– Ahí está. No puedo creer que te lo cedí – comentó Seonghwa con fingido asombro – es indescriptiblemente sexy – me dio un suave empujón para alentarme, al tiempo que arqueaba una de sus cejas – Será mejor que lo pruebes entero porque si no, te mato, acobardarse no es una opción.
Me quedé varios metros alejado del bar, medio escondido detrás de Seonghwa para estudiar con disimulo al barman. Sus palabras no me alteraron.
– Es probable que su interés en mí o, mejor dicho, su falta de interés, puede llegar a jugar un papel importante en el asunto.
– Bromeas, ¿verdad? – dijo mientras volteaba para echarme un vistazo.
– Te ves genial esta noche, definitivamente mejor que muchos aquí cubiertos de adornos que se sacuden alrededor de él. Tienes algo que ellos no.
– ¿Ah, ¿sí?
– Sí. Tienes... – hizo una pausa para encontrar la palabra – como... una frescura.
Me avergoncé como si me hubiera dicho "chico bueno". Al parecer no podía quitarme el apodo. El barman (debía averiguar su nombre) tenía puesta otra camiseta con el nombre del bar. Esta era de algodón gris claro, con las letras en azul que le atravesaban el pecho. Como en un sueño, me vi vestido solo con eso, envuelto en su aroma. Envuelto en él.
Hice un esfuerzo y borré la retorcida imagen de mi mente. Probablemente cada que se acercaban a él tenían esa fantasía, junto con muchas otras escenas que no era necesario que me las imaginara. Ese pensamiento me hizo sentir poca cosa.
De alguna manera tenía que sobresalir, y no estaba para nada convencido de que lo lograra mi frescura. Se veía tan bien como lo recordaba. Mejor. Tenía un físico hecho para el pecado y un rostro demasiado masculino como para ser hermoso. Con solo verlo, algo en mí respondía. Me hacía sentir frágil, como sin huesos, muy tembloroso.
– Acobardarse no es una opción – me repetí, resuelto, con la decisión quemándome por dentro, impidiendo que volteara y escapara de allí.
Estábamos solo los dos hoy. Yeosang había salido con Hyun.
– Ok –ordenó Seonghwa – Creo que hemos estudiado el panorama lo suficiente. A la carga.
Al escucharlo, entré en pánico.
– Hay mucha gente...
– Todas las noches hay mucha gente. A menos que prefieras acosarlo un lunes. Y eso suponiendo que trabaje los lunes.
– No. Basta de esperar.
– Vamos, entonces. Tendrías que sentirte bien. Estás espectacular.
Miré hacia abajo. Yeosang me había prestado sus jeans. Me quedaban demasiado ajustados, pero Seonghwa dijo que, de eso, justamente, se trataba. Tienes curvas perfectas. Muéstralas.
La camiseta también era de él. En varios tonos de anaranjado y amarillo, tenía un estilo vaporoso y bohemio. Seonghwa juraba que combinaba con mi cabello. El escote era amplio, y cada vez que lo subía de un lado, dejaba el otro hombro al descubierto. Que era el efecto buscado, según Seonghwa.
A medida que avanzábamos hacia el bar, mi amigo me dio un empujón para que yo quedara delante de él. Había solo tres personas atendiendo la barra y nos aseguramos de aproximarnos hacia donde estaba trabajando él. Observé cómo vertía cerveza en una jarra, admirando cómo se contraían sus bíceps. Levantó la vista y sus ojos recorrieron el bar. Evaluando, estudiando a los que estaban allí, ¿consideraba las posibilidades de que hubiera problemas? Esos ojos negros pasaron sin detenerse sobre mí, antes de volver de inmediato.
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Juego Previo - Sanwoo
FanfictionLo que comenzó como lecciones de atracción está poniendo de cabeza sus mundos, mostrando justo lo que puede pasar cuando vas más allá del juego previo y llegas a lo que es real... Trilogía: 📍Juego previo - Sanwoo 📍Provocador - Honghwa 📍Salvaje...