CAPÍTULO 41 - "MENTIR, ¿SI O NO?"

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POV Karime

Cerré los ojos sintiendo los atrevidos labios de Gala deslizarse por mi cuello, para después sentir sus dientes clavarse lentamente en mi piel. Dejé escapar una profunda bocanada de aire, apretando mis piernas para no empeorar nuestra situación. Pero ella estaba a mil, Gala estaba ahora encima de mí, besando mi boca como si el mundo se fuera acabar, su mano derecha bajó a mi muslo, flexionándolo para estar entre mis piernas. Era demasiado temprano, alrededor de 6:33AM para ser más exactos. Hemos despertado y decidido decir adiós a ir a trabajar.

Ayer por la noche, después del picnic Gala decidió llevarnos a los bolos. Ella estaba decidida en hacer el día de Sofí maravilloso. Y realmente lo fue, tuvimos un montón de diversión mientras jugábamos, y yo, por supuesto, fui la campeona entre ellas. Sofí se quedó un poco enojada, y Gala nos dio la idea de que fuéramos a comer un buen sándwich, haciendo instantáneamente feliz a Sofí. Hablamos y bromeamos durante un par de horas más hasta que regresamos a mi apartamento. Con mi manera dulce pude convencer a Gala para alojarse y dormir conmigo, Sofí estaba en la habitación de Marie Clare, según ella la cama de Marie Clare era más cómoda. Gala, obviamente, dormía conmigo, y se comportó bien después de amenazarla tres veces. La huelga de sexo estaba haciendo completamente loca a mi novia, y a mí también.

-Gala...

Ni siquiera me estaba escuchando, chupó el lóbulo de mi oreja haciéndome jadear. Maldita. Sus manos vagaban arriba y abajo de mi cuerpo, arañando levemente, causando una muy deliciosa excitación. Lleve mis manos a su cabello, tirando de su cara hacia la mía. Gala capturó mis labios en unos pocos segundos, chupando de ellos. Estuvimos tocándonos con locura en el sofá de mi apartamento. Ese no era el plan inicial, la mujer dijo que sólo quería algunas caricias y ahora míranos.

-Alguien podría vernos, Sofí está durmiendo y ella podía despertar. - Susurré Cuando descendió los besos a mi pecho.

-Sólo tienes que estar en silencio, bebé. - Gala susurrada deslizando su lengua en mi piel.

Maldita sea, ella me enloquecía. Su respiración pesada y caliente contra mi piel me hizo querer renunciar a la maldita huelga que impuse.

-La Huel...

-Olvídate sobre la huelga, ¿de acuerdo?

Gala se sentó en el sofá, tirando de mi cuerpo con cierta fuerza hacia ella. Haciéndome sentar a horcajadas sobre su regazo. Sus manos se posaron en mis muslos donde apretó con fuerza. Suspiré y lleve mis manos a su cuello, entrelazando los dedos entre los mechones de su cabello. Ella me miró y sonrió. Negué con la cabeza y la besé.

Al principio, el beso fue sólo un contacto de labios, Gala deslizó la punta de la lengua por el labio inferior muy despacio, indicando lo que quería y lo permití. Sintiendo su lengua serpentear sobre la mía diabólicamente. Suspiré con el contacto, y chupó con necesidad. Sentí sus manos hábiles deslizarse dentro de mi blusa, sus dedos delgados navegando por mi espalda. Cerré los ojos cuando desconecto nuestras bocas y navego con los besos por mi cuello haciendo parada en el punto de mi pulso, donde los chupo, mierda. Eso dejaría una marca. Clavé las uñas en su hombro, impulsando a que continuara.

Con una velocidad, Gala llevó las manos al botón de los pantalones cortos que llevaba, desabrochándolos tan rápido que ni siquiera me di cuenta hasta que empezó a tirar de ellos hacia abajo. Nuestras respiraciones eran pesadas e irregulares, me eché hacia atrás, recibiendo besos desesperados en mis pechos, incluso por encima de la blusa delgada que estaba encendiéndome. Gala deslizó su lengua justo encima de mi pezón, mientras frota las manos con fuerza en mi centro sobre la gruesa tela de mis pantalones cortos de mezclilla.

"Dios, necesito más!" - Exclamé en mis pensamientos.

Apreté los dedos en su pelo, y claramente le daba a entender que estaba rindiéndome, porque la maldita mujer dejó escapar una risa cínica acompañada de una mirada traviesa.

-Si Supieras que tan caliente está, señorita Pindter...

Me mordí el labio con fuerza, que casi no escuche mucho, el roce de su mano sobre mis pantalones cortos me estaba enloqueciendo, y me dejó alterada. La falta de un contacto fuerte me dejó irritada.

-Retira estos putos pantalones cortos de mi cuerpo! - Ordené.

Y cuando Gala comenzó a tirar de ellos hacia abajo con fuerza, la puerta de la sala se abrió rápidamente, sorprendiéndonos hasta el punto de que me prácticamente salte de su regazo, y caí en el suelo.

-Karime! - Gala me miró asustada.

Y me quede viendo aun tirada en el suelo. Gala se puso de pie y extendió su mano hacia mí, ayudándome a levantarme. Me puse de pie rápidamente, para ver a Paola y Marie Clare que nos miraban con malicia. Enderecé mi ropa rápidamente y también lo hizo Gala.

-Nosotros no miramos nada, niñas, relájense! - Paola dijo con su mano cubriendo sus ojos.

-Oh sí, si vimos, oh lo hicimos! - Marie Clare habló con malicia.

Gala se aclaró la garganta y yo quedé mirando a Marie Clare con los ojos muy abiertos.

-Marie Clare! - Paola le dio un codazo.

-¿Qué Paola? Estaban casi comiéndose una con la otra en nuestro sofá.

Marie Clare intentó susurrar, más fuerte de lo que debería. Me quedé mirando a Gala que estaba algo rojiza, pero no sabía si era de la vergüenza o la excitación.

-Cállate, Marie Clare! - Paola empujó a Marie Clare, que estaba quejándose. Nos quedamos en silencio durante unos segundos incómodos.

-Bueno, Kari, me voy ahora. Necesito... - Gala puso su mano en la sien izquierda confundida - Voy a casa.

Me mordí el labio y sonreí torpemente.

-Está Bien, bebé, nos vemos más tarde en la empresa.

Gala asintió y se acercó para robarme un beso rápido. Para luego dejarme y me quedarme mirando a las chicas de pie cerca de la puerta. Las dos sonrieron y Gala dio una sonrisa tímida para luego caminar hacia la salida.

-Buenos días señoritas.

-Buenos Días, señorita Montes. - Dijo a Paola.

-Buenos Días, Gala! - Marie Clare dijo saludando a Gala que dejó el apartamento. Tan pronto como la puerta se cerró Paola quedó mirando a Marie Clare.

-Gala? ¿Eres tan íntima con ella?

-¿Qué? ¡Obvio cariño!, estaba casi teniendo sexo con Kari en mi sofá, si no la puedo llamar por su nombre de pila, no voy a permitir estas cosas atrevidas aquí.

Paola dejó escapar una risa divertida y se dirigió a la cocina.

-¡¿Y Usted, señorita?! ¿No tienes una habitación, ¿eh? - Marie Clare se acercó a mí con una mirada traviesa.

Suspiré y me encogí de hombros.

-Sofí Está durmiendo en mi cama.

-¿Y Es por eso que estabas teniendo sexo en el sofá?

-Nosotros no estábamos teniendo sexo! Gala todavía está castigada. - Hablé mientras abrochaba los pantalones cortos.

-Parecía que lo estaban! - Paola habló antes de beber agua.

-Estaban a punto de hacerlo, ¿verdad? Unas sobre la otra, querida. Estabas sentada a horcajadas sobre ella! No ibas a durar mucho tiempo.

-Soy Fuerte, Marie Clare, Gala necesita este castigo.

-¿Hasta cuándo? ¿No tienes miedo de que ella después vaya por otra persona?

-Gala ama Kari, Marie Clare! - Paola dijo con calma.

-Así es, ella me ama!

-Ella realmente parece enamorada, siendo la jefa es incluso extraño, ella era tan seria.

-Para mí, ella todavía lo está. - La más pequeña se encogió de hombros.-Gala es muy cariñosa.- Me senté al lado de Paola que me sonreía.

-¿De Verdad? Ella parece ser una de esas mujeres frías y groseras a quienes les gusta el sadomasoquismo. Como una versión más ruda y femenina de Christian Grey.

-Jesús, Marie Clare está en lo correcto.

-Pero ella no lo es! No siempre, ella es cariñosa y atrevida. Ella sabe cómo utilizar ambos lados en el momento adecuado.

-Kari se pone toda tonta hablando de Gala! - Paola dijo abrazándome.

-El amor, mis queridas, invade esta casa.

-Tal vez. - Dije sonriendo - Pero dime, ¿dónde estaban ustedes dos que sólo llegaron ahora? Siéntate aquí, Marie Clare! - Hablé dando palmaditas al acolchado sillón.

-Estábamos en la casa de la abuela de Paola, ayer era su cumpleaños. Y no me sentare allí, probable este mojado con tu sabes que...

-Misericordia, ¿Está mojado? - Paola saltó del sofá, haciéndome reír.

-¡Sí! Esta mojado con su fluido.

-¡Por supuesto no! Marie Clare, cállate! - Le tiré una almohada a ella.

-¡Dios bendito! Kari encárgate de la limpieza de este sofá ahora! - La más pequeña dijo caminando hacia su dormitorio.

Marie Clare dejó escapar una risa en voz alta y se tiró en el sofá junto a mí.

-¿No te cansa de molestarla así? - Hable dando una ligera caricia en el pelo de Marie Clare, poniendo su cabeza en mis piernas.

-Amo esa manera santa de Paola, Kari. Somos el trío perfecto.

-¡Cuarteto! Briggitte dijo que ella va a dejar su apartamento para venir a vivir con nosotros.

-¿De Verdad? Será bueno tenerla aquí.

-Ustedes dos también podrían tener diversión en este sofá, ¿no crees? - Hablé sugestivamente.

-¿Qué? ¿Cuándo te caíste del regazo de Gala te golpeaste la cabeza contra el suelo? Soy heterosexual, mi amor.

Dejé escapar una risa.

-Hasta que intentes el otro lado, querida, confía en mí. Briggitte es preciosa y podrías probar muy bien el lado colorido de la vida.

Me levanté del sofá dejando tirada a Marie Clare allí.

-Kari, es la falta de sexo, ¿sabes? Ve a tener relaciones sexuales, que está afectando a tu cabeza.

La oí gritar en la sala de estar, y me reí. Caminé hacia mi habitación viendo a Sofí dormir en la cama. Dios, yo todavía tenía que llevarla a su casa antes que Isabel regrese.

-¡No Quiero ir a casa, Kaki!

Esa frase se repitió decenas de veces desde que salimos de mi apartamento. Sofí estaba prácticamente tratando de saltar fuera del coche y volver a mi apartamento.

-Sofí, ese era el trato, ¿recuerdas?

-¡Pero yo no quiero! Es aburrido quedarse allí.
-Suspiré al ver a la chica con los brazos cruzados sobre el asiento del pasajero.

-Te voy a visitar más a menudo, ¿ok? Lo prometo. La pequeña me miró triste y suspiró.
-No Pongas esa cara, sabes que no tengo otra opción. Si fuera por mí estarías viviendo conmigo.

-¿Y Por qué no puedo vivir contigo y Gala?

-¿Quieres vivir con nosotras?

-¡Por supuesto! Sería muy divertido! - Habló con entusiasmo.

-No creas que siempre tendremos fiesta, señorita. Tanto Gala y yo trabajamos mucho!

-Lo Sé, Kaki. Pero me siento muy feliz cuando estoy con ustedes dos.

Estaba toda mi atención en la carretera, pero en este instante dio un rápido vistazo a Sofí que se quedó pensativa.

-¿No eres feliz con tus padres?

-Nuestros padres. - Corrigió ella de una manera rápida e inteligente para un niño - A veces, se pelean mucho. Y mamá? ha estado actuando raro últimamente.

-Raro Cómo?

-No sé cómo explicarlo, Kaki, a veces se ve débil, el otro día se cayó en la cocina de la nada.

-¿Sabes Si está enferma?

-Le Pregunté a papá, pero él dijo que estaba bien. Que ella solo no ha estado comiendo bien.

Suspiré cuidadosamente, a pesar de todo me sentí un poco rara pensar que no era así. Isabem siempre fue una adorable madre, hasta que Alberto entró en un mundo perdido. Tal vez él es el culpable de todo lo malo que nos había pasado a nosotras.

-Hmm, él ha estado allí?

-Sí, a veces se mantiene alejado durante unos tres días, pero luego vuelve a casa. La semana pasada regresó bastante herido, dijo que fue agredido por los ladrones.

"Mentira." - Pensé rápidamente.

-A demás de eso, ¿no hay nada más raro allí? ¿Nadie diferente? Sofí pensó unos instantes y luego dijo:

-Sólo Un hombre que nos ha estado visitando. Él parece bastante enojado cuando va allí, él siempre pregunta por papá. Pero mi padre nunca habla con él, siempre nos dice que debemos decir que no está en casa.

-No te quiero cerca que ese hombre, ¿de acuerdo? Abre los ojos y ten cuidado, cualquier cosa me llamas, Sofí...

-Está Bien, Kaki, relájate.

Le regale una débil sonrisa, parando el coche delante de la casa de Madalena.

-Llegamos.

Sofí miró la casa por la ventana y luego me miró.

-No Te preocupes, te voy a visitar más a menudo. Y te garantizo que estoy trabajando en algo muy genial para ti.

-¿En qué? - Preguntó con curiosidad.

-Es un secreto, pero que te va a encantar.

-Dame al menos una pista, Kaki! – Saltó del asiento del coche, haciéndome reír.

-Tiene que ver contigo, Gala y yo.

-¡Oh Dios mío! Si se trata de lo que estoy pensando!

-¿En Lo que estás pensando, enana?

-¿Me vas a llevar a vivir con ustedes dos?

-Quién Sabe... - Me encogí de hombros y me miró aún más emocionada de lo normal - pero eso es un secreto, ¿vale? No se puede decir a nadie, o todo puede ir mal.

-No Lo diré, Kaki! Lo prometo.-Sofí habló con una de sus manos en alto como si fuera un juramento.

-Perfecto, Ahora ve. Y recuerda, me llamas cada vez que necesite algo. Te echaré de menos, Sofí.

-Voy a extrañarte también, Kaki, envíale un beso a Lolo, y dile que vamos a comprar nuestro cachorro la próxima vez que la vea!

Sonreí y deposité un beso en la mejilla de Sofí, y entonces ella me abrazó con fuerza. Es difícil siempre el decir adiós, yo quería ser capaz de vivir con mi hermana todos los días, pero todavía no tenía otra opción. La pequeña me soltó y sonrió, para después abrir la puerta del coche y salir hacia la casa de Madalena. Me quedé esperando hasta que la vi entrar en la casa. Y entonces me fui.

-Voy a esperarte allá.

-¿Y qué pasa si no voy? - Gala preguntó irritada.

-Voy a estar muy molesta contigo, y la huelga durará más tiempo.

La mujer resopló y se cruzó de brazos. Y me acerque lentamente. Estaba apoyada en su escritorio, mirándome con ese par de ojos almendrados intensos. Corrí lentamente los dedos sobre el cuello de la blusa formal perfectamente femenina, ame a Gala con ellos. La hacían ver atractiva y seria.

-No Pongas esa cara, bebé.

Gala suspiró, y envolvió mi cintura con los brazos. La puerta de la oficina estaba cerrada y las persianas impedían ver a cualquier persona del otro lado lo que estábamos haciendo.
Últimamente, la oficina ha estado siempre así.

-Estoy Celosa, Camz, te quedas medio desnuda para aquellas personas.

-Te gustó. - Dije sonriendo, tocando la nariz de Gala con la punta del dedo índice.

-Me gustaba cuando yo estaba tratando de conquistarte, ahora tengo a Karime Irene por mí misma, no te quiero compartir con nadie.

-Y no compartes, soy tuya.

-Mía.

Sonreí y selle mis labios sobre los de ella, sintiendo su boca que se movía lentamente sobre la mía.

-Voy a bailar y me vas a ver. Y luego vamos a salir, ¿trato?

-¿Tengo otra opción? - ella preguntó. Negué con la cabeza y sonreí.

-Sé agradable, Gala, mañana vas a permanecer lejos de mí.

-¿Lo estaré?

Ella frunció el ceño confundida.

-Por supuesto, ¿o has olvidado ya que mañana es la entrega de premios? Business Award USA? Gala arqueó las cejas como si acabara de recordar.

-¿Estás segura de que no quieres ir conmigo?

-No creo que sea apropiado para mí que vaya contigo.

-Tengo derecho de ir con quien yo quiera.

-Gala...

-Te vienes conmigo, o yo no voy a "Imperium" .

-¡Chantajista!

-No. Inteligente, bebé!

-No Tengo ropa para ese tipo de evento. - Dije saliendo de sus brazos, dando cualquier excusa para no ir.

Me quedé mirando a Gala que sonreía.

-Gala, No puedo ir contigo, todavía no es el momento para que todos sepan. Eres es una figura pública, todo el mundo quiere saber sobre tu vida.

-No quiero ocultar para siempre lo que tenemos, Karime.

-Yo Tampoco, pero esperemos un poco, ¿de acuerdo? -Suspiró derrotada y asintió.

Después de algo más de tiempo insistiendo, Gala aceptó verme en "Imperium". Según ella, era mejor que estar cerca viendo todo que estar lejos imaginándolo. Me reí en ese momento debido a su mente celosa, Gala podría ser algo posesiva. Ok, algo modesta, MUY sería la palabra más adecuada. Pero me gusta como es, la mezcla de personalidades que llevaba era el punto perfecto de una mujer. Por lo menos en mi opinión.

-Tu admiradora no te deja sola, incluso después de comenzar a salir contigo, ¿eh? - Briggitte preguntó sonriendo mientras entraba en mi camerino.

Dejé escapar una risa suave, pero continué poniéndome el maquillaje.

-Ella vino casi forzada hoy, Bri.

-¿De Verdad?

La pelirroja preguntó sentándose a mi lado, Briggitte lucía maravillosa como siempre. Vestida como una policía atractiva, con un súper corto uniforme y todo.

-Sí, Gala es muy celosa. Ella no le gusta compartir.

-Y tiene razón, Kari, nadie lo haría.

-Lo sé, a veces pienso que imponiendo esto está mal, sabes? - Suspiré poniendo el delineador de ojos en el mostrador - Pero no se siente bien dejar a Sabine, ella siempre fue tan buena conmigo.

-Sí sabemos. Pero creo que le diste grandes beneficios para el club. Ya has pagado la deuda que piensas que tienes.

-¿Crees?

-Por supuesto, Karime! No puedes trabajar para ella el resto de tu vida, Sabine no es tu propietario. Eso sería explotación, ella no es una santa tampoco. Ella ha estado actuando muy raro en estos días.

Entrecerré los ojos, y Briggitte se encogió de hombros.

-¿Qué pasó?

-Creo que ella esta involucrándose con una mujer, que tiene una cara de perra.

Abrí mis ojos en sorprensa, no sabía que Sabine se involucró con mujeres, hasta este mismo momento yo creía en su heterosexualidad.

-¿Estas segura?

Briggitte dejó escapar una risa.

-No eres solo tú que camina por este mundo de colores, Kari!

-No estoy realmente sorprendida, ¿sabes su nombre?

Briggitte sacudió la cabeza mientras se fijaba el pelo rojizo, que ahora era corto. La mujer siempre ha tenido una gran facilidad para cambiar el peinado, y ella siempre se veía hermosa con todo.

-No lo sé, es un misterio sin fin. Se reúnen, hablan y hacen sólo Dios sabe qué. Pero ella nunca dice nada, no me gusta la mujer, ¿sabes? Ella tiene una cara de mala.

-No puedes hablar así de tu futura empleadora, Bri.

-Oh no, Dios no lo permita. Ni siquiera digas eso. - Solté una risa a ella, que se puso de pie.

-Quién sabe si mi futura jefa seas tú algún día, ¿eh?

-Bri, bebiste demasiado. Gala no me quiere aquí dentro, ¿se te olvidó? Aparte de que yo nunca sería capaz de ser la dueña de este lugar.

-No podemos subestimar el futuro que nos espera, Irene! Ahora levántate, ponte tu máscara porque es la hora del show.

En una sacudida me levanté del sillón y me volví hacia el espejo, esa noche mi traje era puro cuero, una especie de corsé que modelaba perfectamente bien en mis curvas. Mis piernas cubiertas por la lencería, y en los pies de tacones altos. Mi pelo recogido en un moño bien hecho, y sólo había una cosa que falta para completar todo. Mi máscara.

Salí del vestidor a la parte posterior del escenario, detrás de la gran cortina roja. Tomé una respiración profunda escuchando el fuerte ruido de la gente en el otro lado. Ya estaba más que usado ese escenario, y sin embargo, todavía sentía cierto temor en este momento. Pero sabiendo que Gala estaría allí me hizo más sentir tranquila. Bailo mucho mejor cuando me he centrado exclusivamente en ella. Sus reacciones me incitaron a probar, y transpirar sensualidad por cada poro de mi cuerpo. Ella era la fuente que me indujo a ser Irene como nunca lo había estado antes.

Flexioné piernas y brazos para un calentamiento antes de empezar. Cerré los ojos, dejándome sólo escuchar a todo el mundo ahí fuera. El sonido de las risas en voz alta, conversaciones y la música me sacó del mundo de Karime. Tomé una respiración profunda por última vez antes de que las cortinas se abrieran y mi música comenzó a sonar, abrí los ojos y a través de la máscara negra enfrente a la multitud bulliciosa y sonreí, sonreí maliciosamente.

Con pasos lentos y perfectamente calculados caminaba hacia el centro del escenario, deteniéndome un poco por delante del poste. Fui consciente de las miradas perdidas en la lujuria en mí. Sonreí y caminé alrededor del polo, mientras que desabroché el abrigo negro que llevaba puesto. Dejé que mis ojos se pierden entre la multitud en busca de ella. Di la vuelta al polo por última vez y me detuve delante de todos, cuando automáticamente mis ojos se posaron en ella. Gala estaba allí, sentada justo en el medio con una sonrisa en sus labios, tan pronto como se dio cuenta de que yo estaba mirando a ella, ella levantó su vaso de whisky y guiño.

Me mordí el labio y sonreí, quitándome el abrigo para que todos, o más bien, ella pudiera disfrutar de cada pedacito de lo que vería. Moví mi cuerpo lentamente de un lado a otro de acuerdo con el ritmo de la música dictada. Y cuando el abrigo cayó completamente al suelo, la euforia comenzó. Los hombres en la primera fila dejaron salir palabras de lujuria y el deseo. Pero ni siquiera escuché, estaba demasiado concentrada en Gala, que me observaba como la primera vez.

Le di la espalda a ella, llevando la mano al pequeño objeto que ataba el pelo y tiré de él hacia fuera, liberando el cabello ondulado en la espalda. Sabía lo mucho que le gustaba mi pelo de esa manera, despeinado y salvaje. Volví la cara hacia un lado para tener una vista parcial de Gala que tenía sus ojos centraron en mí mientras tomaba otro sorbo de su bebida. Sonreí y comencé a moverme de una manera puramente sensual, balanceando mis caderas lentamente a medida que mi cuerpo bajaba al suelo.

"Oh Dios mío, no puede ser de este mundo."

Un joven hablaba, parecía estar cerca de los dieciocho años de edad. Tenía los ojos vidriosos en mí y su expresión era estática. Juro que sentí ganas de reír, pero este no era el momento para eso. Yo continué, me puse de pie con mi cuerpo que se frotaba en el poste en el que yo estaba sosteniendo. En ese instante empecé la parte de mi coreografía que participa con el polo, y confieso que me encantó esta parte. Mi cuerpo tenía una gran facilidad para moverse allí, con las dos manos sostuve la barra de acero y suspendí mi cuerpo desde el suelo, entrelazando las piernas para dejar mi mitad superior suelta. Estiré un brazo lentamente, y arquee la cabeza hacia atrás, recibiendo más y más dinero. Eso fue literalmente una lluvia de poder. Moví mi cuerpo, lanzando mis piernas a la parte superior del poste, dejando mi cuerpo mantenerse al revés. Lentamente bajé al suelo, caminando por el escenario con mis ojos en ella.

Los Almendrados brillantes permanecieron conectados en mí, su expresión de deseo me impulsó a instigar más. Me sostuve en el poste y me moví, pero me moví de la manera más provocativa que pude, oyendo los gritos de las personas en la audiencia.

-Voy a casarme contigo, amor, duerme conmigo.

-¿Cuánto necesitas?

-¡Puto Infierno, eres tan caliente!

-Usted Debe ser una bestia en la cama.

Un hombre mayor, con una exquisita apariencia habló después de tomar una larga calada a su puro, dejando la propagación de humo en el aire. Se puso de pie y se acercó a mí poniendo una pila de dólares en mi lencería dejando escapar un rápido guiño. Yo, que estaba en el suelo, me puse de pie y le sonreí.

Y entonces entré al centro del escenario, agarrando la pila de dólares y lanzándolos al aire. Viendo los billetes se extendían en el aire y caer lentamente sobre mí. Puse los ojos en el hombre que estaba aturdido y luego sobre Gala, que dejó escapar una risa atractiva, hice un guiño a ella y tire un beso. La música ya casi terminaba, continué la coreografía que acompañaba los últimos tiempos, balanceándome hacia mi mujer que estaba visiblemente amando todo eso, cuando en los últimos segundos me puse de pie y miré a todos los presentes allí y detrás de Gala, un poco más lejos, la vi.

Nacha Michelson mirándome con deseo que sus ojos tenían por el dinero y poder. Y en esa fracción de segundo sólo podía pensar en una cosa:
"Estoy jodida".

Si Gala se da cuenta de su presencia allí las cosas no serían buenas. La luz del escenario se apagó y me dirigí rápidamente a la parte posterior, orando por Gala que viniera tras de mi.

-¡Maldición, Maldita sea! - Exclamé con nerviosismo.

-¿Qué pasó, Kari?

-Necesito que Gala venga a verme, Bri, haz que venga aquí rápido, por favor. - Briggitte me miraba asustada, pero rápidamente asintió y se fue a buscar a mi mujer.

Desde cuando Nacha frecuenta "Imperio"? Durante todo este tiempo nunca la vi aquí. Siempre tuve miedo, por supuesto, a pesar de que hace años le hablé de mi otra vida, pero nunca me vio como Irene Heredia y ella ni siquiera sabía que trabajé aquí. Cerré los ojos con fuerza, maldiciendo el cielo y la tierra por ello. Ella me miraba con deseo, y Sabine estaba a su lado sonriendo triunfalmente.

"¿Qué demonios estaba ocurriendo?"

Caminé hacia mi camarino, poniéndome el abrigo rápidamente. Caminaba de un lado a otro por el nerviosismo. Si por Gala ya era difícil aceptar que continué en el club, imagínense si ve a Nacha allí... Sería el final. Tomé una respiración profunda hasta que vi la puerta abierta.

-¿Visita especial a los vestuarios? - Gala preguntó sonriendo.

Suspiré de alivio, ella seguía siendo la misma. Lo que significa que ella no vio nada.

-Por supuesto, tú es la única que tiene ese derecho.

Gala sonrió de nuevo y se acercó, tirando de mí lentamente por la cintura. Sus ojos me miraron intensamente, y traté lo mejor que pude para mantener la calma. Tener a Nacha dentro "Imperium" era un peligro que no estaba dispuesta a pasar. Cerré los ojos tan pronto como sentí los delicados labios de mi mujer en mi cuello, deslizando en un beso provocador. Di tres pasos atrás, hasta que sentí el tocador detrás de mí. Gala deslizó sus manos en el interior del abrigo que me cubría, y suspiré.

-Está todo bien, Kari?

Sus ojos preocupados me miraron de cerca. Parpadeé un par de veces tratando de alejar el más evidente nerviosismo.

Sí, sólo quiero salir.

-¿Estás sintiéndote mal?

-Un Poco, no sé...

-Entonces vamos, te llevo conmigo. - Dijo preocupada.

Asentí rápidamente, y Gala retrocedió. Se quedó caminando por el vestuario, mientras que llenaba mi bolsa.

-¿Utilizas todo esto? - Preguntó señalando el estante de ropa. Sí, todos ellos.

Ella arqueó una ceja analizando los pequeños trozos, hasta que alguien entró. Oh, lo siento, Irene. - Briggitte dijo cuando vio a Gala en su interior.

-Está Bien, ¿Pasó algo?

Briggitte quedó mirando a Gala y le sonrió, y luego me miró como si quisiera decirme algo.

-Creo que es mejor si te espero en el coche. No tomes demasiado tiempo. - Gala habló para salir.

-¿Qué pasó?

-Sabine Viene aquí con una mujer para conocerte.

-Dile a ella que ya me fui y que no puedo...

Ni siquiera pude terminar la frase porque Sabine entró en mi camarín junto a la señorita Michelson. Suspiré y me quedé mirando con temor a Briggitte.

-Dile Gala que me espere en el coche, voy a hablar con Sabine rápidamente. -Briggitte asintió y salió de la habitación.

-Aquí Está, Nacha, mi mejor bailarina. - La rubia habló como si ella exhibiera un trofeo.

-Honestamente, usted es la mejor de todas. Es un placer conocerte. - Michelson extendió su mano a mí en un saludo cortés, pero su mirada era de malicia pura.

-Hago lo mejor, eso es todo lo que puedo decir. - Deje salir con un tono más ronco de modo que ella no reconocería mi voz.

-Nacha Insistió en conocerte de cerca, Irene, hable maravillas sobre ti a ella.

-Imagino. - Le lance una sonrisa cínica.

Estaba visiblemente enojada con todo eso, y aún más nerviosa que antes. Si Gala decide volver y me ve aquí con las dos, les garantizo que el techo de este club se vendría abajo.

-Y ella no exagera en nada, Irene. Eres magnífica.

-Aprecio su visita, señorita Nacha, pero me tengo que ir ahora.

-¿Compromiso Con alguien? Pareces que tienes prisa. - Preguntó Sabine - Pero te garantizo que a esa persona no le importa esperar por ti para hablar un poco con nuestra amiga aquí.

-No Tengo nada que hablar. Lo siento. - Hable hacia Nacha - Pero no tengo contacto con los clientes del club, ahora discúlpame.

-Voy a venir a visitarte más a menudo, Irene.

He oído decir a Nacha antes de salir de mi camarino. Caminé por los pasillos hasta que salí por la puerta trasera. Hacía frío afuera, me froté las manos en los brazos para mantener el calor. El sonido de mis tacones se hizo eco entre los edificios, hasta que oí la música proveniente del coche de Gala. Estaba apoyada contra el con los brazos cruzados y mirándome con una hermosa y amplia sonrisa. Gracias a Dios y gracias a Briggitte lo peor había sido evitado, las cosas con Gala se estaban poniendo de nuevo en marcha gradual y un nuevo problema no ayudaría en nada.

-Por fin, bebé. - Dijo abrazándome - Entra al coche. - Obedecí en el mismo instante, y Gala luego corrió a su lado.

-Ahora me podrá revelar su identidad secreta. - Me susurró fingiendo que era un secreto. Le sonreí y la besé. Para después quitar mi máscara.

¡Oh Dios, te he visto antes!

-¡Detente! No seas tonta, Montes, vamos. Tú todavía tienes que coger un vuelo esta noche,
¿recuerdas?

Gala suspiró derrotada y asintió.

El trayecto a mi casa fue hecho en total silencio, mi cabeza estaba llena con la idea de Nacha en el club. ¿Y si ella me había reconocido? No, no. Nacha ni siquiera me vio así, desde nuestro tiempo juntas yo había cambiado mucho, mi cuerpo ahora ni siquiera se puede comparar al que tenía antes. Su mirada observadora y minuciosa me habían dejado intrigada, pero lo que realmente me preocupaba era su promesa de volver.

-¿Paso algo? - Gala preguntó deteniendo el coche delante de mi edificio.

-¿Por qué?

-¿Qué quieres decir con, "por qué"? Has estado en silencio durante todo el trayecto, bebé, y has estado actuando extraño desde que terminaste de bailar.

No quería mentirle a Gala, yo realmente no quería. Pero en ese instante no tuve otra opción. Entre ella sabiendo de la presencia de su peor enemiga o no dentro de "Imperium", elegiría la segunda opción.

-Estoy Normal, Gala.

Su mirada en mí fue una de las que no creían en absolutamente nada.

-Te conozco, ¿Qué es lo que te preocupa? - Negué con la cabeza y preste mi atención a ella.

-Es solo algunos problemas con Sofí, no te preocupes por ello.

Se me quedó mirando durante unos segundos, buscando la verdad en mis ojos que me encargue de desviar rápidamente.

-Te voy a creer, Karime.

Sonreí débilmente y me acerque a ella, y ella me envolvió con sus brazos. Era al menos reconfortante estar allí en sus brazos. No sabía lo que iba a venir entre nosotras, pero no tenía una buena sensación. Me encanta Gala, y el temor de perderla se había hecho más fuerte, sabía que odiaba las mentiras, y me había prometido no mentir. Pero, ¿Valdría la pena si lo hiciera por nosotras?

THE STRIPPER - GARIME Donde viven las historias. Descúbrelo ahora