Nada, toma. Esto lo dejo alguien para ti —me da una barra de mi chocolate favorito, se quien fue ese alguien.

—Gracias y la próxima vez que digas que tienes chisme y en realidad no es nada le digo a Hendrick que pare para dejarte a la mitad de la carretera.

—¡No! Me van a decir después, como un perro muerto abandonado en la carretera —se exalta, pero cuando Draven lo mira mal se calla—. No me hagas eso, y Hendrick no sería capaz.

—Si es una orden directa no la puedo rechazar, Ethan —se pone de mi lado dandome la razón.

—Deshonra —se pone a cantar fingiendo llorar.

—Desgracia —le sigue el juego Cristal, y cuando mira a Ethan sus miradas chocan esperando cantar juntos.

—Y en sus ojos se ve la maldad —chocan sus manos riendo.

Siguen cantando canciones infantiles, los acompaño en coros partes de las canciones que conozco, gracias al cielo llegamos al aeropuerto.

—Menos mal no fueron cantantes, su carrera hubiera fracasado antes de empezar —se baja dejando a un muy ofendido Ethan mirando a todos buscando una afirmación que recibe de Hendrick quien baja igual.

Agarro a Cris saliendo, el se baja un poco después refunfuñando a nuestras espaldas, Hendrick carraspea parándose frente al piloto dándole indicaciones, no se ni para que veo esa escena si igual no entiendo ni por lo hace.

Estando dentro del jet está vez me siento con Cris y Ethan.

—El extraterrestre está molesto —se ríe.

—Concuerdo, necesito la razón exacta de su mal humor.

—Ni le preguntes, papá siempre anda de mal humor.

—Es cierto pequeña pero está vez hay algo que no cuadra —asentimos examinando la cara de Draven.

—Le falta diversión.

—Y mucha.

—¿Fiesta de disfraces? —propone Cristal aplaudiendo.

—Sí.

—Surprise —nos reímos de él, sus manos lo señalan y lo mira mal—. Me va a matar algún día pero mientras, me toca disfrutar mientras pueda.













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Información: se ha creado un especial, será publicado mañana. Temprano, luego de eso se publica el maratón de capitulos.

Sobre las actualizaciones, será un poco menos regulares pero igual de constantes, serán diarias pero puede que allá un día en el que no se publiqué el capítulo. Por lo que quedarían dos capitulos para el día siguiente. Eso es todo, disculpen los errores ortográficos.

Nos leemos luego. 🤗

–Vicky.

En la misma habitación que el Diablo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora