TᕮOᖇÍᗩ ᗪᕮᒪ ᗩᗰOᖇ [ADAPTACIÓN]

18

Pasé una mano por mi cabello, miré mireloj de mano, marcando exactamente las siete y diez faltaban cincominutos para que comenzara la clase, más Leehan no llegaba, habíavisto a Sungho en la cafetería, y a Minwoo en el salón, pero Leehanno aparecía. Y me quedé perplejo al ver alguien pasar por mi lado,parpadee lentamente, tratando de procesar lo que acababa de ver.

Leehan rubio.

Abrí mi boca debido a la impresión,¿Leehan rubio? Pero a mí me gustan Leehan pelirrojo. No se veíamal, sólo... Se veía más maduro, su rostro se veía más claro, suuniforme tan bonito como siempre. Mi corazón se aceleró.

Corrí a alcanzarlo. ¿Cómo debíasaludarlo? ¿Hola Leehan? ¿Bueno días Leehan? ¿¡Cómo!? Meinvadió el pánico, y me llegó más rápido debido al tomar la manode Leehan y hacerlo mirarme, con los mismo ojos grandes y castañosque me gustaban. Mis piernas temblaron, ¿De cuándo acá era yoquien me pasaba eso? Relami mis labios, mis manos sudando, la miradaneutra de Leehan me ponía los pelos de punta. Y por un momentointenté recordar que porqué estaba ahí, y les aseguro que casi nome acuerdo sino hubiera sido por la flores en mi mano.

¡Claro, yo iba a darle flores aLeehan!

Teoría uno: Kim Leehan ama las flores,él ama lo cliché.

Extendí el ramo de flores, sin poderarticular nada, mi garganta estaba seca, sabía que si hablaba, iba abalbucear, no me iba a dejar pasar tal vergüenza. Sonreí conorgullo al mirar a Leehan tomar las flores, más el tampoco hablaba,¡Pero las tomó! Eso era bueno, ¿No?

—Gracias. — Me pasó por un lado, ysentí algo cálido en mí al mirar ese ramo de flores en su mano. Ytodo iba bien, hasta vi como botó las flores en la papelera máscerca, ¡Oh vamos! Un golpe dolía menos — Se necesitan más queflores para arreglar algo que rompiste.

Hice un puchero, encogiendome dehombros, teoría uno, falló. Mi corazón había sido realmente rotoal ver eso, más no quise protestar, ¿Así se sentía Leehan? Soltéun suspiro, no me iba a rendir fácilmente. Conocía a Leehan, estabamolesto, lo sabía, más haría todo por volverlo a tener.

Una punzada de celos invadió en mí alver a como los demás miraban a Leehan, pero, ¿Quién era yo paradecirle que no sea tan guapo? Realmente estúpido. Me tiré en misilla mordiendo mi labio inferior, empezando a pensar cuál era misiguiente movimiento.

Y una idea pasó por mi cabeza.

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Me mantuve escondido mirandoatentamente los movimientos de Leehan, quién se acercaba de a poco asu casillero. Sonreí con orgullo al ver como él abrió su casilleroy todo estaba en orden, tenía una copia de la llave del casillero deLeehan.

Teoría dos: Kim Leehan amaba los dulcey la literatura romántica.

Miré como en sus manos tomó el libroy el chocolate, una sonrisa se formó en sus lindos labios, ¿Habíafuncionado? ¿Lo había hecho sonreír? Mi corazón se agitó al vercomo abrió el libro y seguía sonriendo.

—¡Seulgi noona! — Frunci el ceñoel ver cómo llamó a la pelinegra — ¡Mirá, te compré el libroque tanto deseabas!

—aww, Leehan-ssi es tan bonito de tuparte.

¿Qué?

Me tiré en el suelo a hacer unberrinche, jalando desesperadamente mis cabellos, mis pies batiendocontra el suelo. ¡No era justo! ¡Ese ridículo libro me costómucho! Incluso había hecho que le dejaran la firma.

—Gracias, Leehan. — Dejó un besoen la mejilla del chico, y otra vez los celos invadiendome, queriendoir allá a decirle que ese libro lo había comprado para Leehan, ¡Yno para ella! Hice un puchero cruzandome brazos —