Billonarios-the series- KookV (3)

Capítulo 7

—Jungkook, me encontré con un montón de fotos de Taehyung entre las pertenencias de In-taek. Voy a hacer una búsqueda en ellas y ver lo que puedo averiguar. Mantén un ojo en el hombre, debería tener todo de vuelta en un par de horas —dijo Mingyu.

—Lo haré —respondió Jungkook, decidiendo que In-taek iba a trabajar con él ese día.

Jungkook fue al granero y encontró a Eui-chul con In-taek y algunos de los otros chicos.

—Hey Eui-chul, me voy a robar a In-taek. Necesito un poco de ayuda con el pasto del Sur —dijo Jungkook.

—No hay problema, jefe.

In-taek siguió a Jungkook al campo, y ahí fue donde Mingyu los encontró un par de horas más tarde.

—Hey, ¿podemos hablar? Tengo algunas cosas que enseñarte. In-taek puede venir —dijo Mingyu, con indiferencia.

Jungkook sabía que Mingyu había encontrado las respuestas que estaba buscando por la mirada que él le dio. Él sólo estaba tratando de alejar a In-taek de cualquier otra persona en ese momento. Por suerte In-taek no parecía darse cuenta de nada.

Mingyu era un hombre lo suficientemente inteligente como para haber conseguido reunir al resto de la familia en la casa, mientras lo conseguía arreglar todo. Entraron en la casa y un par de oficiales de policía estaban allí esperándolos.

—¿Qué está pasando? —preguntó In-taek, con cierto recelo.

—Eso es lo que queremos saber —dijo Jungkook con veneno.

Sobre la mesa, Mingyu tenía las fotos que habían encontrado y el papel con el historial de In-taek en él. El hombre entrecerró sus ojos a ranuras peligrosas y miró a Mingyu. Mingyu le sonrió con una expresión que parecía decir:

Tráelo todo, amigo.

—¿Qué demonios es esto? ¿Está bien revisar las cosas de la gente ahora? —gritó In-taek.

—¿Qué estás haciendo con todas estas fotos de Taehyung? —preguntó Jungkook con una voz extremadamente calmada. Él no estaba tranquilo, pero no se lo mostró al hombre repugnante.

—Puedo tener imágenes de quien me gusta —se burló el hombre. Mingyu sacó las fotos de las otras chicas y donceles que había encontrado.

—Éstas no se parecen a él —espetó Mingyu, apenas manteniendo el control de su temperamento. Había encontrado no sólo fotos de Taehyung, sino que también un grupo de fotografías indecentes de mujeres y donceles jóvenes expuestos, tomadas a través de las ventanas, sin su conocimiento.

El rostro de In-taek palideció al ver esas fotos. Mingyu debió haberlas encontrado en algún escondite secreto del hombre, donde pensaba que estaban a salvo. Miró nerviosamente a los oficiales de policía.

—Una vez que me di cuenta que eras un criminal convicto en libertad condicional, me decidí a mirar a tu alrededor un poco más profundo —dijo Mingyu—. He encontrado tu escondite de fotos debajo de una tabla del suelo suelta. Creo que se trata de una violación a tu libertad condicional.

—No puedes probar que esas fotos son mías —se burló In-taek—. Podrían ser de cualquiera de los muchachos —gritó él, con una furia apenas controlada.

—En realidad, podemos probar que son tuyas, ya que también encontré la cámara con que las tomaste —contestó Mingyu.

—No puedo creer que haya podido engañarme —dijo Jungkook—. No puedo creer que te dejé estar cerca de mi familia.

—Supongo que no eres tan inteligente, rico pedazo de mierda —se burló In-taek.

—Oficial me gustaría presentar cargos contra este hombre que acecha a mi esposo. Todas las pruebas han sido guardadas y están en la otra habitación —dijo Jungkook. Él quería tener una conversación con el pedazo de escoria.