Karime Pov
Llegué a la conclusión de que tengo una especie de una atracción colosal para los problemas. Nada puede explicar el hecho de que siempre estoy involucrada en uno. Cuando todo parece estar bien, la vida se encarga de lanzar una pizca de emoción, o más bien, de dar confusión en la calma de la marea. Iba tarde, la hora fijada para el ensayo ya había terminado y yo ni siquiera estaba en el interior de un taxi yendo hacia el apartamento de Gala, desde hace horas había acordado con ella que dormiríamos juntas. Dios, solo lo que necesitaba en ese momento era estar en los brazos de mi mujer.
-¿Qué es lo que crees que estás haciendo? - Nacha me pregunto rápidamente, tomando mi brazo impidiéndome seguir mi camino.
- Dejame ir.- Respondí.
- ¡Jesús, Karime! No seas estúpida.
Fruncí el ceño en su dirección, por el atrevimiento de esa mujer. Ella rodó sus ojos en una forma fastidiosa y me empujo de nuevo a un rincón más remoto y oscuro.
-¿Puedes parar y pensar?
-¡Estoy pensando claramente! - Exclamé enojada.
- No, no lo haces. ¿Crees que te haría daño?
Me detuve por unos instantes mirándola a los ojos, y a pesar de su evidente malicia y su diferente manera, Nacha no era una mala persona. La conocía muy bien, y sabía todas sus peculiaridades y sus formas. Suspiré profundamente, dejando que mis hombros se relajaran.
-¿Puedes entender que no quiero problemas?
-No tendrás problemas si haces lo que necesito. Nadie sabrá absolutamente nada.
-Ya he mentido demasiado, Nacha. ¿Cómo sabré que estás diciendo la verdad?
-¿Y? Una mentira más o una mentira menos no harán la diferencia. ¡Mierda! ¿Por qué demonios mentiría? - Ella exclamó retrodeciendo mientras levantaba las manos.
Rodé mis ojos y resople.
- Por supuesto que lo haces, no voy a bailar para ti. No le mentiré a Gala nunca más.
-Gala, Gala, Gala.- dijo enojada - ¿Por qué parece que el mundo gira en torno a ella?
-¿Sabes qué? Sé como resolver esto.
Ella se dirigió hacia mí, con una mirada confusa.
-¿Qué harás?
Me encogí de hombros y fui hacia la sala principal, en dirección a la oficina de Sabine. Escuché que la mujer me llamo en el fondo, pero ni siquiera le di importancia. Tenía que poner fin a esto. Toque varias veces en la puerta de Sabine, sientiendo mi corazón acelerarse. Estaba decidida en lo que iba a hacer, sin embarago estaba lo suficientemente nerviosa para desmayarme en cualquier momento.
-¿Qué sucede? ¿Porqué esta desesperación?
Sabine preguntó mirándome fijamente con los ojos amplios y sorprendidos. Entré a su oficina rápidamente parándome dándole la espalda a la mujer.
-¿Irene? - ella me llamó.
Tomé un profundo respiro, sientiendo el aire entrando con dificultad por mis pulmones. Tomando la decisión que hice y diciéndole que no fue una tarea fácil. Iba en contra de todo lo que ocurrió en los últimos años. Pero no había otra manera, la situación no podía seguir así.
-Necesito decirte algo muy importante.
Sabine se quedó en silencio por unos segundos, dándome la oportunidad de escucharla respirar profundamente. La mujer se aproximo lentamente, en pasos visiblemente calculados.
-Primero calmate, Irene, pareces nerviosa.
Ella dijo con toda la calma, pero simplemente retrocedí. No quería estar calmada, no me quería calmar.
-No necesito calmarme, ¡Estoy bien! Yo solo necesito hablar.
- Puedes hablar dulzura, sabes que me puedes decir lo que sea.- ella habló en una manera cuidadosa y preocupada.
Cerré mis ojos y sacudí mi cabeza. Cuando los abrí me encontré con una Sabine preocupada, temerosa por lo que estaba por venir. Tragué el nudo que se formó en mi garganta y el frío de mi estomago. Ya era hora, Irene. Era tu tiempo.
- Quiero dejar "Imperium", Sabine. No quiero ser stripper nunca más.-Y fue como si el mundo se hubiese detenido. La rubia se paró estatica por unos segundos, mirándome fijamente como si ella no entendiera absolutamente nada. Sus ojos transmitían confusión y un aire perdido. Ella pestañeo varias veces y después hablo.
-¿Qué es lo que dijiste? - Ella pregunto despertando de sus pensamientos.-Mantuve mi cabeza en alto y continué.
-Dije que no quiero ser una stripper nunca más, no quiero bailar en "Imperium" nunca más. - Sabine dejó escapar una risa fuerte, sin el menor atisbo de humor.
- ¿Estás bromeando, cierto? Irene, no juegues de esta manera conmigo. - ella habló con una risa sin humor.
- No, No estoy bromeando.-Permanecí seria, así que entendió que mi decisión no era una broma infundada. Sabine frunció el ceño confundido y sacudió su cabeza por más tiempo de lo normal.
-Te has vuelto loca, no hay explicación.
-No estoy loca, solo que no quiero hacerlo de nuevo.- hablé tranquilamente.
-¿Qué quieres decir con que "ya no quieres hacerlo de nuevo"?
-Ya no quiero continuar, es sencillo.
-¿No lo quieres más por ti misma? ¿O fue esa mujer quién puso eso en tu cabeza? - Su tono de voz ahora era alto e irónico.
-¡Gala no tiene nada que ver con esto! Solo quiero irme.
-¡¿Irte de la nada?! ¡Dios, Irene!
-¡Sí! - Si ella supiera todo lo que pasaba por mi mente, ella entendería la razón de mi salida. Pero no era el momento adeacuado para eso.
-No te irás. Estás cometiendo un estúpido error, y no lo permitré. - Sabine habló calmadamente, caminando hacia su gran sillón.
-La decisión no es tuya, Sabine. No voy a quedarme en este sitio nunca más.
La mujer me miró intensamente, y pude verla inhalar pesadamente antes de hablar.
- Irene, cariño, estás terminando con la mejor oportunidad que tienes. ¿Estás segura de que esto es lo que quieres? Eres la mejor bailarina de este lugar, nadie ha ganado tantos beneficios como tú.
- Estoy segura, creo que ya he hecho todo lo que he podido por este lugar. -Una risa cargada de rencor lleno todo el ambiente.
-¡No, no lo has hecho! ¿Qué demonios crees que estás haciendo? ¡Yo escojo quién entra y quién sale de aquí! - Ella gritó con rabia, dejándome en un estado de alerta.
-¿Me obligarás a quedarme?
-¡Si es necesario, sí, lo haré! – ella habló decidida. Yo reí irónicamente.
-¡¿No Crees que ya has obtenido demasiados beneficios a mi costa?! - Se me escapó en el mismo tono que el de ella, y por un instante se detuvo y me miró asustada.
En todos esos años mi relación con Sabine era prácticamente perfecta. Eramos el duo infalible de ese lugar. La mujer siempre estaba ahí cuando yo la necesitaba, ¿Y yo?, yo le dí lo mejor de mi durante todos mis años como stripper en su club. Siempre supimos todo lo que pasaba ahí, no era por nada que yo me había ganado el apodo de "favorita" con respecto a las otras mujeres. Era una especie de ayuda mutua, como si una mano lavara a la otra. Ella me ayudó, y yo levanté su club hasta un nivel que ningún otro en todo Miami había alcanzado.
Ella tomó un profundo respiro con sus ojos cerrados, y después hablo.
- ¡Escuchame bien, niña!, ¡No permitiré que seas así de insolente! ¿Qué te pasó? ¡Nunca fuiste así, Irene!
Oh Dios, la miré directamente a los ojos y una chispa se encendió dentro de mi a cada instante. Pero no era el momento correcto para explotar, no con Sabine.
-Nada pasó, ya estaba pensando acerca de esto y tomé esta decisión.
-No me mientas, ¿Gala te esta forzando a irte? - Rodé mis ojos y resoplé.
-¡Olvida a Gala! Creo que puedo tomar mis propias decisiones.
-¡Te estas poniendo en mi contra! ¡Precisamente en mi contra!
-¡Dios! Para, ¿Puedes aceptar mi decisión?
-¡No! - Ella gritó.
Nos quedamos mirándonos la una a la otra durante unos minutos cuando escuchamos un fuerte ruido procedente del baño. Entrecerré mis ojos confundida, y Sabine seguía mirándome. Ella parecía nerviosa, un poco angustiada. Mire alrededor de su oficina, enfocándome en un objeto particular que estaba colocado en la parte superior de la barra de su bar personal.
-¿Podemos hablar en otro momento? Me hiciste enojar mucho. - Ella habló rápidamente acercándose a mí. -Yo fruncí el seño y agite mi cabeza, haciendo a Sabine resoplar.
-Irene, abre tus ojos. Sabes que quiero ayudarte. - El tono de su voz ahora era sereno. Primero la ira, después las peticiones. Típico.
- No lo dudo, Sabine. - Hablé entrando al juego.
Sabine tomo una respiración profunda y caminó hacia el sofá de piel, dando tres palmaditas al acolchado para que me sentara a su lado.
- Dime, mi ángel, ¿Por qué quieres dejarlo todo? ¿Necesitas dinero? Yo te puedo dar, ¿Cuánto necesitas?. - Caminé a la larga ventana de vidrio en su oficina, observando a las otras chicas ensayando en medio del pasillo.
-No puedo continuar aquí, estoy tratando de tener una relación seria con Gala. Y continuando siendo una stripper no ayudará.
-¿Así que es por Gala?
-Es por mí.- Dije volteandome para encararla.
-Esa mujer cambió tu cabeza, sabía que no funcionaría. Ella no es tu mejor opción, Karime. - La mujer se paró.
- ¡Esa mujer es la mujer que yo amo!
Sabine rio mientras vertió una buena cantidad de Whisky en un pequeño vaso.
-El amor va y viene, Irene. Estas lanzando tu mejor oportunidad a la basura, por un pequeño enamoramiento.
-Cómo sea, me voy de "Imperium".
Asentí, viedo a la mujer que me miraba fijamente. A pesar de su aparente calma, conocía a Sabine lo suficiente como para saber que ella fue tomada por la ira. Mi decisión nunca sería aceptada por ella con buenos ojos. Eso iba en contra de nuestra sociedad.
-Muy bien, cariño. Si ya no te sientes cómoda en mi club, no te obligaré a quedarte.- Su tono de voz serena y confusa me causó una cierto escalofrío. Había aceptado con demasiada rapidez.
-Pero creo que para que nosotras nos separarnos con una buena relación, sin marcas de resentmiento, necesito que hagas una última cosa por mí.
Mis manos estaban sudando y ese frío en mi estómago estaba consumiendome de nuevo.
-¿Qué es lo que quiere?
-Me imagino que te quieres ir de aquí en buenos términos conmigo, ¿cierto?
-Por supuesto, Sabine. Sabes que siempre podrás contar conmigo.
Sabine sonrió y se sentó en su silla, girando hasta que se detuvo de nuevo frente a mi.
-Tengo muchos planes para este lugar, mi pequeño ángel. Lo siento, pero tú no disfrutarás de las buenas cosas que vienen. Por tu elección, por supuesto, por mi tú te quedas.
Me moví impacientemente, queriendo saber de una vez por todas lo que quería de mí.
-Pero para alcanzar ese lugar, necesito de buenos inversionistas. Lo sabes perfectamente. - Me paré en silencio, solo esperando a que continuara.
-Y la señorita Michelson es una buena opción.
-¿Y qué tengo que ver con eso? - Pregunté tragando fuerte. Sabine sonrió sarcásticamente.
-Quiero hacer una última petición.
-Adelante.
- Mi última petición es que hagas un último baile. El mejor de todos. - ella exclamó con optimismo.
- Por supuesto, lo haré sin ningun problema. Una despedida, ¿cierto? - Ella asintió.
-Exactamente, pero este baile será exclusivo para alguien.
-¿Quién?
-¿Quién crees? La señorita Michelson. El futuro de "Imperium". -Sabine encajó la última pieza del rompecabezas.
-¿Qué? ¿Estás loca? No. - Hable rápidamente.
-¿Cuál es el problema?
-No hago bailes privados para nadie, y lo sabes.
La mujer se levantó y bebió hasta la última gota de bebida alcohólica en su vaso.
- Yo creo que por esta última vez, puedes hacer una excepción, ¿cierto?
Una especie de explosión de destellos en mi cabeza surgió en ese instante, mi corazón se aceleró, eso fue todo.
-No puedo, no lo haré. Ya te lo dije.
-Irene, no seas tonta. Lo haces para muchas personas, ¿Cuál es el problema con hacerlo para una sola?.
-Sabine, no quiero ningun problema. ¡No haré nada para esa mujer!
-¡No puedes negarme eso! ¡Después de todo lo que hice por ti! ¿Me negarás esta petición? Nadie estará aquí, solo tú y ella.-La miré a los ojos, y a pesar de todo, Sabine era la mujer que me tendió la mano cuando más lo necesitaba.
-Sabine, por favor.
-Escucha, no tienes que responderme ahorita. Ve a casa y piensalo. - ella habló mientras caminaba hacia la puerta, la cual abrió. Me quede quieta, mirandola. Y después camine hacia la salida.
-Piensa cuidadosamente tu respuesta, Irene. Que tengas una buena noche.
Sabine Pov
Cerré la puerta delicadamente viendo a Irene descender de la escalera a través del vidrio de la ventana. Si tan solo ella supiera el odio que estaba sintiendo en este momento, ella hubiera pensando mil veces antes de haber entrado a mi oficina para hablar tonterías. ¿Cómo me podía traicionar de esta manera? Escogiendo dejar "Imperium" para simplemente complacer a esa maldita arrogante del infierno.
Tiré el vaso que estaba sobre mi escritorio en el suelo, viéndolo hecho añicos en el suelo aterciopelado.
Sentía mi cuerpo caliente, mi sangre estaba hirviendo de ira por ambas mujeres. Si ellas piensan que van a hundir mi club estaban muy equivocadas, yo siempre estoy un paso adelante. Gala no será capáz de quitarme a Irene, no lo hará.
-¿Sabine? - Escuche la voz de Bárbara viniendo del baño.
Corrí para desbloquear la puerta, para que así la mujer pudiera salir.
-¡Finalmente! Pensé que me habías olvidado aquí - ella se quejó.
-Lo siento, Irene se acaba de ir.
-Esta bien, escuché la conversación.
-Ella esta loca.
- Eso solo prueba lo que siempre te dije.
Rodé los ojos y se acercó al sofá. Bárbara siempre había estado en lo cierto, el hecho de que Gala entró en "Imperium" arruinaría mis planes . Su poder sobre la gente era simplemente magnífico, ya que Irene no ha sido nunca una mujer fácil de convencer , pero Gala lo había conseguido.
-No importa ahora. Tu esposa no saldrá ganando de esto.
-¿Realmente lo crees? Gala es muy afortunada.
-Estoy segura, Bárbara. Este no es un juego de suerte.
-¿Y es un juego de qué entonces?
-De habilidades.
-¿Qué quieres decir por?
-Le hice una buena propuesta a Irene, y sé que ella no se negará. A pesar de estar con la cabeza alrevés por esa maldita mujer, ella tiene un sentimiento muy fuerte de gratitud hacia mí.
-La única cuestión es si ese sentimiento de gratitud será más fuerte.
-Sé que lo hará. Conozco a mi bailarina.
-¿Qué estás pensando hacer?-Bárbara preguntó mientras de acercaba, sentandose junto a mí en el sofá.
-Aceleraremos nuestros planes, Bárbara. Tenemos que actuar con rapidez, antes de que Irene deje "Imperium" para siempre.
-No lo sé... Tal vez deberíamos esperar.
-¡No! Prepárate bien, tan pronto como reciba un "Ok" de Nacha actuarás hacia Montes. Bárbara me miró y asintió con la cabeza.
- Pero es algo complicado, Gala ya le dejo claro al personal de seguridad del edificio que no me permitan la entrada.
-Arréglalo, sé que eres muy inteligente y encontrarás una manera.
-Me alegro de que ya lo sepas, quiero de regreso mi lugar en el trono de Montes, y haré absolutamente todo para conseguirlo.
- Y quiero a mi bailarina aquí, a mi lado. Siempre.
-¿Sólo a ella? -preguntó de una manera provocativa.
-No, claro que no. Incluso con nosotras preparando todo, no nos dejaremos de ver la una a la otra. ¿Verdad?
-Por supuesto que no, ¿Realmente crees que me voy a perder mis noches contigo por Gala? Voy a ser su esposa, pero nada me lo impedirá.
-Estupendo.Pero primero, concentrémonos en Irene y Nacha.
-Por supuesto.
-¡Qué triste sería para la pobre empresaria ver cómo su novia le es infiel. -Hablé saboreando cada palabra en mi boca.
La mujer a mi lado sonrió diabólicamente.
-Gala nunca aceptaría ser engañada. Mucho menos con Michelson.
- Pero va a ser con ella, voy a enseñarle a Montes cómo jugar.
-Muy determinada, Sabine. Me gusta. - fueron sus últimas palabras antes de sellar sus labios con los míos.
Pov Briggitte
Entré en el vestidor principal viendo a Karime empacando su maleta rápidamente. Parecía algo agonizante y enojada. Me acerqué lentamente, y sin embargo la mujer no notó mi presencia. Sólo confirmando lo mucho que se perdió en sus pensamientos.
-¿Kari? ¿Todo bien?
La morena saltó con su mano en su pecho, en señal de miedo.
-¡Jesús! Bri. Me asustaste.
-Lo siento mucho, he estado aquí durante mucho tiempo.
-No hay necesidad de pedir disculpas, estoy simplemente distraída. -dijo ella regresando su atención hacia sus cosas.
-¿Sucedió algo? -Le pregunté preocupada, sentándome en una silla junto a ella.
-Está sucediendo todo lo que puedas imaginar.
-¿Quieres decirme?
Karime tomó una respiración profunda y se apoyó contra el mostrador detrás de ella, mirándome con una expresión pensativa.
-Dejaré "Imperium", Bri.
Amplié mis ojos por la sorpresa. ¿Qué quiere decir con dejar? Irene era la preciosa joya de ese lugar.
-¿Estás loca, Kari?
-No, no puedo quedarme aquí ya. Las cosas con Gala están tomando otros caminos y estar aquí arruinará todo. Además, hay muchas cosas pasando aquí.
-¿Pero ella ya no acepta que estés aquí?
-Sí, lo hizo. Pero eso no significa que le gusta. -Suspiró Karime - y no es sólo por eso, no quiero problemas con ella.
-Esto es todo muy extraño.
-No tienes idea. -dijo cerrando la cremallera de su bolsa - voy ahora a casa, duerme con nosotros allí mañana. Te diré todo. Asentí lentamente y se puso de pie.
-¿Te vas ya?
-Sí, todavía tengo que postergar un compromiso.
-Bien, te acompaño a la puerta, Kari.
La morena asintió con una sonrisa tímida, y luego caminamos a la puerta de atrás. Vi a Karime siguiendo su camino por el corredor hasta que ella fue detenida por alguien en la entrada. Intentó volver, pero la persona sostuvo su brazo. Por el tamaño y características juzgo que es una mujer.
Descendí la pequeña escalera y me acerqué. Fue la misma empresaria que estuvo en el interior unos minutos atrás, Nacha Michelson. La conversación parecía intensa, porque Karime estaba un poco exaltada. Pensé en acercarme y ver lo que sucedía. Pero las dos parecían comenzar a arreglarse. Aún con la evidente incomodidad en esa situación, todo estaba tranquilo. Me regresé dentro del club y continué observando esa situación. Cuando por fin Karime se alejó de la mujer y se dirigió hacia el estacionamiento.
Gala Pov
Me senté otra vez sobre el suave sofá de la sala de estar mientras tomaba el resto del té caliente de mi taza. Ya era muy tarde y ni siquiera había señal de Karime. Ya me estaba poniendo muy preocupada. Desbloquee la pantalla de mi teléfono, pero no hubo notificaciones. Marque su número por quinta vez en esa noche, y la irritante voz de la operadora me informó que el teléfono estaba apagado.
-¡Qué maravilla! -Sople lanzando el dispositivo a un lado.
Karime tendría que darme una buena explicación para esto. Si hay una cosa que me hace realmente enojar, era esperar. Me puse las pantuflas y camine hacia la cocina, sustituyendo el maldito té por un vaso de whisky.
¿Algo le sucedió a ella? Tal vez debo llamar a Marie Clare y averiguar. Pero ¿qué pasa si ella piensa que estaba siendo demasiado invasiva? Sacudí mi cabeza para luego mojar mis labios con el líquido de mi vaso. Sintiendo el sabor fuerte del alcohol en la punta de mi lengua. Me quedé unos minutos en el balcón cerca de la sala de estar, sentiendo el escalofrío en mi espina dorsal. Esa noche estaba completamente cerrada, una tormenta caería pronto, muy pronto. Tomé otro sorbo de whisky, que calentó mi interior por completo. Hasta que por fin escuché el sonido estridente de mi teléfono.
Corrí a la sala de estar recogiendo el pequeño dispositivo, viendo la pantalla de destellar con su nombre.
"Amor"
Si alguien en nuestra empresa ve cómo nos tratamos entre nosotras descubrirían sobre nuestra relación. Que para ser sinceros ni siquiera era un secreto ya.
-¿Hola? -Escuché su voz baja del otro lado.
-¡Finalmente, Kari! ¿Dónde estás? Ella suspiró.
-Estoy en casa, bebé.
-¿Quieres que envie a alguien a recogerte o vienes en coche? -Pregunté tumbándome en el sofá.
-Bebé...
-Sí, amor.
-Llamé para decir que no voy. -Frunci el ceño y me sente en el sofá.
-¿No vienes? ¿Por qué? ¿Sucedió algo? -Dejo las preguntas de una manera inconsciente.
-No, yo sólo estoy muy cansada hoy. -susurró débilmente.
-Bebé, puedes estar aquí conmigo. Cuidare de ti.
Se quedó callada durante unos segundos. Karime parecía distante y totalmente perdida en nuestra conversación.
-No estés molesta, ¿está bien? Nos vemos mañana.
-Karime, ¿está todo bien contigo?
-Sí, estoy cansada y con calambres.
Suspiré molesta. Todo lo que parecía una mala excusa para no reunirse conmigo. Simplemente no entendia la razón para eso. Aún cuando ella estuviera totalmente cansada o con dolor, Karime no se negaría a venir. No por cosas triviales.
-Ok. -eso era todo lo que dije.
-Gala...
-¿Hm?
-Sé que estás enojada, pero, por favor. Entiéndeme.
-¿Comprender que simplemente desapareces y cuando apareces, dices que estás cansada y con calambres y no puedes verme?
Solté las palabras de una manera grosera, dejandola permanecer callada. Karime sabía exactamente cuan molesta estaba, pero no sólo por su escape de mí. Y sí por ser evidente la terrible excusa que me había dado.
-Lo siento.
-Buenas noches, Pindter. -Colgué, lance el dispositivo a un lado.
Karime Pov
Tiré mi celular en mi cama, frente a Marie Clare que me miro con miedo. Me senté a su lado y suspire. Apoyando mi cabeza en su hombro. Para empeorar mi día qué tenía pasar, Gala está muy enojada conmigo. ¿Podrían las cosas ponerse peor? Oh Dios, realmente podían. Preferí callar y dejar todo como está. Sólo esperando que todo este bien al final.
-¿Ella está enojada?
-Ya te lo puedes imaginar, ¿cierto? Ella está muy molesta. Y con razón. -Hablé tristemente.
-Deberías de haber ido ahí para verla, enfriar la cabeza de todos estos problemas. Gala te haría relajarte.
-No, Marie Clare, odio tener que estarle mintiendo a Gala.
-Creo que debes decir la verdad.
Me quedé mirando Marie Clare que me miró con serenidad. Ella siempre supo lo que era correcto y siempre me indicó el camino. Pero por otro lado era lo suficientemente terca para no obedecer. Mi cabeza estaba en una confusión colosal, parece que todo se volvió de cabeza de nuevo. Y simplemente no podía hacer nada para cambiarlo, o podía.
-¿Tienes alguna idea del daño que sería? Gala es totalmente impulsiva.
-Lo que sea, ella se merece algunas bofetadas de Gala por hacer estas cosas.
-No quiero problemas.
-Tienes que dejar de preocuparte tanto, Karime. Deja que toda la mierda suceda. No tiene sentido evadirlo, tarde o temprano va a estallar.
Sacudí mi cabeza y se puso de pie.
-No estás entendiendo. Todo esto es demasiado grande, y quien saldrá jodida seré yo.
-Si no haces lo correcto, realmente te vas a joder.
-¡No estás ayudando! -Exclame enojada.
-Eres la que no se está ayudando a sí misma, Kari, sabemos exactamente lo que tienes que hacer. Pero dime, Sabine debe haber estado bastante enojada.
-Lo estaba, mucho. Con toda seguridad ella está odiando a Gala con toda sus fuerzas.
-Por supuesto, es por ella que vas a salir.
-No sólo para ella, Marie Clare, también por mí. Me gusta lo que hago, pero llega un momento que simplemente ya no funciona.
-Lo sé, Chancho. Todo funcionará, estoy aquí para ayudarte, ¿ok? -hablaba con calma acercándose a mí, dándome un abrazo reconfortante. Hasta que escuchamos el sonido del intercomunicador agudo.
-¿Esperas a alguien? -Le susurré a Marie Clare quien sacudió su cabeza.
Se encogió de hombros y caminó hacia la puerta de enfrente, la cual abrí y me encontré con ella.
-¿Qué haces aquí?
ESTÁS LEYENDO
THE STRIPPER - GARIME
Fanfiction¿Se han imaginado tener dos vidas? ¿Ser dos personas al mismo tiempo? Apuesto a que sí. Pero entre pensar y vivir hay una diferencia muy grande, creo. Imaginemos... Está historia no es mía, es sólo una adaptación. Todos los derechos a @SheWantsCami...