CAPÍTULO 40 - "¿TODO FUNCIONARÁ?"

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Pov Sabine



Me quede por algunos momentos más observando todo el movimiento del club, hoy era otro día abarrotado. Gracias a Dios, o mejor, gracias a Irene. Negué con la cabeza pensando que no iba a venir esta noche, y tanta irresponsabilidad me llenaba de furia. Karime Irene siempre había sido impecablemente profesional en "Imperium", hasta que conoció a Gala, por supuesto. Ni siquiera quiero pensar en eso ahora mismo, su tiempo de presentarse ya había pasado, y no había ni una señal, ni siquiera una maldita llamada. Briggitte tomo su lugar esta noche, la pelirroja era mi segunda mejor bailarina del lugar, su cuerpo escultural y la facilidad que tenía para seducir, cubría la ausencia de Irene. Pero no mucho, la "intocable" tenía clientes que solo asistían por ella, por nadie más. Clientes importantes, magnates de Miami.



-Escuche que Irene no vino.



Tome una respiración profunda, permanecí en el mismo lugar en el que estaba. Lleve el cigarrillo a los labios, expulsando fuerte el humo por la boca, para después voltearme hacia Bárbara . La mujer se veía hermosa, y sonreía como si dijera "te lo dije".



-No tiene caso que pongas esa cara de funeral Sabine, Sabíamos que esto iba a pasar tarde o temprano. Ausencias y negligencias.- la mujer hablaba pacientemente mientras caminaba hacia el gabinete de bebidas, sirviéndose un Martini.



-No debe hacerme esto, yo fui la persona que más la ayudo.



-Ya se olvidó de eso, tiene a Gala ahora.



Gala... solo el nombre me hacía sentir una gran repulsión. Maldito el día en que entro al club. Apreté fuerte el vaso, sintiendo que en cualquier momento se rompería entre mis dedos. Hasta que sentí los delgados dedos de Bárbara deslizarse por mis brazos en una caricia.



-Te lo dije, Sabine, pero aún así te apiadaste de ella.- susurraba sus palabras fríamente en mi cuello, causando que todo mi cuerpo temblara.- Irene no merece tu compasión.



-No es su culpa, es culpa de Gala.- dije con enojo.



Sentía a Bárbara sonreír a mis espaldas, su mano subió a mi hombro donde apretó lentamente, en un lento y relajante masaje.


-No importa de quien es la culpa, no podemos dejar que nuestro plan se venga abajo. No podemos dejar que Gala se lleve a Irene de Imperium ¿Cierto? - Dijo Bárbara suavemente, mientras dejaba que sus labios húmedos se deslizaran por toda la extensión de mi cuello. Solo asentí. Nunca nos habíamos envuelto de forma carnal, pero esta noche pareciera que quería algo más.



-Cierto.



-Perfecto. Ahora quiero que bajes al piso principal del club. Sabemos que la Señorita Michelson está ahí. Y convéncela de conocer a nuestra pobre bailarina.


Dijo cerca de mi oído, dando una pequeña mordida en el lóbulo cuando termino de hablar, cerré los ojos y suspire, mirando a través de la gran ventana de vidrio. Nacha Michelson estaba divirtiéndose a expensas de una de las bailarinas. Si ella sería la solución a mis problemas, lo haría.



-Déjamelo a mí, lo haré.



Bárbara sonrió pícaramente, guiñándome el ojo.

THE STRIPPER - GARIME Donde viven las historias. Descúbrelo ahora