CAPÍTULO 44 - "SECRETOS"

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Pov Gala

La miré, por octava vez en menos de quince minutos. Y Karime aun parecía perdida en sus pensamientos. Frente a mí el Director Comercial, explico sus nuevas propuestas para el comienzo del próximo año, con el objetivo de hacer de Industrias Montes las mejores bienes raíces de todo el continente. La idea era increíblemente emocionante, sin embargo ver a Karime tan ausente me dejo perdida. Desde que llegamos de Nueva York ella ha estado así, y por alguna razón desconocida decidió no compartirlo, solo dijo que estaba en su periodo. Yo sé lo que causa eso en las mujeres, porque yo soy una. Así que, solo decidí respetarla y darle su espacio.

-Dejaré todos los reportes para que los analicen tranquilamente.- El hombre habló mientras se enderezó su traje.

-Claro, es una buena idea, Jared.

- Tan pronto como tenga una respuesta, si lo aprueba o no, estaré feliz de saberlo, señora.

-No se preocupe, la Señorita Pindter se hará cargo de la programación de nuestra próxima reunión, para que hagamos cualquier cambio si es necesario.

-Muy bien, con permiso, Señorita Montes.

El hombre se levantó y caminó hacia la salida. Karime lentamente se levantó y me miró, ajustando sus pequeños lentes sobre su cara.

-Tan pronto como analices los reportes del chico házmelo saber, yo lo llamaré. - dijo ella pacientemente.

- Por supuesto.

-¿Necesita algo?

Tome una respiración profunda y me paré. Caminé hacia el mostrador de bebidas recibiendo una mirada de regañó de Karime, quien se detuvo en el momento exacto en el que me serví un poco de café. Últimamente ella ha estado controlando la cantidad de Whisky que bebo. Según ella era una exageración. Y sólo me deja tomar en ocasiones especiales.

-Aquí vamos.- Dije con una sonrisa, levantando la taza de café. Karime sonrió y se acercó.

- Yo sólo quiero cuidar de ti.- ella dijo tranquilamente.

Puse la taza sobre el mostrador donde me apoyé lentamente. Karime se paró cerca, al punto en el que podía envolver su cintura con mis brazos, y así lo hice.

-Gala... - ella susurró, viendo hacia la puerta.

Apreté más a Karime en un abrazo acogedor, siendo capaz de sentir su profunda respiración y como se relajaba en mis brazos. Estuvimos así por varios minutos, y confieso que ha sido maravilloso.

- ¿Qué opinas si nos tomamos la tarde libre?

Ella me miró con los ojos entrecerrados y sonrió.

- ¿Has notado que tenemos miles de cosas que hacer, bebé?

- Lo sé, pero Paul es el manager, a pesar de que está algo perdido, se las puede arreglar él solo por una tarde.

- No lo sé, Gala, hay algunas cosas que solo puede resolver tú.

- Nada que no pueda esperar hasta mañana, amor.

Karime se mordió el labio, mostrando una expresión pensativa. Ella se veía maravillosa esa mañana, que no era diferente de los otros días, por supuesto. Hoy iba totalmente vestida de negro, lo cual lucía muy bien en ella, debo confesar. Pantalones ajustados que resaltaban las sinuosas curvas de su cuerpo. Un suéter negro de cuello alto con mangas largas.

Su cabello estaba suelto y lacio, cayendo perfectamente bien en su espalda.

- Vamos, podemos irnos de aquí e ir a "Le Café" a comprar unas cosas y después quedarnos en mi casa, solo viendo una película.

- ¿Itinerario de pareja?

- Por supuesto, a pesar de la locura de nuestras vidas, somos una pareja normal, ¿cierto?- Karime sonrió.

- Claro que lo somos, bebé.- Karime dijo tirando de mi cara para darme un beso tierno.

Al principio ella sólo movió sus suaves y delicados labios sobre los míos, de una manera inocente. Pero eso no duró mucho, ya que una vez más apreté el cuerpo de la morena contra el mío, en el mismo instante sentí su pequeña mano aterrizar en mi cuello, de donde ella jalo para profundizar nuestro beso. Sentí su suspiro cuando nuestras lenguas entraron en contacto entre si. Ese beso duro unos minutos cuando ella se separó.

- No nos podemos arriesgar, alguien podría entrar y vernos.- ella susurró.

-No me importa.- La empujé de nuevo, sellando mis labios sobre los de ella.

Nos dejamos llevar cuando escuchamos que alguien aclarar su garganta tras de nosotros, haciendo que Karime se asustara.

-El amor es hermoso.- Dijo Lia con una amplia sonrisa mientras tiraba su bolso sobre el sofá. Dejé escapar una suave risa, viendo a Karime ruborizarse..

- Oh, Lia! Es un placer verte aquí. Y, bien...

-Relájate, cuñada, no tienes por qué ponerte así.

- Sí, Camz, Lia ya había visto el futuro, y ella me vio contigo.

- ¡Exactamente! Siempre supe que Gala se enamoraría de ti.

-Lia.- La regañé, lo cual las hizo reír.

-Aún así, seguro piensas que estamos todo el tiempo así aquí. Pero no es verdad, Gala algunas veces olvida que estamos en la empresa.

- Me imagino, mi hermana no es normal cuando está cerca de ti. Ahora era Karime la que se reía, haciéndome mirar fijamente a Lia.

-Ya pueden parar.

- ¿Qué? Es la verdad, hermana. Cuando estás cerca de ella pones esa cara de idiota. - Ella habló, apuntando a Karime, quien felizmente se encogió de hombros.

-¿Puedo saber que estás haciendo aquí? - Le pregunté caminando hacia mi escritorio. Lia dejó escapar una risa al darse cuenta el brusco cambio de tema.

- Iré a mi escritorio, cualquier cosa llámeme, Señorita Montes. - Karime habló en un tono formal.

-Muy bien, Kari.- Dije antes de que se fuera.

- Bueno, vine a buscar un departamento para vivir, quiero regresar a Miami.

Fruncí el ceño en dirección a mi hermana, quien me miró tranquilamente.

- ¿Estás bien? ¿Desde cuándo quieres vivir aquí?

-Desde siempre, sabes que vivo en Los Ángeles por nuestros padres, pero ahora quiero vivir aquí.

-¿Y ellos te dejaron?

- Soy mayor de edad, Montes.

-Oh, ok! - Dije alzando mis brazos en señal de rendimiento - ¿Y qué quieres de mí?

-Quiero que me lleves a ver un lindo apartamento en la costa. Hoy.

-¿Precisamente hoy?

- Sí, sé que hoy no tienes ninguna reunión hoy. Se lo pedí ayer a Karime.

-Deja de conspirar con Karime.

Lia dejó escapar una risita y se sentó frente a mí.

-Ella es mi cuñada, y ahora me ama. Tengo ese derecho.

-No, no lo tienes.- Suspiré - Puedo pedirle a Pablo o a Beba que te lleven.

-Gala, quiero que tú me lleves. Sabes que es importante para mi, ¿Cuál es la razón por la cual no quieres ir?

-Iba a salir con Karime.

Lia rodo sus ojos en forma molesta.

-¿Ustedes dos no se cansan? Pasan todo el día pegadas. -Dejé escapar una risa suave, tomando un sorbo de mi café.

-Yo no, ella, no lo sé.

-Vamos, Gala, puedes ver a Karime hoy en la noche.

Suspiré profundamente y asentí. Lia aplaudió entusiasmada y se levantó.

- Tendremos un almuerzo y pasaremos la tarde buscando apartamentos.

La más pequeña ni siquiera me dio tiempo de responder, cuando se salió de la oficina saltando.

-Lia parecía muy feliz. - Escuche el comentario de Karime con una gran sonrisa entrando a mi oficina. - Yo suspiré.

- Ella quiere que vaya con ella a buscar apartamentos.

-¿Y por qué esa cara?

La morena se acercó, envolviendo sus brazos en mi cuello.

- Tendré que pasar la tarde con ella, y tú y yo ya teníamos planes de pasarla juntas. - Dije de mala gana.

-No lo digas de esa manera, Gala, podemos dormir juntas esta noche. ¿Qué piensas?

-¿En serio?

- Por supuesto, podemos hacer lo que tú quieras.

- Me encanta la idea. Te esperaré en mi casa.

- Bien, bebé. Iré tan pronto como termine mi ensayo en "Imperium". - Rodé los ojos al recordar que ella todavía bailaba en ese lugar.
Me preguntaba todos los días cuando sería el día feliz en el que ella dejaría ese lugar.

-No hagas esa cara, ya hemos hablado de eso.

-No estoy haciendo ninguna cara. Cuando salgas de ahí, llámame.

-Lo haré.

Debe haber sido el cuarto apartamento que estábamos viendo esa tarde. Y Lia no se decidió por ninguno. Ahora estábamos en un penthouse, en la zona costera de Miami. El apartamento era muy sofisticado y amplio, con una apariencia muy juvenil. Se ajustaba perfectamente bien con el estilo de mi hermana menor.

-No quiero ser fastidiosa, pero lo seré, no puedo creer que no te guste este.

-Aún lo estoy analizando, Gala. Todo tiene que estar en perfecta harmonía para mi decoración.

-¿Y te toma tanto tiempo?

-¡Por supuesto! - Ella resopló exasperada - Sé que para ti el estilo del departamento no importa, pero sí para mí. Voy a vivir sola por primera vez.

- Sí importa para mí, yo tengo el mío y es de muy buen gusto. - Dije rápidamente.

- Lo sé, pero tenemos estilos diferentes. Tú apartamento es sofisticado y lujoso, te gustan los colores brillosos y oscuros mezclados. Todo tan moderno y robótico, pero yo prefiero cosas más rústicas y menos exageradas.

Sonreí viendo como la más pequeña analizaba cada cuarto de manera exhaustiva. Lia siempre ha sido una niña independiente, nunca necesitó ayuda para nada. Tal vez es una característica de nuestra familia.

- Y bien, ¿te gusta este? - Beba preguntó sonriendo al entrar en la habitación donde estábamos. Tuve que arrastrar a mi mejor amiga, para que me acompañe en esta difícil tarea.

- Ella aún lo está analizando. - Susurré.- Beba arqueó su ceja y sonrió.

- ¡Yo creo que este es genial!

- ¡Finalmente! - Levante mis manos, haciéndolas reír.

Después de que Lia recibiera toda la documentación y firmara todo correctamente, decidicimos ir esa tarde a "Le Café", para celebrar el nuevo departamento de mi hermana. Según ella, haría una gran fiesta de inauguración por su nueva casa, en la cual invitaría a todos para apreciarlo.

- Puede ser la ocasión perfecta para que anuncies tu relación con Karime a nuestros padres.

-¿Pero no lo saben ya? - Preguntó Beba confundida.

-No oficialmente. - Respondió Lia.

-Aquí tienen, chicas. - Dijo Gerald sirviéndonos cappuccino y café caliente. Y algunas porciones de croissant.

- ¡Muchísimas gracias, Gerald! - Sonreí

- Siento introducirme en el tema, pero no pude evitar escuchar que Gala está saliendo con alguien. ¿Eso es cierto?

- Es el fin del mundo, ¿Cierto Gerald? - Beba habló emocionada, apoyando su mano en el brazo del hombre.

Ellos dejaron escapar una suave risa, y yo negué con la cabeza.

- Solo estoy un poco sorprendido. Siempre has sido tan cerrada, cariño. ¿Puedo saber quién es?

- Cerrada, es lo que ella ya no es, no cerca de Karime.- Dijo Lia, ganando una risa de Beba y una mirada de reproche mía.

- ¿Karime? Oh! Karime Pindter, la señorita que te acompañó la última vez, ¿cierto?

-Sí, ella es, Gerald.

- Siempre supe que ella sería tu compañía, desde la primera vez que las vi a ustedes dos juntas. -Me le quedé mirando al hombre quien se me quedo viendo con una expresión serena.

- ¿Cuándo fue eso? - Preguntó Beba

- Ya ha pasado tiempo, las vi aquí comiendo croissant

- Oh, Gerald, ni siquiera nos conocíamos bien en ese entonces.

- Aun así, cariño, soy un hombre viejo y he vivido suficiente tiempo, puedo reconocer el brillo en los ojos de alguien. Y vi ese brillo en los ojos de ustedes dos.

- Awww, eso es tan hermoso - Lia suspiro románticamente.

- ¡Dios, no empieces con el amor, Gerald!

Dejamos escapar una risa cuando escuchamos hablar a Beba.

- Beba está traumatizada.- Dije riéndome.

- Deberías de abrir tus ojos, Krista, tu amor está muy cerca de ti ahora.

-Tío G, usted sabe quién es mi amor. Y ella ya no está aquí en Miami.

- ¿Estás segura? - preguntó el hombre.

Nos quedamos en silencio, hasta que Gerald sonrió y se limpió sus manos en la pequeña tela que tenía sobre su hombro.

- Disfruten el café, niñas, y no desperdicien la oportunidad que la vida nos da. - dijo antes de irse. Beba me miró confusa, y tomó un gran trago de su capuchino.

-¿Qué quiso decir con eso? Estoy un poco asustada.

-Relájate, solo abre tus ojos.

-¿Itzel regresó? - Lia susurró, haciendo que Beba automáticamente se ahogara con el líquido caliente.

- ¡Jesucristo! - Exclamé ayudando a Beba.

- No digas eso ni de broma. -ella dijo con los ojos abiertos.

- ¿Qué? ¡Eso sería grandioso!

- Cambiemos de tema, ¿Está bien? Itzel está en el pasado.

- Pretendamos que creemos eso. - Lia dijo, produciéndome una suave risa.

Nos quedamos alrededor de una hora en "Le café", solo platicando y riéndonos. Era bueno tener esos momentos en medio de mi vida problemática. Pagamos la cuenta e intercambiamos algunos abrazos con Gerald, quien siempre nos trata perfectamente bien, él era como un pariente cercano, una especie de tío o abuelo consejero. Él siempre tenía las palabras adecuadas para todos los momentos. Dejamos la cafetería entre risas cuando nos topamos con Pablo.

-¡Wow, chicas! ¿Se van ahora que acabamos de llegar? - hablo el hombre sonriendo, sosteniendo tranquilamente la mano de Marie Clare.

- Estuvimos ahí por mucho tiempo. Hola, Señorita Harp.

-Hola, Señorita Montes. - ella habló cortésmente.

- ¿Te pegaste a Marie Clare y ahora no quieres nada más, huh Pablo?

Yo creo que Beba siempre fastidia mucho. Marie Clare dejó escapar una risa y abrazó a Pablo con una sonrisa feliz. Ellos eran una hermosa pareja.

- Ellos hacen una linda pareja, ¿No lo crees Beba? - Lia hablo como si leyera mis pensamientos.

- Sí, completamente de acuerdo.

- ¡Gracias, chicas! ¿Lo saben cierto? Tuve suerte.

- Gracias a mí que te la presente. - Dije de forma relajada.

- Gracias por eso. ¿Están seguras de que no se quieren sentar con nosotros?

- Lo estoy. Solo quería hablar un instante con usted, Señorita Harp. -Marie Clare asintió y se acercó a mi lado, alejándonos un poco de los demás.

- ¿Hay algún problema, Señorita Montes?

Tomé una respiración profunda y miré fijamente a la mujer enfrente de mí.

- No estoy segura, yo quería que usted me dijera.- Dije, dejando un semblante confundido en la mujer.

-No le entendí, señora.

- Marie Clare, seré muy directa. Espero que no la tomes de una forma equivocada.

Se quedó quieta, esperando a que yo hablara. Miré hacia atrás viendo Pablo junto a las chicas riéndose, y luego me quedé mirando a Dina de nuevo.

- Sabes que amo a tu amiga, ¿cierto?

- Sí, creo que ya probó eso muchas veces.

- Precisamente por eso. La conozco muy bien, y sé que tiene algún problema. Karime está tan distante, últimamente ella se ve tan perdida y distraída. Sé que tú eres su amiga, pero necesito que me ayudes.

- ¿Cómo te puedo ayudar?

-Dime si sabes algo. Bueno, ella no me lo dice, ella dice que tiene la cabeza llena de ideas. Pero necesito saber, para poder ayudarla.

Marie Clare suspiró y me miró con calmada.

-Gala, si me permite que la llame así. Karime es una persona muy reservada, a pesar de su amplia sonrisa y su dulzura, Y sí, me di cuenta de que está distante, de que algo está pasando. Pero no sé nada aún. He tratado de preguntarle pero recibí la misma respuesta que tú.

- Sé que es tu mejor amiga, Marie Clare, pero no me mientas.- Hablé tranquilamente.

- No lo hago, te juro que estoy diciendo la verdad. Y aunque lo supiera, Gala, no puedo compartir algo que ella me confió a mí. Lo compartiría si se tratara de una cuestión de vida o muerte, por supuesto. Pero mira, su relación se está fortaleciendo, y yo veo lo mucho que Karime está confiando en ti. Sé paciente con ella.

-No puedo ser paciente sabiendo que algo está ocurriendo.

-Ya lo noté. Pero lo que sea que esté pasando, tienes que esperar a que ella te lo diga. Aún cuando sea algo tonto.

-Lo peor de todo es que no tengo idea de qué es.

-Mucho menos yo, pero trataré de hablar con ella.

-Hazlo.

Marie Clare asintió y sonrió.

-¿Nos vamos, Marie Clare? Pablo gritó desde la parte posterior. Tomé una respiración profunda.

- Gracias de todas maneras.

-No tienes que agradecerme, estoy aquí para ayudar.

Tener algo escondido fuera de mi conocimiento me dejo en una agonía pura. Era como si algo estuviese fuera de mi control, fuera de mi campo de visión. Y para mí, controladora y posesiva, ese era mi fin. Pero por alguna razón, por Karime, controlé mis instintos, de una manera que nunca pensé que pudiera. Quizás ella era la única pieza que desmantelaría la pared que me tomó tanto tiempo construir.


Pov Karime

Cerré mis ojos dejando que los lentos y sensuales ritmos guiaran mi cuerpo. Era sorprendente como la música se hizo cargo de mi, una especie de hipnosis que me dominaba de una manera indescriptible. En esas situaciones me sentí completamente fuerte y poderosa, como si el poder de la seducción me cegara- Ahí , solo era Irene Heredia, una stripper que tenía como meta dejar a todos a sus pies.

-Eso, querida, inclina más hacia atrás tu espalda. - el coreógrafo dijo calmadamente, poniendo una mano en medio de espalda.
Obedecí su orden, continuando con el baile. Era solo un ensayo, esa semana solo tendría un solo show. Sabine quería impresionar a algunos hombres de negocios importantes que ofrecerán una despedida de soltero el sábado. Y según ella, tendría que dar lo mejor de mí. Confieso que tan pronto como llegué ahí, no estaba con el mejor ánimo para todo eso, últimamente mi cabeza mi cabeza era un completo desastre con ideas que nunca espere tener. Todo parecía ilógico, pero en el fondo algo me decía que era real.

-Siempre eres maravillosa. - dijo el chico rubio sonriéndome.

"Continúe mi baile en el tubo, moviendo mi cuerpo en la forma más sensual que podía. Modesta aparte de que ya era fácil para mí, quien he practicado durante muchos años. Pero todo se hizo aun más fácil cuando teníamos un objetivo, en este caso, un cliente. Y para mí, en todos estos años, solo una persona me hizo explorar el poder de la seducción. Y esa persona no era otra que Gala Montes.

Sonreí involuntariamente cuando la dueña de ese par de ojos almendrados invadió mis pensamientos sigilosamente. Nuestra conexión era increíble, nuestras miradas y el poder que nos atrajo la una a la otra. Yo siempre daba más de mi misma cuando bailaba para ella, siempre seducía más cuando tenía sus ojos cargados de lujuria en mí. Tal vez Gala era el botón de acceso a mi lado más malvado y salvaje.

En pasos lentos y perfectamente calculados, caminé al centro del escenario, parándome un poco adelante del poste. Siendo consciente de las miradas perdidas de lujuria en mí. Sonreí satisfecha y caminé alrededor del poste, mientras desabotonaba el abrigo negro que estaba usando. Dejé que mis ojos se perdieran en la multitud en busca de ella. Di la vuelta al poste por última vez y me detuve enfrente de todos, cuando automáticamente mis ojos se posaron en ella. Gala estaba allí, sentada justo en el medio con una sonrisa satisfecha en sus labios, tan pronto como se dio cuenta de que yo la estaba mirando, levantó su vaso de whisky y guiño.

Mordí mi labio y sonreí, lentamente quitándome el abrigo para que todos, o más bien ella pudiese disfruta un poco de lo que vería. Moví mi cuerpo lentamente de un lado a otro de acuerdo con el ritmo que la música dictaba. Y cuando el abrigo cayó completamente al suelo, la euforia comenzó. Los hombres de la primera fila soltaron palabras de lujuria y deseo. Pero yo ni siquiera escuchaba, yo estaba demasiado concentrada en Gala, quien me veía como la primera vez.

Le di la espalda a ella, llevando mi mano al pequeño objeto que ataba mi cabello y quintándolo, liberando las ondas de cabello en mi espalda. Yo sabía lo mucho que ella amaba mi cabello de esa manera, despeinado y salvaje. Moví la cara hacia un lado para tener una vista parcial de Gala que tenía los ojos enfocados sobre mí mientras tomaba otro sorbo de su bebida. Sonreí y comencé a moverme en una forma puramente sensual, balanceando lentamente mis caderas a medida que mi cuerpo bajaba al suelo.

Yo solo continué, me puse de pie con mi cuerpo que frotaba sobre poste en el que yo me estaba sosteniendo. En ese instante empecé con la parte de mi coreografía que involucraba al poste, y admito que amaba esa parte. Mi cuerpo tenía una gran facilidad para moverse ahí, con ambas manos sujete la barra de acero y suspendí mi cuerpo del suelo, entrelazando mis piernas para dejar mi parte superior suspendido. Estiré un brazo lentamente, y arqueé la cabeza hacia atrás, recibiendo pilas y pilas de dinero. Eso fue literalmente una lluvia de poder. Moví mi cuerpo, lanzando mis piernas a la parte del poste, dejando mi cuerpo al revés. Lentamente bajé al suelo, caminando alrededor del escenario con mis ojos sobre ella.

Sujeté el poste y Las Almendrados brillantes permanecieron conectadas en mí, su expresión de deseo me impulsó para instigar más. Sujeté el poste y me menee y menee de la manera más provocativa que pude, haciéndome escuchar los gritos de las personas en el público.

Y después camine al centro del escenario, agarrando la pila de dólares y lanzándolos al aire. Viendo los billetes dispersándose en el aire y cayendo lentamente sobre mí. Puse los ojos en el hombre quien estaba aturdido y luego sobre Gala que dejó escapar una risa atractiva, le guiñé y le lancé un beso. La música estaba casi por en el final, yo continué la coreografía acompañando los últimos compaces, balanceándome sobre mi mujer que estaba visiblemente amando todo eso, cuando en el último segundo me puse de pie y miré a todos los presentes ahí y detrás de Gala, un poco más lejos, la ví a ella."

-¡Siempre eres increíble! - Escuché una voz familiar, sacándome abruptamente de mis pensamientos.

Yo paré la coreografía y abrí mis ojos en dirección a la persona que me miraba fijamente. Oh, no.

.¿Qué estás haciendo aquí? - Pregunté totalmente a la defensiva.

- ¿Esa es alguna forma de tratar a un cliente, Irene? Buenas tardes a ti también, - Nacha dijo con una amplia sonrisa.

Sacudí mi cabeza ajustando mi máscara. Presionando el pequeño botón para quitar la música.

- La presencia de los clientes en los ensayos no está permitido.

Pude escuchar una risa mientras la mujer se acercó lentamente. Haciendo que el sonido de sus tacones hiciera eco en vacío que dejó la música.

-Clientes normales, Señorita Heredia. Categoría en la cual yo no encajo.

Esto no podía estar pasando. Como si el mundo no estuviera ya contra mí, esto todavía pasaba. Dios, ¿Qué es lo que he hecho mal? Tomé un profundo respiro, tratando de controlar mi mente y alejando el nerviosismo que me consumía.

-Escucha bien, Nacha, he sido muy educada contigo. Pero ya he dejado claro que no quiero ningún tipo de contacto.

-¿Conmigo? ¿o con todo?

-Con todo.

-Gala no encaja en "todo", ¿cierto?

Tomé un profundo respiro, observando cada esquina. Estábamos ahí solas lo que me calmaba más. No quería a nadie esparciendo un maldito rumor en el club, tenía miedo que llegara a oídos de quien más me importaba, Gala.

-Demonios, ¿Qué quieres de mi? Ya te dije la última vez que yo no veo a clientes de aquí. No hago ese tipo de trabajo.

Ella dejo escapar una risa y sacudió su cabeza.

-Sabes perfectamente lo que quiero. Deja de escapar, no soy una idiota.

-No estoy huyendo.

-Oh cariño, si lo estás haciendo. Tú y yo sabemos que lo haces. - Nacha susurró calmadamente mientras se acercaba.

- Pero sabes que no lo necesitas .- ella continuó. - Nos quedamos de pie cerca la una de la otra, y ella puso delicadamente un mecho de mi cabello detrás de mi oído. Estaba sudando debido a los ejercicios y el baile, mi respiración era jadeante debido al evidente nerviosismo.

-No quiero ningún problema, así que déjame sola.

-¿Problemas? ¿Qué problemas te puedo causar? - Soplé molesta y retrocedí.

-¡Los peores! - exclamé.

-¿Es Gala así de posesiva?

-Sí, lo es. Y no seré irrespetuosa con ella.

-No seas ingenua, mírame, ¿crees que quiero lastimarte? - su sonrisa desafiante me asusto - Yo solo quiero tu bien, Karime.

Sentí mi corazón desfallecer por largos segundos al oír de su boca ese nombre. Oh Dios, eso no podía empeorar.

Pov Sabine

Bárbara se sentó sobre mi regazo, sosteniendo mi cabello fuertemente para prolongar nuestro beso. Apreté su cuerpo contra el mío con fuerza, obligándola a frotarse sobre mí. Esa mujer estaba volteando mi cabeza, estaba totalmente perdida.

-¡Sabine! - Araceli grito mientras caminaba entrando a mi oficina.

Me levanté del sillón rápidamente dejando a un lado Bárbara, lanzando una mirada casi mortal a la chica que se me quedó mirando felizmente.

-¿Qué diablos crees que estas haciendo al entrar a mi oficina así? - Exclame con rabia. Bárbara sonrió y se encogió mientras enderezaba su ropa.

-Lo siento. ¡No quería interrumpir!

-¡Cállate, y habla de una vez por todas! - Bárbara habló enojada, levantándose y yendo hacia el pequeño bar que tenía en mi oficina.

-¡No lo vas a creer! - ella habló con entusiasmo.

-¿Qué, criatura?

-Nacha está aquí.

Ese nombre hizo una feliz explosión dentro de mí, como si fuera la mejor noticia del día.

-¿Dónde? ¿Estás segura?

-¡Sí! Ella está en el escenario secundario, con Irene.

En ese mismo instante mire a Bárbara que sonreía alegremente. Estábamos en la misma frecuencia de pensamientos.

-¿Hay alguien con ellas?

- No, están solas. Y aparentemente están muy cerca.

-Oh mi Dios, ¿Estás bromeando?

-¿Estás segura de que es Irene? - Bárbara preguntó.

-Sí, estoy segura, ¡Y no estoy engañando!

-¡Si estás mintiendo, voy a arrancarte el cabello!

-¡Por supuesto que no! ¡Vengan a ver! Aparentemente Irene no es tan santa. -Sonreí y caminé hacia la puerta, notando a Bárbara moviéndose rápidamente hacia mí.

-¡Tú te quedas! No podemos correr el riesgo de que Irene te vea conmigo.

-Necesito ver esto, tengo que ver que esa perra no tiene ningún valor.

-Bárbara, contrólate. Ya tendremos tiempo de celebrarlo.

La mujer asintió y me pidió que no tardara mucho tiempo. Caminé con pasos cuidados y casi perfectamente silenciosos por los pasillos oscuros de "Imperium". El movimiento era débil, casi nulo si no fuera por algunos miembros del personal de limpieza caminando de un lado a otro.

-Mire, ahí en la parte posterior.

Entrecerré los ojos lentamente cuando las vi . Y realmente no podría ser mejor . Nacha estaba sentada en uno de los sillones , mientras que Irene estaba frente a ella inclinándose contra una de las mesas . Las dos parecían estar teniendo una conversación larga, lo que me dio buenos pensamientos .

-¡Eso es maravilloso! - Susurré. - La mujer de negocios observo a su alrededor, y luego en mi dirección, haciéndome retroceder un poco. Afortunadamente pude ser capaz de esconderme antes de que Nacha me viera.

-¡Demonios, se cuidadosa, Araceli! No nos deben de ver. -La mujer asintió y se situó detrás de la enorme columna que estaba allí. Me quedé unos segundos observándola cuando Nacha Michelson se puso de pie y se acercó a Irene , haciendo una ligera caricia en el brazo que fue interrumpido rápidamente por la stripper.

-¡Estúpida! - exclamé lentamente.

Nacha parecía concentrada, contempló a Irene intensamente y ella la miraba de una manera retraída.

- ¡Nacha es maravillosa! - Araceli susurró.

- Sí, pero aleja tus ojos de ella. Ella ha sido escogida para nuestra stripper.

Araceli resopló con rabia y se alejó. Sonreí con diversión y miré de nuevo a las dos, y ahora Nacha hizo una ligera caricia en el rostro de Irene y ella no retrocedió. Y por un instante yo estaba segura, segura de que ahora nadie podía ir en contra de mis planes. Todo iba a salir. Gracias a Nacha.

Regresé mi oficina, viendo a Bárbara sentada sobre mi sofá con ambos pies sobre el escritorio de vidrio. Saboreando un vaso de mi Whisky más caro.

-¿Cómo te fue ahí?

Sonreí y me aproximé a la mujer, robándole un beso de sus labios que sabía a alcohol con cereza.

-Irene esta cayendo en la red.

-¡Perfecto! - Bárbara exclamo levantándose de la silla.

-Admito que he subestimado Nacha. No sabía que era capaz de hacer cambiar de lado a Irene tan rápido. - Dije agarrando el vaso de whisky de la mesa, tomando un sorbo del líquido que se hundió calentando todo mi interior.

- Nacha es una mujer maravillosa, atractiva y muy poderosa. No hay nadie que se resista a su encanto. - Bárbara habló calmadamente caminando cerca de mí.

-¿Ni siquiera tú? - Pregunté molesta, tirando a la mujer cerca de mí. Bárbara abrió una sonrisa diabólica y provocadora.

-Eso no lo puedo confirmar.

-No te atrevas, Islas.

Sostuve su cuello firmemente , tirando de su cara a un fuerte beso. Sintiendo su lengua entrar en mi boca con la agresividad perfecta, moviéndose en sincronía con la mía. Cuando oímos fuertes golpes en mi puerta, haciéndonos alejarnos.

-¿Sabine?

-¡Quiero hablar contigo!

Escuché la voz de Irene desde el otro lado, Bárbara en el mismo instante abrió los ojos en mi dirección.

-¡Maldita sea, maldita sea! - Susurré agonizada.

-¿Qué es lo que quieres? - le pregunté nerviosamente.

-¡Escóndete! Ve al baño. Solo sal de ahí cuando te lo diga. -Bárbara asintió rápidamente y corrió hacia el baño.

-No hagas ruido. - Susurré a la mujer que se limitó a asentir.

-¡¿Sabine?! - gritó Irene.

-¡Voy! - Grité caminando hacia la puerta.

Tomé una respiración profunda, llevando la mano al pomo abriendo la puerta.

-¿Que pasó? ¿Qué desesperación es esa?

Le pregunté, viendo a Irene entrando a mi oficina un poco nerviosa.

-¿Irene?

Ella se volteo para encararme y tomó una profunda respiración.

-Tengo que decirte algo muy importante.

Confieso que su expresión me dejo con cierto temor. ¿Habría descubierto todo? Dios, ni siquiera en mis sueños. Si supiera lo que realmente estaba pasando, todo mi plan se iría por el drenaje. Y todos mis proyectos destruidos.

-Primero cálmate, Irene, pareces nerviosa.

Dije tratando de acercarme, pero ella retrocedió rápidamente.

-¡No me quiero calmar, estoy bien! Sólo necesito hablar.

-Puedes hablar dulzura, sabes que me puedes decir cualquier cosa. - Dije tratando de transmitir una confianza total a la chica.

Irene tragó saliva fuerte y me miró fijamente, con unos misteriosos y confusos ojos.

-Quiero dejar "Imperium", Sabine. No quiero ser una stripper nunca más.

THE STRIPPER - GARIME Donde viven las historias. Descúbrelo ahora