Abro los ojos, estoy acostado sobre una superficie suave y me encuentro a oscuras, no importa hacia donde mire no hay luz alguna.
De pronto a lo lejos veo una pequeña luz tan diminuta como una hormiga, incluso llegó a pensar que es solo mi imaginación jugándome una broma, pero por lo visto no es así.
Lentamente me voy acercando a tientas ya que mientras más cerca la tengo esta comienza a parpadear y el lapso de tiempo que demora en aparecer y desaparecer la luz me pierdo.
No sé si camino en dirección opuesta de donde me encontraba o si estoy avanzando.
Me siento mareado como si me fuera a desmayar, mis oídos de pronto comienzan a oír un zumbido; al principio es tenue pero a medida que pasan los minutos se hace más y más fuerte hasta que de un momento a otro es ensordecedor.
Cubro mis oídos con mis manos pensando que de esa manera el sonido va a pasar.
Poco a poco el zumbido comienza a disminuir, cuando el este pasa a ser cosa del pasado la luz vuelva a aparecer, pero esta vez es más grande y en el centro de esta se encuentra una silueta, no sé si es un hombre o una mujer.
-¿Gabriel, Gabriel eres tú?
No escucho respuesta alguna, ¿qué demonios sucede aquí?
Sigo avanzando aunque la silueta me hace sentir un poco intimidado.
Al estar lo bastante cerca veo que es una mujer, a pesar de estar cerca de ella no puedo ver su cara, de pronto se voltea y la luz que se encontraba detrás de ella cambia de color y se torna roja como la sangre.
La luz deja de ser roja, esta comienza a expandirse y cambia a un color anaranjado; es el sol que se ve a lo lejos.
Siento algo que cubre mis pies, se siente húmedo y tibio, miro a mis espaldas y lo único que puedo ver es arena, solo arena.
-¡Estoy en la playa!- digo emocionado
La mujer comienza a avanzar, se está adentrando en el mar se da media vuelta, me mira y con su mano me pide que la siga.
¿Quién es esta mujer? Esta pregunta se hace cada vez más presente en mi cabeza.
Siento su mirada sobre mí de verdad quiere que la siga y sin pensarlo dos veces lo hago.
Al principio el agua está tibia pero mientras más avanzo esta se comienza a transformar en agua gélida.
La mujer avanza sin problemas y sigue mar adentro, es como si el frío del agua no le hiciera daño alguno o peor que no sintiera el hielo por el cual está avanzando.
Lucho con mis piernas para que estas se muevan y así poder seguir a esta misteriosa mujer, pero se me está haciendo imposible seguirle el paso.
De mi cintura hacia abajo estoy congelado, ya no siento las piernas y toda el agua que había a mi alrededor se transformó en hielo.
-¿pero qué demonios sucede?- pienso
Intento con todas mis fuerzas poder salir de ese hielo que me mantiene preso, pero es inútil.
-Espera, si me pediste que te siguiera al menos espérame- digo en un momento de desesperación, quizás se detenga y me ayude a salir de aquí.
Ella se voltea, levanta su dedo índice y lo mueve de un lado a otro en forma de negación.
-Si me quieres intenta alcanzarme- dice una voz aterciopelada dentro de mi cabeza, oh que voz más hermosa, cierro mis ojos disfrutando de la sensación que me provocó el oírla.
No debo desistir lucharé con todo para poder alcanzarla, debo hacerlo.
Comienzo a moverme de un lado a otro para sacarme de mi pequeña prisión de hielo, lucho y lucho, pero es inútil nada me hará salir de aquí.
-Excelente otra oportunidad desperdiciada por tu incapacidad de seguir adelante a pesar de que todo te detenga- mi subconsciente me habla, me enfado con el pero tiene razón.
¿Cuándo seré capaz de aprovechar las oportunidades?', ¿Acaso viviré el resto de mi vida como una persona decepcionada, triste y amargada, que sus únicos recuerdos serán la adrenalina y la emoción que sentía cuando su vida podía tener un leve cambio?
Tomo mi cabeza con ambas manos, cubro mis ojos y grito, necesito salir de aquí.
Miro mis piernas y aunque sé que es inútil luchar para salir lo intento, una y otra vez tiro de ellas para que salgan del hielo, luego comienzo a golpear el hielo que tengo a mi alrededor con mis puños.
Lo romperé, yo sé que lo haré, sí puedo - me digo incontables veces.
Levanto mi mirada buscando a la mujer misteriosa, pero no la veo, desapareció.
Siento unas manos muy tersas que recorren mi espalda suavemente, intento voltearme para ver si es ella, pero me cubre la vista.
Aquella sensación era deliciosa, quería que siguiera hasta el fin de mis días.
Me voltee para poder ver a la persona que me realizaba esas exquisitas caricias, lentamente giré mi cuerpo fue entonces cuando noté que el frío que sentía había desaparecido, el hielo que me mantenía atrapado se desvanecía lentamente y el agua gélida se hacía tibia.
Levanté mi vista, quizás ahora podría ver al fin la cara de la mujer, recorrí su cuerpo con mi mirada, tenía una hermosa figura como de un reloj de arena, unos pechos redondos y firmes cubiertos solo por una fina capa de tela, si fuera más conocedor de las telas podría reconocerla y afirmar el tipo pero no lo era, aunque a simple vista parecía... Emmm ¿seda?, seguí avanzando en mi la magnífica vista que se encontraba frente a mi, su cuello era largo y delgado, un mentón pequeño y fino como si fuera hecho a mano por artistas, unos labios rojos pero no parecían que tuvieran labial sobre ellos, ese rojo intenso era su color natural, cuando estaba a punto de ver sus ojos me besó.
De golpe abrí los ojos, la cabeza me daba vueltas, toda la habitación giraba a mi alrededor, mi pecho subía y bajaba rápidamente, coloqué una mano sobre mi pecho mi corazón estaba por salirse, fue entonces cuando noté que estaba todo sudado, perfecto me tendré que dar una ducha quizás así me pueda calmar un poco.
Cuando la habitación dejó de dar vueltas me levanté y me dirigí al baño, abrí la llave de la ducha y un chorro de agua fría calló sobre mí, fue entonces cuando recordé la sensación del hielo que me mantenía atrapado en ese mar.
Al terminar tomé una toalla y me sequé lo mejor que pude, volví a la habitación y me lancé, en serio, di un salto y caí sobre la cama, ya estaba más calmado en comparación de como me encontraba unos minutos atrás.
Intenté recrear el sueño una y otra vez pero al llegar al momento de ver sus ojos mi mente quedaba en blanco.
¿Qué significaba ese sueño? Sucedería algo o es solo mi mente jugándome una mala pasada, le di mil vueltas al asunto, bah! Deben ser estupideces, miro el reloj son las 4am aún tengo tiempo de dormir.
Busqué entre mis cajones unos bóxers ni siquiera me preocupé en ver su color, me da igual, me los coloqué y volví a mi cama, pero aunque esté más calmado y piense que sólo fue un sueño no puedo sacar de mis pensamientos a aquella mujer.
Ella la de hermosa figura, Ella la de hermosos pechos, Ella la de rojos labios, Ella la que con tan solo oír su voz ya me había robado el corazón.
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¿Quieres saber qué sucederá con John? Entonces no dejes de leer The Girl of That Bar.
Espero que les haya gustado este capítulo, no olviden comentar que les pareció y darle una estrella a la historia.
Gracias, estén atentos a los próximos capítulos.
Tessa 💜
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The Girl of That Bar #TGOTB #Wattys #Wattys2016
RomansaJohn es un hombre que no ha hecho muchos cambios en su vida, la mayoría de las veces cuando se proponía alguna meta fallaba; con el tiempo se resignó a seguir una rutina de la cual no variaba mucho; un día decidió ir a un bar cercano a su departamen...