Cartas para Tore

La forma de no arruinar la amistad

Oso polar:

Nuestra amistad puede que no tenga la sustancia que tiene la verdadera amistad... Pero yo te quería mucho, incluso si no hablábamos tanto, me importabas.

Al inicio de esta amistad, después de años, cuando ya habíamos madurado, más o menos, y yo estaba saliendo de esa historia de amor que terminó por convertirse en una historia de terror, todo lo que quería era poder estar solo un poco más cerca de ti, como ocurre en la verdadera amistad.

Pero mis sentimientos por ti simplemente tomaron fuerza y al final, casi me ahogaron.

Nunca he sido una mujer valiente en lo que concierne a los asuntos del corazón... Y erróneamente imaginé que guardarme todo esto y fingir que nada pasaba era la forma de no arruinar la amistad que ya habíamos formado... Mantuve mi distancia.

Ese día en el cine...

-Me gustabas en la primaria... Me gustabas en la secundaria... Me gustabas en la prepa...

Esas palabras que salieron de tu boca... Realmente me abrumaron en ese momento.

Te silencié por temor a que pudiéramos arruinar la amistad que nos había costado años y trabajo forjar, no quise escucharte más, no pude escucharte más.

Los sentimientos dentro de mí, que, a diferencia tuya, no pude confesar jamás... Esperaba que se disolvieran por sí solos algún día.

Ya lo sé, puedes criticarme llamándome cobarde, infantil y patética... Porque la realidad es que lo soy.

Me ha tomado todo este tiempo, todo este silencio, todas estas malas elecciones para al fin darme cuenta, tener la certeza de que... Nunca podré adivinar lo que sientes, y de que no sirve de nada intentar algo tan ridículo, no funciona hacerme mil historias en la cabeza... La única forma de llegar hasta a ti es hablando.

La única forma de resolver todas mis dudas es preguntando.

No intentando interpretar señales que tal vez nunca estuvieron ahí, no buscando la forma de que las estrellas responda por ti, cuando seguramente, tú no le cuentas tus secretos a ellas.

Ya es demasiado tarde para intentarlo, lo sé, tendré que vivir con ello... Fui una estúpida por pensar que no hablar de mis sentimientos, fingir demencia, y pretender tranquilidad eran garantía de que nada cambiaría entre nosotros.

Fui una estúpida por aferrarme a mantener esta amistad.

Al corazón solo se puede llegar con honestidad... Y yo elegí lo contrario.

No debí preocuparme tanto por un asunto tan equivocado como ser tu amiga... Porque la honestidad nos estaba separando... Y si la honestidad nos separaba... Era obvio que tarde o temprano este vínculo basado en silencio y migajas se rompería.

Asumí erróneamente que sabía exactamente cómo te sentías, que también priorizarías la amistad por sobre lo demás.

Perdóname por ello, perdóname por no hablar nunca... Hasta ahora...

Seguramente tú también querías saber cómo me sentía.

Lamento todo lo que tuviste que tolerar de mí...

No te culpo por irte... En tu lugar... Yo habría hecho lo mismo.

Amigo mío... Ojalá algún día encontremos la forma de perdonarnos.

Honestamente: Oso Polar.