—¿Quién eres? —pregunté con la voz entrecortada.
—¿Que quién soy? Soy Metatrón, el arcángel. Estoy aquí por un encargo —respondió, volviendo a su forma humana.
—¿Encargo? ¿De quién? ¿De la Deidad?
—No, de Bael —dijo con una expresión muy seria.
Impresionado, me quedé boquiabierto. Bael es uno de los mandos más poderosos del infierno.
—El demonio de demonios... el soberano del infierno... —murmuré mientras mi voz se quebraba.
—Ese mismo.
No pude pensar en qué decir. Sin darme cuenta, salí corriendo. Sentí que me faltaba el aire y que estaba al borde de la locura. En mi mente solo resonaba una pregunta: ¿Por qué Bael contactó con el arcángel más cercano a la Deidad? ¿Por qué sabe de mi existencia? ¿Por qué está aquí, frente a mí?
El miedo me invadió tanto que decidí saltarme la escuela e ir directamente a casa. Después de clases, Doyoung no paró de llamarme y preguntar por mí. Después de unas horas de estar solo, finalmente le respondí.
—¡Hola, Jaehyun! Hasta que por fin respondes. ¿Qué te pasó? ¿Qué te dijo Taeyong? ¿Por qué no me avisaste de nada? —preguntó con un tono de preocupación en su voz.
—¡Hola, Dodo! No te preocupes, estoy bien. Solo me sentí un poco mareado, pero ya estoy mejor —respondí, fingiendo tranquilidad—. ¿Taeyong? ¿Él dijo algo de mí?
—Sí, me contó que estaban hablando de algo y que de repente desapareciste. Parecía genuinamente preocupado, Jaehyun.
—Está bien, Dodo. Estábamos hablando de algo personal, pero de la nada me empecé a sentir muy mal.
—Cuídate, Jaehyun. Nos vemos mañana.
—Igualmente, Dodo. Buenas noches.
Esa noche no pude dormir. Las palabras de Metatrón resonaban en mi mente. La imagen del arcángel cambiando de forma frente a mí, la mención de Bael, y el hecho de que me hubiera buscado personalmente me hacían sentir una mezcla de miedo y curiosidad.
Me preguntaba si estaba atrapado en algún tipo de juego celestial, un conflicto entre fuerzas superiores de las que apenas conocía. ¿Por qué me había elegido a mí? ¿Qué papel debía cumplir en todo esto?
El sonido de mi teléfono rompió el silencio de la noche. Era otro mensaje de Doyoung:
—Jaehyun, sé que algo te preocupa. No estás solo, ¿ok? Si necesitas hablar, estaré aquí para escucharte.
Suspiré, sabiendo que mis amigos realmente se preocupaban por mí, pero también consciente de que nada de lo que estaba pasando era algo que pudieran entender. No era solo un problema personal; era algo que escapaba a la comprensión humana.
Decidí levantarme y dar un paseo por el vecindario. Necesitaba despejar mi mente, aclarar mis pensamientos y, tal vez, encontrar alguna respuesta. Caminé hasta el parque cercano, donde la luz de la luna iluminaba tenuemente el lugar, dándole un aire místico.
De pronto, una figura familiar apareció a lo lejos. Era Metatrón.
—¿Te sientes mejor ahora? —preguntó, con una mirada penetrante.
—¿Cómo te atreves a mostrarte así en un lugar público? Deja de jugar y dime exactamente para qué viniste.
—Vengo a hacer mi trabajo, Iterum.
—No te atrevas a tocar a Doyoung. Los conozco a ustedes y su creencia de ser dueños de la vida de los demás —grité mientras apretaba los puños.
—No te lo tomes a pecho, pero ten por seguro que yo protegeré mejor la vida de Doyoung que tú. Su vida ahora es mía, y no puedes hacer nada al respecto. Eres un simple demonio con el sueño de ser un ángel; jamás podrás lograr algo así —respondió con tono de superioridad—. ¿O me dirás que ya eres todo un humano? Recuerda que los demonios no merecen siquiera sentir amor.
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Demonio De La Guarda
FantasiaJeong jaehyun un joven que tiene el alma de un demonio dentro tiene la misión de ser el "demonio de la guarda" de un joven llamado Kim doyoung. Su historia va a convertirse en un agrio primer y último amor.