🌟11🌟

100 8 0
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Leehanie~ — Escuché aquella voztan suave y dulce, la reconocía perfectamente — ¿Cómoestás?

Miré a Sam con un poco de duda, ella no me dirigíala palabra, a menos que estuviera Taesan ahí, más verla que vinohasta mí mesa donde comía tranquilamente, solamente a preguntarme,cómo estaba, significaba que algo estaba pasando.

—Buenosdías Sam, ¿Sucede algo? — Soné cortés pero a la vez seco, y noera la idea, yo no tenía nada en contra de ella, más pensándolomás frío, yo no tenía por qué socializar con ella, ella no fue niserá cercana mío —

—Ay, eres directo, bien, queríahablar contigo sobre un tema. — Hice un sonido con mi gargantadándole mi aprobación, dejé mi teléfono aún lado para darle unpoco de mi atención — Taesan no ha estado bien.

—¿Enserio? ¿Qué le sucede? — La chica hizo un puchero, tal vez algoperdida —

—Deberías saberlo. — Alcé una de mis cejas,dejé a medio camino aquella cuchara con comida que iba para mi boca.Miré detenidamente aquella pulsera que tenía en su mano, aquellaque le había regalado su novio —

—No, discúlpeme, mástú eres su novia, tú eres la que debes saber, no yo. Llevo días sihablar con él. — La chico hizo una mueca —

—¿Estánpeleados? — Rodé los ojos, no tenía porqué contarle nada —Leehan, ¡Por tu culpa Taesan no me da atención!

Alcé mivista, muy ofendido, ¿Por mí culpa? ¿¡Por mí culpa!? No podíanegar que me sentía un poco poderoso, es que entiendan, era mi culpaque él no le da atención, significa que si le importo y si lefalto, ¿Verdad?

—No estamos peleados, tampoco es miproblema que su relación tan perfecta no funcione, tampoco es miculpa que no lo conozcas antes de hacerse novios para no saber que lepasa, se supone que es tú novio y debe de importarle más tú queyo, así que si me disculpas, tengo que estudiar para un examen dequímica. — Tomé mis cosas, pero antes de poder levantarme, lachica me detuvo tratando de volver a sentarme, pero no, no lo iba ahacer — ¿¡Qué te pasa!?

—¿Te gusta mi novio? — Minovio. Esa palabra resonando una y otra vez en mi cabeza, haciendoque una punzada en mi cabeza apareciera, entrando mi mal humor—

—¿Creés que me gusta tú novio? — Apoyé las manosen la mesa, intimando un poco a la chica en mi frente, ésta parecíainsegura —

—No, digo, Taesan y tú se llevan bien, él teve como su hermano. — Miré aquella pulsera de nuevo, lainseguridad de aquella chica, como susurraba lo que acababa de decir —

—Entonces no tienes de qué preocuparte. — Tomé mibolso para luego meter en mi boca un chicle. Yo no había respondidosu pregunta, ella sola se había respondido, así que no habíamentido —

Genial, mi mañana no podía ser mejor.

Medirigí a otra mesa, y de soslayo pude ver a Minwoo sentarse enfrente de Sam, justamente donde estaba yo anteriormente, ¡Vaya!Minwoo no desaprovecha nada.

Saqué mis libros de química,más ya no andaba de humor, mi ceño fruncido, mi boca en una mueca.Y para completar alguien quitó mi libro que estaba en mi mesa,levanté mi vista queriendo enfrentar a quién sea que hubiera hechotal cosa, más ver esa sonrisa, sus ojos siendo una sola línea, mehizo sentarme de nuevo.

—¡Buenos días Hanie! — Lo quefaltaba. Colocó en mi frente mi comida favorita, sin poderresistirme, solté una breve sonrisa, Taesan seguía teniendo esemismo efecto en mí — Ésta vez no derramé el batido.

Unasonrisa estupida apareció en mis labios, teniendo ese recuerdo deaquella vez que él derramó el batido de fresa en Sam. Hasta siendotorpe es bonito.

—Es un logro entonces. — Llevé la pajitaa mi boca, dejando que el sabor de chocolate viajara por toda miboca, ¡Cielos! Ese batido lo hacían solo en una tienda en todo Seul— ¿Viajaste media hora solo para comprar un batido?

—Sieso te hace feliz, entonces viajaría más lejos. — Un sonrojo enmis mejillas apareciendo, empecé a toser debido a la vergüenza.Taesan sentándose a mí lado para darme palmaditas en mi espalda,sus ojos chocando brevemente con los míos, mi corazón acelerandose—

No. Tanto esfuerzo había puesto con evitarlo, por quererolvidarlo, pero Taesan lo destruyó con sólo venir una mañana atraerme mi desayuno favorito, con su radiante sonrisa, su dulce voz,hasta su cabello se notaba más largo, necesitaba que las tijeras quealejaran de su cabello, pues se veía tan hermoso.

—¿Estásmejor? — Mucho mejor desde su presencia, porqué, ¡Cielos! Esasdos semanas sin Taesan, habían sido torturosas, verlo por lospasillos con Sam. ¡Y Sam! Volví a la realidad de golpe —

—Sí,me tengo que ir. — Torpemente empecé a recoger mis cuadernosesparcidos por la mesa, y cuando los guardé desordenadamente en mimochila, Taesan me detuvo, jalandome hacia él —

—Tienesuna mancha aquí, en la comisura de tus labios. — Contuve el pocoaire que me quedaba, sus delicados dedos intentando quitar esa manchade seguramente del batido de chocolate, nuestros rostros tan cercas,su flequillo haciéndome cosquillas en el rostro, se sentía tanbonito todo, tan irreal, sus hermosos ojos fijándose ahora en losmíos — De cerca tus ojos son más brillosos y lindos.

Y sime desmayaba, sólo quería decir antes, que todo había sido culpade Taesan.

—Que tengas buen día, Taesan. — Escapéde sus brazos a cualquier parte, pues mi corazón no aguantaba más,mis sentimientos cobrando vida de nuevo como si solo se escondieronéstas dos semanas —

Era tan débil con él.

TᕮOᖇÍᗩ ᗪᕮᒪ ᗩᗰOᖇ [ADAPTACIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora