El Emperador 🔞Yoonmin

Capitulo 19

Estando de regreso en el palacio

-- Ve a descansar un rato, ordenare que te lleven la cena, mañana temprano vendrá el costurero para que hagan tu atuendo y por favor no dudes en decirme si algo no te gusta y ordenare que lo cambien de inmediato.

Jimin asintió y sonrió cálidamente -- Esta bien, muchas gracias, oye -- dudo un poco -- y ¿hoy no me vas a acompañar? -- tomando su mano -- ayer me llevaste hasta la puerta de mi habitación -- dice tímido

Agust D sonrió y sostuvo su mano con fuerza -- vamos -- le contesto sonriente y juntos subieron las escaleras con rumbo a la habitación de Jimin

-- Es temprano, ¿no quieres pasar? podemos charlar un rato, bueno solo si tu quieres -- abrió la puerta brindando el paso a Agust D quien lo miraba tiernamente, él accedió a pasar pues al igual que Jimin lo único que quería era no separarse de el y trataba de aprovechar cada momento para seguir conociéndolo, le encantaba escucharlo hablar y verlo sonreír, deseaba perderse durante horas en su mirada, lo que sentía por él era tan puro, pero no podía evitar soñar con el día que se pertenecieran los dos por completo.

Se sentaron en la orilla de la cama

-- Sabes yo nunca había visto todo lo que se vende en una plaza -- inicio la charla el príncipe curioso

-- Pero en tu reino también debe haber una, ¿no es así?

-- Si pero nunca he ido, cuando necesitaba algo mi padre mandaba a comprarlo, a veces llegamos a pasar por ahi pero nunca nos deteníamos, mi papa siempre ha sido muy cuidadoso conmigo

-- Eres un tesoro que se debe proteger -- inclino la cabeza ligeramente -- bueno, el día que quieras puedo llevarte otra vez

Sus conversaciones eran cada vez mas abiertas y divertidas, como Jimin es un joven muy alegre y juguetón, le encantaba hacer sonrojar al Emperador, acariciando sus mejillas y repitiéndole lo mucho que le gusta y lo lindo que es, Agust D sonreia y se apenaba, aunque se sentía muy emocionado y feliz al sentir sus caricias y muestras de cariño - así que, así se siente que alguien te ame - pensaba

Un rato después Agust D se acerco, le beso la frente y se puso de pie -- Ya debo irme, descansa -- dio tres pasos hacia la puerta

Jimin lo alcanzo y abrazo por la espalda haciéndolo estremecer -- Así que, tienes cosquillas -- sonríe -- Sin mas continuo picando sus costillas provocándole una carcajada

Agust D volteo y lo tomo por la cintura buscando hacerle cosquillas también, los dos estaban riendo como dos locos disfrutando de hacer feliz al otro, la mejor manera de demostrar lo bien que se sentían estando juntos. Mientras jugueteaban, Jimin cayo de espalda sobre la cama, trato de sostenerse de Agust D pero en lugar de lograrlo, cayo también, justo sobre él. Podía sentir su aliento tan cerca y se sentía hipnotizado por sus ojos, le acaricio el rostro y paso las manos por su cabello.

-- Bésame -- susurro con voz tenue y un poco coqueta

Agust D bajo suave hasta sus labios, quería ser delicado pero las ansias le ganaban, como podía evitar no morder esos labios hermosos que tanto lo provocaban. Jimin estaba disfrutando tanto ese excitante beso húmedo, las ligeras mordidas lo hacían sentir deseoso de mas, su cuerpo se encendía con la forma ruda y fuerte con la que el Emperador lo tocaba y besaba.

-- Quiero aventurarme en todo tu cuerpo y hacer mío cada uno de sus rincones, sentir tu calor y tus caricias -- le repetía el Emperador mientras le llenaba el cuello de besos

--- Cuando me miras una llama de deseo se enciende en mi corazón -- respondió Jimin hablándole al oído

Y sobre la ropa, las manos de Agust D llegaron a las piernas de Jimin subiendo hasta su miembro ya erecto
-- Quiero que tú también me sientas -- tomó su mano y la llevó a su entrepierna.

Agust D sabia que Jimin nunca había estado con nadie y estaba dispuesto a guiarlo y mostrarle como, después de todo el ansiaba verlo a él disfrutar. Movió sus prendas y se abalanzo sobre el, llevando su lengua hasta su miembro, provocando en Jimin un suave gemido de placer.

Lo cierto era que El Emperador deseaba terminar lo que empezó pero se detuvo, pues esta vez pensó primero en su amado.

-- ¿Estas muy seguro de que quieres que suceda hoy?

-- Yo también anhelo y deseo estar contigo, pero ... aun me siento muy nervioso -- dice en tono tímido -

El Emperador se acerco y le acarició los labios deseoso, se saboreo y luego volvió su mirada a los bellos ojos del príncipe -- Yo sabré esperar hasta el día que tú me lo pidas, te lo prometo -- se sentía tan enamorado que podía llegar a conformarse con solo mirarlo y tener su compañía y si él decidía no hacerlo, él lo aceptaría.
-- Sabes, Tú me estas enseñando a amar, yo no sabia -- En ese instante, Agust D le regalo una sonrisa amplia y genuina