Antes de empezar el capítulo es necesario que lean está advertencia. Más adelante el capítulo contará con unas cuantas palabras y pocas acciones +18. No afectará en nada la historia si deciden saltarla.
Anahera Malyshev.
Laina me está cepillando mientras Draven está vuelto loco preguntando quién es Andrés. Laina se rió un rato, por los celos de Draven sin fundamento.
Cronos gruñe cuando intenta acercarse como mi chocolate, saboreando cada parte y fingiendo demencia. Se calla un rato, suspira frunciendo el entre cejo. Laina esta por terminar cuando la puerta de la habitación es abierta, la risa de Cris llena mis sentidos, haciéndome sonreír. Corre hasta Draven quien la carga cuando está frente a él.
Ethan entra poco después, haciendo sonidos extraños. Me río suave.
—Mejor te hubieras disfrazado de zombie —muerdo mi chocolate tratando de contener la risa.
—¿Por qué?, mamá dijo que me veo bien.
Su cara es un poema, Draven se va a sentar en el otro extremó de la cama, es seguido por Cronos, quien lo huele. Un poco extrañado por su repentina cercanía deja que se acerque un poco más. Cristal mira al perro con sus ojos brillando.
—Porque no tienes cerebro —saca su lengua de lado.
Me carcajeo pero de inmediato me calló cuando siento un bajon. Me da miedo siquiera moverme. Estática en mi puesto muerdo con miedo mi chocolate, cuando Laina termina. Draven empieza a sacar a todos de la habitación, le entrega Cris en los brazos de Laina quienes son seguidas por Cronos fuera de la habitación.
Cuando están todos fuera, Draven cierra con seguro la puerta me da miedo. Pero mantengo mi rostro sereno, intentando con mi mayor fuerza de voluntad no mostrarme vulnerable.
—Ahora sí, me vas a decir quién es Andrés —se acerca con cautela—. Y no es pregunta, Anahi.
Me dan ganas de llorar por su tono brusco, las lágrimas se acumulan en mis ojos, no dejo de comer chocolate, apresura su paso hasta estar frente a mi, no rechazo su tacto en mis muslos. La primera lágrima rueda por mi mejilla desencadenando que las demás salgan hasta dejarme llorando sin reparo.
—Me llegó el periodo —no dejo de comer cuando lo digo por lo que es difícil entenderme—. Se le llama Andrés, porque viene cada mes.
Sus grandes dedos limpian bajo mis ojos, deja un beso en la comisura de mi labio.
—Ni una lágrima puede correr por tu rostro angel o todo el mundo sufre por qué tú lloras. Y más si es por mi.
Me río por lo que el ante mi cambio de humor repentino se confunde.
—Tendras que acostumbrarte.
Me levanto con cuidado suspirando antes de pasar mis manos por mi tracero, fingiendo limpiarme. Cuando no siento nada camino con más confianza al baño, mirando mi reflejo en el espejo. El crop top deja a la vista mi pancita, el maquillaje está un poco corrido. Dracen entra un poco después colocándose a mis espaldas, acariciando mi cintura, nuestro reflejo en el espejo se ve bien, deja un beso en mi cuello para luego ir subiendo hasta mi oído, su respiración choca contra esa parte, su mirada está clavada en mi reflejo, atrapando mis ojos al instante, mentiría si dijera que el color de sus ojos no me atrae. Detengo el movimiento de sus manos colocando las manos encima de las suyas.
—Esto es, angel. El diablo le gusta cuando los demás sufren, pero tú, eres la excepción de todo aquello carnal —deja un beso detrás de mi oreja arrebatando de mis labios un gemido leve.
Habla en ruso y por lo poco que puedo entender es que según el soy de él. Me agarra de mis hombros dándome la vuelta y al estar frente a frente me besa, duro. Arrebatando los pocos suspiros de oxígeno, mordiendo mi labio, juega con mi lengua explorando cada parte, me quedo sin aire. Nuestras respiraciones se mezclan, sonríe a medio lado.
—Tenemos una fiesta a la que asistir —me separó un poco, pasando por su lado limpiando un poco el maquillaje corrido.
Abro la puerta de la habitación y la música se escucha alta, Cronos sube corriendo y más atrás viene Cristal, los dos se paran en seco, agarro la mano de Cris para bajar la escaleras.
Ella habla pero no la escucho, la cargo para llegar a oír sus palabras.
—Llegaron, lo están esperando. El tío está contento.
—Si el no lo está quien lo estaría tanto como el.
Nos reímos, terminando de bajar las escaleras. Ethan nos intercepta llevándonos a la cocina pasando por toda la gente que se aparta al ver que Cronos va delante de nosotros.
—Anahi, querida —la mamá de Draven se acerca a mi, dando un beso en cada una de mis mejillas.
El padre de Draven me da la mano, la cual acepto gustosa, Susana nos da un poco de fruta picada y a la mía le pone chocolate.
—Gracias, Susi. Por eso te amo —le lanzo un beso y todos rien.
Voy a agarrar una cuchara dispuesta a degustarla.
—Es demasiado chocolate por hoy —retira de mi vista el plato.
Le doy un sape y devuelvo el plato a su lugar, dando la cucharada tan especial para mí.
—Anahi —su tono de advertencia me hace mirarlo mal.
—¿Qué? Mejor cállate y déjame disfrutar de esto —suspira rendido ante mi altiveza.
Miro la cara de todos cuando me hace caso, su madre está sorprendida. Laina ni se diga, Susana hace que no ha visto nada, Ethan se ríe fuerte.
—Esa si es una mujer —dice su padre riendo, se atraganta un poco con lo que está comiendo.
Termino mi plato en silencio, la vergüenza me consume, le doy una última cucharada a Cris para dejarla en el suelo y que juegue con Cronos. Quien lame su cara, ella ríe y se tapa.
Draven espera a que me levanté y salga a la sala junto a todos los invitados. Me agarra de los hombros y acerca su boca a mi oído.
—Ya muero por verte en la cama está noche...
—Callate o duermes con Cronos.
Deja de hablar pero de forma sutil, agarra una de mis nalgas y la aprieta. Nos sentamos en el mueble que está frente al ventanal, su mano se acerca a mi muslo acariciándolo, subiendo y bajando llegando a mi sexo. La mini falda fue una mala idea. Ethan se sienta frente a nosotros.
—¿Repetimos lo de Inglaterra?
—No, ¿Y si está vez hacemos la de que paso ayer? —me río nerviosa, por la repentina invasión de los dedos de Draven. Me da un poco de asco que a pesar de saber que tengo el periodo tiene sus dedos dentro.
—Esa está mejor, ya hablé con mi mamá y cuidara a Cris, se la llevará unos días —alza sus cejas para luego bajarlas
—Tenias todo preparado.
—Siempre.
Información: el otro cap queda para mañana. Contando todo serían cuatro capitulos para mañana.
Nos leemos luego, nenes.
Los quiere.
–Vicky.
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En la misma habitación que el Diablo
De Todo-Cuidado, no es mala persona. Pero no sabe amar -fue esa su advertencia pero me deje llevar por el color tan raro de sus ojos. Cada palabra que decía la guardaba en una bóveda. No fue la única advertencia que me dieron pero igual caí por el. Ahora...