Lee Taeyong, 24 años de edad, estudiante de modelaje. Un chico demasiado amable, cariñoso, comprensivo, atento y sociable, además de ser uno de los chicos más populares de su facultad y universidad, gracias a la gran belleza que posee, su cuerpo del...
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Los Ángeles, Estados Unidos.
08:49 P. M.
Jaehyun, abrió la puerta de su departamento dejando entrar primero al mayor, este agradeció con una sonrisa y entró.
Habían salido a cenar después de qué Jeong terminó de su trabajo, pero aún querían pasar tiempo juntos, así qué él menor tuvo la idea de que Jungwoo se quedara nuevamente a dormir en su hogar.
Él mayor, tomó de la mano al contrario con una sonrisa en su rostro, poco a poco sus labios se fueron acercándose hasta unirse en un beso desesperado y apasionado, las manos de Jaehyun tomaron la pequeña cintura del más bajo, uniendo sus cuerpos.
Con pasos torpes y sin separarse, fueron a la sala en dónde Jeong se sentó con él mayor arriba de él, Jungwoo, movió sus caderas haciendo fricción entre sus prendas, sus erecciones rozaban haciendo que ambos jadearan.
Jaehyun, quitó la polera del contrario, dejando su torso al descubierto, aún tenía las marcas de la noche pasada, de cierta manera, lo hizo sentir orgulloso. Su boca pasó por el cuello del más bajo, dejaba marcas a su paso, poco a poco su boca bajaba cada vez más hasta llegar a los pezones, los cuáles, lamía y mordía levemente.
—Jae~.
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09:58 P. M.
Taeyong, suspiró mirando la puerta frente a él, miró la hora en su teléfono, eran casi las diez de la noche, según había entendido por parte de recepción, Jaehyun llegaría a esa hora a su departamento, así que esperaba poder verlo esta vez.
Tocó el timbre con nervios y esperó a que la puerta fuera abierta.
Al cabo de unos segundos, se abrió dejando ver a un Jaehyun con cabello algo alborotado, sin algo que lo cubriera en la parte de su torso en el cuál, se podían apreciar marcas, solo tenía puesto su pantalón y sus labios se notaban inchados.
—¿Qué haces aquí?.—Preguntó confundido y con un tono molesto.
La voz de Jeong hizo que él mayor saliera de su trance, se había imaginado muchas veces volver a verlo, tenerlo de frente, pero no de la manera en cómo lo estaba viendo, su corazón dolía.
