Billonarios-the series- KookV (3)

Capítulo 8

Seokjin y Jimin estuvieron agitados con el traje de Taehyung, asegurándose de que todo era perfecto. Él respiraba profundamente dentro y fuera, tratando de calmarse, mientras la música comenzaba. No podía calmar el rápido latido de su corazón.

Levantó la mano para frotarse el martilleo de su cabeza. Su hijo estaba ya ahí, luciendo tan guapo en su pequeño traje. Había estado tan orgulloso cuando él le había dicho que estaba de pie con Jungkook como uno de sus padrinos.

—Va a estar bien, toma algunas respiraciones más profundas. Seokjin y yo caminaremos por el pasillo y entonces tú nos seguirás en unos dos minutos, está bien —le dijo Jimin.

Taehyung sintió un pánico instantáneo a la idea de caminar por ese pasillo por su cuenta. No creía que sería capaz de hacerlo.

—Esperen —dijo con pánico—. No tenemos que hacerlo de la manera tradicional, podemos caminar juntos —le pidió a los chicos.

Se miraron uno al otro como si hubiera perdido la cabeza, vieron el pánico en sus ojos y se encogieron de hombros.

—Claro —dijeron al unísono.

—Gracias. —Comenzaba a sentirse un poco mejor.

—Oye, es nuestro trabajo como tus caballeros de honor ayudarte a caminar por el pasillo. No estaríamos haciendo lo correcto si tu corres en la otra dirección —dijo Jimin con una sonrisa.

—Ustedes son los mejores.

—No te atrevas a arruinar tu maquillaje —dijo Seokjin mientras se limpiaba su propio ojo.

Los tres se rieron y luego se abrazaron. Taehyung podía sentir su pulso comenzaba a reducir la velocidad.

Estaban llamando a la puerta.

—¿Está todo bien? —preguntó Won-young a través de la puerta.

—Todo está bien. Llegamos en un momento —dijo Seokjin.

—Es bueno saberlo —dijo Won-young y luego oyeron que sus pasos comenzaban a retirarse.

Seokjin salió de la puerta, con sus dos nuevos hermanos a ambos lados de él. Hubo una exclamación en el público cuando los tres hermosos donceles se abrieron camino hacia el altar. Ninguno de ellos se dio cuenta de la imagen impresionante que ellos hicieron.

Los hombres que estaban al final del pasillo no podían quitar los ojos de los gloriosos donceles. La visión de ellos era suficiente para detener el tráfico, o causar un disturbio.

El pecho de Jungkook se hinchó de orgullo, mientras se daba cuenta que en tan solo cortos minutos, la hermosa visión caminando hacia él sería su esposo. Quería correr hacia él y tirarlo a sus brazos. Tomó todo lo que tenía el estar allí y esperar a que llegara a él.

La ceremonia transcurrió en un borrón y antes de que se diera cuenta Taehyung, el predicador les estaba pronunciando que eran esposos. Jungkook lo tomó en sus brazos y apretó sus labios a los de él suavemente. Fue lento y dulce, y le quitó el aliento.

Se sentía como si estuviera flotando en una nube mientras se abrían camino por el pasillo y luego pararon a saludar a los invitados. Tae estaba en piloto automático mientras cortaban el pastel y bebían un sorbo de champán. No sería capaz repetir una palabra que dijo durante el brindis. Tenía ojos y oídos para nada más que su marido.

Cuando llegó finalmente el momento para el baile, Taehyung se fundió en los brazos de Jungkook y apoyó la cabeza contra su pecho. Le frotó suavemente la espalda, aliviando sus nervios por completo. Él era el más magnífico hombre al que jamás hubiera esperado conocer.