Más allá de la muerte

1. No te preocupes

Sam nunca pudo reencarnarse después de su muerte. Estaba condenado a ser una sombra para la eternidad. Antes de que Becky apareciera en el hostal, tuvo muchos otros compañeros que le acababan dejando debido a sus respectivas reencarnaciones. Pero no le dio tiempo a estar triste gracias a ella. Juntos llenaron el hostal de risas y travesuras asustando a los huéspedes. Sin embargo, aquello comenzó a quebrarse con la llegada de un huésped especial: Álex.

Aquel joven parecía un hombre atormentado, atrapado en una niebla de melancolía. No respondía a los intentos de conversación de los demás huéspedes. Siempre se aislaba de los demás, pese a que intentaban animarlo. Becky, invisible para él, lo observaba y sentía una extraña conexión con aquel tipo. Cuando él llegaba, un extraño vacío se instalaba en su pecho; una ola de tristeza la inundaba, y la idea de descubrir qué era lo que pasaba le pesaba cada vez más.

A medida que los días pasaban, Becky se sentía cada vez más atraída por su aura. Su presencia la afectaba profundamente, y aunque no podía comunicarse con él, sentía un impulso irresistible de acercarse. El dolor que sentía al verle le hacía cuestionar su propia felicidad. ¿Por qué le afectaba tanto ver a alguien que ni siquiera podía recordar?

Preocupado por el sufrimiento de su amiga, Sam decidió hablar con ella y le reveló un antiguo secreto: había una manera de cruzar al mundo de los vivos, pero solo durante la noche de Halloween. "Si cruzas este portal cuando llegue el momento, podrás estar con él. Pero debes regresar antes del amanecer, o desaparecerás para siempre", le advirtió. Al enterarse, Becky sintió una mezcla de emoción y temor. "No te preocupes, volveré". Sabía que debía intentar descubrir el origen de esa conexión, incluso si eso significaba arriesgarse a perderse a sí misma.

Cuando finalmente llega la noche de Halloween, Becky da el paso. Al cruzar el portal al mundo de los vivos, sintió una energía vibrante que la envolvió por completo. Se encontró en una fiesta bulliciosa, llena de risas y música, pero todo lo que podía ver era a Álex y su triste presencia. Él la percibió de inmediato, llenándose de luz toda su oscuridad. Aunque no podían intercambiar palabras, la intensidad de sus miradas hablaba por sí sola.

A medida que pasaron tiempo juntos, Becky comenzó a experimentar visiones fugaces y fragmentos de su vida anterior. Recuerdos que no lograba identificar fluían como un río en su mente, pero de forma borrosa y evanescente. Sin embargo, el amanecer se aproximaba y el tiempo se escapaba.

Sam lo observó todo desde la distancia. El mundo se le detenía al mirarla. Cuando el primer rayo de sol se asomó, se dio cuenta de que una noche no era suficiente para que su querido amor no correspondido pudiera averiguar el significado de todo aquello. Podía leer en el corazón de Álex que estaba dispuesto a sacrificar cualquier cosa con tal de seguir un rato más con ella. Así que, sin dudarlo, Sam empujó a ambos hacia el portal del más allá, no pudiendo volver a entrar. Para cuando Becky pudo darse cuenta de la situación, Sam ya no formaba parte de ningún mundo. Su sacrificio permitía que Álex tomase su lugar como fantasma, renunciando así a su mísera existencia. Así, Becky disponía todo el tiempo del mundo para descubrir todo lo que le ataba a él sin poner su propia existencia en peligro.

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El cap. 1 se basa en el VM "No worries" de LYNK en el que Becky aparece como protagonista. Este fanfic se centra en la historia de esta Becky fantasma. Pero que este primer capítulo no os engañe: es un fanfic lésbico. Esto solo es el punto de partida de la historia.