Kai, un nombre poco común en México y más aún en una mujer. Siendo de las más pequeñas de la banda pues nació en Nayarit un 18 de agosto de 2005 cuando la constelación de Leo estaba en su máximo esplendor.
Toda su vida creció amando la matemática, la música y los niños, cuando no estaba tocando la guitarra estaba trabajando en una agencia de niñeras de su región.
Tenía cinco meses el día que su padre fue a comprar cigarros, evidentemente jamás regresó. A pesar de eso nunca le faltó nada pues su abuela se hizo cargó de ella y ya que no conocía a su madre, la mujer tomó ese papel sin decirle la verdad.
Conoció a Electra a los trece años en una de sus tantas noches cuidando niños dónde no tenía supervisión adulta para navegar en internet, ambas chicas compartían el mismo amor por las música y eso las hizo mejores amigas, aunque las dos todavía dudaban de la veracidad de la existencia de la otra.
Al cumplir quince años, Kai era de las mejores estudiantes y personas de su comunidad, era mayormente conocida por su ayuda en el orfanato, cada que tenía oportunidad iba con su guitarra para alegrar a aquellos niños que tanto deseaban una familia. La chica se convirtió en la hermana mayor de todos allí e incluso hizo amistades con niños de su edad.
Su vida era más que perfecta para ella, estudiaba para poder convertirse en maestra de preescolar, su familia la amaba y consentía más de lo necesario aunque eso no fue ningún problema pues Kai jamás se volvió caprichosa e incluso a veces pedía menos de lo que le daban.
Cuando Electra le sugirió dejar todo para irse a la Ciudad a cumplir sus sueños de estar en una banda lo dudó, si bien amaba la música amaba más poder cuidar de los niños y hacer de ellos un bien que al crecer cambiaría al mundo, no aceptó su propuesta para quedarse en su comunidad.
Bueno, eso hubiera hecho si la verdad de su vida no le hubiera caído como un balde de agua helada.
Tres meses después de haber rechazado a Electra, la chica llegaba del orfanato cuando escuchó a su madre y hermana discutir con la pareja de su hermana, no quiso interrumpir pero accidentalmente escuchó que ella era el centro de aquella discusión.
- La gente está empezando a revivir los rumores.- dijo su el hombre alterado.- Tienes que decirle la verdad.
- ¿Cómo quieres que se lo diga?.- el llanto de su madre la alteró y casi interrumpe la conversación pero se contuvo.
- Directamente, Kai es tu nieta, no tu hija.
- ¿Qué?.- la voz de la adolescente los hizo callar.- ¿Cómo que no soy tu hija?
- Kai, tu madre soy yo.- su hermana intentó tomarla de la mano pero la chica no la dejó.
- ¿Me mintieron por quince años?
- Tu abuela me tuvo a los catorce y yo te tuve a los quince, para callar los chismes dijimos que eras mi hermana.
- ¿Me vas a decir ahora que él es mi padre?.- dijo refiriéndose a su tío.
- No, tu padre era mi hermano pero las abandonó.- el hombre era el único que tenía la frialdad necesaria para decir las cosas.
La información en ese momento fue tanta que la chica terminó desmayándose en el piso de la cocina.
Despertó dos días después deseando que todo eso fuera un pésimo sueño, no podía creer nada de todo lo que le dijeron, pero no, no fue un sueño.
Katrine, su hermana mayor y su madre, ya ni siquiera sabía como dirigirse a ella, entró en su cuarto con varias fotos y documentos.
- Kai, ¿Estás despierta?
- Por desgracia. ¿Qué es todo esto Kate?
- Bueno, vine a contarte la verdad.
- ¿Y si no quiero saberla?
- Por favor.
La niña dudó un momento antes de responder.- Bien
- Tu padre y yo éramos niños cuando te tuvimos, tuve tanto miedo de repetir la historia de Karla que le rogué para que te criara como suya, al poco tiempo de que naciste tu padre nos abandonó y fue que Carlos fingió ser mi pareja para poder cuidarte.
- Ya ni en Disney hay estos dramas.
- Estuve a punto de dejarte en el orfanato, tal vez por eso te sientes tan unida a esos niños.
- Vete de aquí, quiero espacio.
El mundo se le hizo pequeño cuando Kate se empezó a alejar, sentía ganas de vomitar y de volverse a desmayar, todo era demasiado confuso y no quería aceptarlo, sabía que Karla era demasiado joven como para tener una hija de treinta y otra de quince pero siempre lo ignoró, tal vez una diminuta parte de ella ya sabía la verdad pero se negaba a verlo.
Pasó un mes sin salir de su cuarto, no tenía ánimos de verle la cara a su familia, comía poco y no dormía nada. La comunidad llegó a pensar que estaba muerta ya que su ahora abuela se negaba a dar información de ella.
Los pensamientos la estaban matando y fue cuando en un ataque de ansiedad tomó tres maletas y las llenó de ropa, cosas personales, documentos y gran parte de su vida allí. Guardó una de sus guitarras en su estuche y tomó todo el dinero que había ahorrado, eran menos de cinco mil pesos pero eso era suficiente para irse de Nayarit
Al escuchar la puerta de Kai abrirse, su madre y abuela pensaron que por fin hablaría con ellas, pero no fue así, las pasó de largo y salió de su casa con las dos adultas gritando su nombre. Estaba a punto de cruzar el patio cuando se giró para decirles adiós.
Había perdido tanto peso que le costaba moverse junto a las maletas, aún no sabe como pero logró llegar al aeropuerto, compró un boleto de avión a la ciudad y antes de apagar su celular le mandó a Electra una foto de ella en el avión junto a la descripción "¿Aún necesitan una guitarra?"
Electra, quién en ese momento estaba dando la bienvenida a Ginevra junto a las demás, se alegró de recibir ese mensaje pero pudo notar que algo no iba bien, así que interrumpiendo su celebración habló con Daya.
- ¿Hay espacio para otra guitarra?
- Obviamente, eso le va a dar tiempo a Gin de mejorar.
Sonriendo, respondió a su mensaje, "me avisas cuando llegues :D", Kai apagó su celular y aún con un hueco en el alma decidió seguir con su nuevo camino, necesitaba alejarse un rato para volver a ser la chica que era antes.
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𝙈𝙖̊𝙣𝙚𝙗𝙡𝙤𝙤𝙙; Wiplash
أدب الهواةMᴀ̊ɴᴇʙʟᴏᴏᴅ|| "𝘚𝘰𝘮𝘰𝘴 𝘤𝘪𝘯𝘤𝘰 𝘮𝘰𝘳𝘳𝘢𝘴 𝘴𝘪𝘯 𝘪𝘯𝘴𝘵𝘳𝘶𝘮𝘦𝘯𝘵𝘰𝘴 𝘺 𝘱𝘰𝘤𝘰 𝘤𝘰𝘯𝘰𝘤𝘪𝘮𝘪𝘦𝘯𝘵𝘰 𝘮𝘶𝘴𝘪𝘤𝘢𝘭" Wiplash fanfiction. Wiplash x oc's femeninos ⚠Todo lo escrito aquí es obviamente ficción y no tiene absolutamente n...