Toji en Kimetsu no Yaiba [Toji x Demon Slayer]

Capitulo 8

-(Bastardo) Pensó. El hombre que apenas podía mantenerse en pie le había provocado un susto gigantesco.
Aunque sus instintos no le advertían de peligro, su falta de presencia lo volvía sospechoso.

—¿Tu eres quien vino con Tomioka, no? —Pregunto,  dando un paso al frente.

—¿Te refieres a ese tarado? —Señaló al azabache, quien permanecía en el suelo sin poder respirar.

-(Incluso cuando lo veo me cuesta percibirlo) Pensó. Algo estaba mal en aquel moribundo, de hecho todo estaba mal en el.

—Precisamente... —Dijo, observando su alrededor. Notando sangre y restos humanos por todo el lugar.

Su expresión no había cambiado para nada, mantenía su calma al hablar, incluso cuando noto los restos que quedaron de dos de sus cazadores.

Volvió la mirada hacia Fushiguro, haciendo un gesto con su mano.

—Todos los presentes salgan de aquí —Mencionó, dejando sin expresión a todos —. Yo me encargo de solucionar los problemas.

Las decenas de personas que habían acudido al lugar solo intercambiaban miradas, perplejos por lo dicho.

—Pero... —Dudo un cazador —. Patrón, ¿Esta seguro de eso? Nosotros podemos encargarnos...

—¡Así es! —Dijo otro, atrás del último en hablar —. El señor Sanemi está aquí, y está completamente sano.

—Debemos vengar a nuestros compañeros —Dijo otro.

Fushiguro solo escuchaba la conversación con una sonrisa en su rostro, fascinado por la ignorancia de aquellos piojosos con Katana.

—¡Ese bastardo sigue riéndose de nosotros! —Dijo un cazador, harto de que Fushiguro se burle de ellos.

Pero Toji solo lo ignoro, concentrado en algo que le llamaba la atención.

-(Siguen llegando) Pensó. Dándose cuenta que ahora el número de personas había incrementado rápidamente.
No solo era eso, todos parecían ser simples humanos sin energía maldita.

Saliendo de sus pensamientos, notó que en el cielo la actividad era bastante recurrente. Por lo que alzó la mirada, para darse cuenta de la gran cantidad de cuervos que daban giros por todo el perímetro.

-(Con eso se deben comunicar) Pensó. Y esta práctica le recordó a una cierta hechicera de primera clase. -(Mei Mei) Recordó.

—Entiendo sus razones —Dijo el Patrón de los cazadores —. Pero debo manejar esto de otra manera, retírese y atiendan a sus compañeros pilares.

Nadie sabía que hacer, todos se miraban entre si. Lo que pedía era dejar pasar por alto lo que hizo Fushiguro, y su Patrón lo estaba permitiendo.

—Debemos irnos —Dijo, quien había permanecido paralizado hasta ese momento —. No hay nada que podamos hacer.