La Épica de los Espíritus Heroicos(Shirou Emiya en Danmachi)

Capítulo 23: Estilo de Combate Caprichoso

Shirou Emiya visitó la Torre de Babel por segunda vez, el acceso a la mazmorra está en el sótano de esta gran torre blanca.

La primera vez, fue con otros miembros de la familia, así que no tuvo oportunidad de observar bien. Ahora, Shirou podía apreciar el lugar.

El gran salón tiene un diseño en azul y blanco, rodeado de columnas negras con nombres de aventureros. Las enormes columnas se distribuyen regularmente, tantas que es imposible contarlas de un vistazo. Mirando hacia arriba, el techo parece el cielo mismo, grandioso y abrumador.

En el centro de este majestuoso lugar hay una gran entrada, una escalera de piedra plateada que desciende en espiral hacia la mazmorra. Más allá de estas escaleras plateadas, se entra verdaderamente en el mundo de los monstruos.

A pesar de que un lado del portal conduce a un reino de monstruos, el otro está lleno de actividad humana. La plaza circular alrededor de la entrada es inmensamente amplia, capaz de albergar a miles de aventureros, y aun así está un poco abarrotada.

"Señor aventurero, ¿necesita un soporte? Tengo la habilidad [Héroe Oculto] y soy perfecta para el trabajo. Por favor, déme una oportunidad—"

"Gracias, pero no," Shirou rechazó educadamente a la joven enana. Era el tercer soporte que se ofrecía a ayudarle.

Evitando la mirada decepcionada de la joven, Shirou Emiya atravesó la multitud. Al ver el emblema del volcán y el martillo en su capa, la gente se abrió a su paso.

"Los soportes que buscan equipo en la plaza no son confiables. Si necesitas uno, es mejor elegir a alguien de tu propia familia o un amigo de confianza. O paga más y contrata a un soporte con buena reputación en el gremio, es caro pero seguro."

En su primera incursión en la mazmorra, el veterano de la familia Loki, Raúl, le había dado estos consejos. Un soporte es la base del equipo, debe ser alguien en quien confíes.

Encontrar a alguien que robe los botines no es lo peor. Pero si conspira con otros aventureros, podría ser un problema.

Sin embargo, Shirou no tenía que preocuparse por eso, porque como dijo la diosa Hephaestus, no necesitaba un soporte.

Armas de reserva, no las necesitaba. Tenía [Unlimited Blade Works] para proyectarlas. Las pociones no ocupaban espacio y podía llevarlas. Y los botines más valiosos, no los recogería.

Ni goblins ni orcos, ni piedras mágicas ni botines. Simplemente no los recogería.

Como dijo la diosa: "Si quieres ganar dinero, forja una espada en el taller. En minutos harás cientos de miles. Recoger piedras mágicas y botines no vale el tiempo."

Y tenía razón. La [Espada Espiral Mágica] recién forjada por Tsubaki estaba valorada en mil millones de farlis, y el precio real solo sería mayor.

Incluso una espada mágica que solo lanza una bola de fuego costaba cerca de un millón de farlis, y el poder de la [Espada Espiral Mágica] era histórico.

Tsubaki y la diosa planeaban hacer una subasta entre familias poderosas. El 20% de la venta sería para Shirou.

Tsubaki insistió en eso. Si no fuera por los altos costos de investigación y fabricación, le daría a Shirou una parte mayor.

Si se vendía por mil millones de farlis, Shirou recibiría doscientos millones. Comparado con la recompensa de ochocientos millones por Ryuu, sería como ganar 0.25 Ryuu de un golpe. Si se vendiera por dos mil millones, el 20% sería 0.5 Ryuu.

Así que no necesitaba un soporte ni recoger botines. Shirou solo tenía que hacer una cosa: luchar y matar monstruos.

Los dos novatos de la familia Ganesha formaron un equipo fijo con sus veteranos, y Lefiya seguía su entrenamiento mágico con Riveria en la familia Loki. Shirou decidió aventurarse solo en la mazmorra.

Solo así podría dar lo mejor de sí.

... ...

"Gyaa—"

En el cuarto nivel de la mazmorra, Shirou tensó su arco y disparó una flecha que atravesó el ojo derecho de un goblin.

El grupo de goblins se detuvo de golpe. Con su baja inteligencia, no entendían la muerte de su compañero al instante, pero su instinto les hizo temer la figura envuelta en una capa frente a ellos

Pero las flechas eran más rápidas que su reacción.

"Ojo derecho, ojo derecho, ojo derecho—" Las flechas se clavaban en el ojo derecho de cada goblin, como una ligera lluvia de primavera.

Aunque los goblins eran monstruos débiles que no representaban una amenaza, Shirou Emiya los usaba para entrenar su habilidad con el arco y su destreza. No dejaba pasar ninguna oportunidad para mejorar.

Varios goblins cayeron al suelo, su sangre negra y roja se esparcía, pero ni una gota tocó a Shirou a la distancia.

Mientras morían, los cuerpos de los goblins empezaban a descomponerse rápidamente.

Ignorando los fragmentos de piedras mágicas y los posibles colmillos de goblin que podían dejar, Shirou se dio la vuelta y continuó cazando en el cuarto nivel.

En niveles más profundos, esta práctica podría ser arriesgada. Si los monstruos se comen las piedras mágicas que los aventureros dejan, pueden generar monstruos mejorados.

Pero en los primeros cuatro niveles, esto no era un problema. Muchos aventureros exploraban esta área, recogiendo los fragmentos de piedras mágicas que otros dejaban.

A partir del quinto nivel, Shirou tendría que triturar las piedras mágicas, pero aún así sería más fácil que recolectarlas.

Shirou atravesó rápidamente los primeros tres niveles, pero decidió quedarse un tiempo en el cuarto.

Desde el séptimo nivel, con monstruos como las Hormigas Asesinas, pequeños y con caparazones duros, el arco sería menos útil. Su arma principal cambiaría a la espada.

Así que, por ahora, entrenaba su habilidad con el arco en el cuarto nivel, lleno de goblins y kobolds.

Encontró un kobold solitario, y sin dudarlo, disparó una flecha que atravesó su ojo izquierdo.

Goblins a los ojos derechos, kobolds a los ojos izquierdos, Shirou avanzaba por el laberinto, disparando una lluvia de muerte con sus flechas.

Las flechas proyectadas se desvanecían con él, dejando solo los cuerpos de los monstruos, con un agujero sangriento en el ojo, mirando al techo del laberinto.

Al mismo tiempo, una joven rubia con una espada y una gran mochila también entró sola en la mazmorra.