CAPÍTULO 8 -"EL BESO"

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POV Gala

En la oscuridad de mis ojos, deslice mis manos sobre su rostro delicado que estaba libre de aquella mascara negra que tenía momentos antes. La bailarina tenía rasgos delicados y sensuales, su cara era fina y bien diseñada. Arrastré mi pulgar por su rostro hasta llegar a sus carnosos labios. Ella permaneció inmóvil con mi tacto, dibujé su cara con las yemas de mis dedos.


-Eres hermosa Irene...


Ella sonrió, estábamos tan cerca que podía sentir su aliento caliente en mi cara, ella se me acercó, ya sabía lo que pasaría.

Sentí sus labios en contacto con los míos, su tacto era cálido, suave. No tenía manera de explicar la sensación de que ella me dio con un simple gesto, succione su labio inferior pidiendo paso a profundizar nuestro beso. Irene entreabrió su boca, dándome total acceso, serpenteaba mi lengua sobre la de ella lentamente, y con un rápido movimiento, acerque su cuerpo al mío en forma posesiva, mientras mis labios succionaban su lengua majestuosamente. Su beso era como probar una bebida alcohólica con cereza, embriagadora y delirante. Sus manos fueron a mi cuello llevándome más cerca, mientras que me arañaba lentamente con sus uñas.


Todo el lugar emanaba deseo y lujuria. La música, el beso. Pase la punta de mi lengua alrededor de sus labios, entonces la succionó logrando que empujara su cuerpo a la pared acercándola más a mí. Estaba perdida en una de placentera oscuridad con tan solo un beso. Como el beso iba terminando, Irene haló mi labio entre sus dientes haciéndome gemir bajo para luego tomar mi boca en un beso más intenso y salvaje.


Ahora he sujetado su cintura firmemente, así uniéndola más a mí, mi cuerpo estaba en llamas, el instinto animal de hacerla mía era tan grande. Abrí su traje para tocar su cálida y suave piel.

Descendí mis besos hacia su cuello, pasando mi lengua sobre su punto sensible, se estremecía con mis caricias al igual que yo, mi cuerpo reaccionó a cada toque de su cuerpo.

-Gala...-la oí susurrar en mi oído roncamente.


Yo no pare, descendí mis dedos a través de la línea de su columna vertebral, yendo abajo a su voluminoso trasero, clavando mis uñas con facilidad, mientras hacia un camino de besos por cuello hasta el lóbulo de la oreja, donde rápidamente mordí haciéndola gemir. Apretaba sus dedos entre las hebras de mi cabello, causando un dolor placentero.


Pero luego ella se alejó, provocando que me detuviera, pude sentir tu pecho subir y bajar en una pesada respiración, jadeante.

Acerque la mano a mi cara para quitar el pañuelo, para darme cuenta que Irene ya se había colocado su máscara. Vi una sonrisa provocativa en su boca.


-Me tengo que ir - habló todavía jadeando.


Nos observábamos tan intensamente, sin perder el campo de visión.


- ¿Qué pasa? ¿Ya? Quédate conmigo.


-No puedo...


-Sí, Irene, un beso no es demasiado, Dios mío - le dije sujetando sus manos. -Podemos salir de aquí si quieres, puedo llevarte a otro lugar.


Ella sonrió y tomó mi pañuelo poniéndolo alrededor de su cuello.


-Ven mañana, voy a estar esperándote - ella hablaba saliendo de mis brazos, pero yo la sostuve por el brazo, haciendo que sus ojos se encuentran con los míos. La atraje a mi cuerpo de nuevo para besar su boca de nuevo, este fue más corto y ella se alejó nuevamente.


No tenía estructuras sobre esa mujer, me deja a merced de sus órdenes y deseos, la vi caminar lejos mirándome con una sonrisa victoriosa y diabólica.


THE STRIPPER - GARIME Donde viven las historias. Descúbrelo ahora