Capítulo 8

160 39 11
                                    

Madison soltó un suspiro y se sentó en la cama ¿En verdad había sido ella? Aquella era la pregunta que rondaba en su cabeza, quería convencerse de que había sido imaginación suya; pero dentro de ella sabía con certeza de que había visto a Caitlin entrar a ese bar.

Solo había pasado quinces minutos de que Wally la dejara en casa, había usado su supervelocidad para recogerla porque su auto estaba en el taller, y por eso no eran más que la cinco y quince de la tarde.

—Te quedarás sola hasta que venga papá ¿está bien? —murmuró Wally, entrando a la habitación sin siquiera tocar la puerta juntada. Madi volvió a la realidad por su repentina aparición.

—¿No sabes tocar? —murmuró la ojiverde con actitud, rodando los ojos.

—¿O quieres que llame a Cisco, renacuajo? —El mayor desordenó su cabello y Madi le dio un leve manotazo para que quitara su mano de su nuca.

—Estaré bien, puedo quedarme sola, ya estoy grande —comentó.

—Sigues siendo una niña, niña —molestó el morocho. La menor le sacó la lengua y se cruzó de brazos.

—Si no dejas de molestarme le diré a Joe que rasguñaste su carro cuando lo estacionaste —Madi amenazó y Wally abrió ligeramente los ojos. Ayer, Joe le había prestado su preciado auto para ir a recoger a unos amigos de la universidad, Wally había calculado mal y un rallón había en toda la parte baja de la puerta de atrás.

Joe cuidaba tanto su carro que si se enteraba era capaz de quitarle su licencia y no devolvérsela hasta nuevo aviso.

—No te atreverías —musitó el indignado muchacho.

—Pruébame —la menor alzó una ceja, aunque una sonrisa pícara se estaba formando en rostro.

—Muy bien, esta vez ganaste, renac...Mads —fingió una sonrisa, aunque le dejó un casto beso en la frente —Pórtate bien por amor a la paciencia de Joe —pidió y la niña hizo un leve puchero. Ella siempre se portaba bien.

"Ja, eso no lo cree ni Cecile"

»Haz tareas y de ahí puedes jugar a la consola o algo. Joe volverá algo tarde, pero yo más. Nos vemos, renacuajo —la última palabra lo dijo en susurro, pero la niña igual lo escuchó, aunque el ojinegro usó supervelocidad antes de que pudiera quejarse.

—Tonto —masculló y se tiró hacia atrás, cayendo de espaldas al colchón. Cerró un momento los ojos y pensó en su siguiente movimiento.

"Ni lo pienses"

"Pero necesito saber si es ella"

"Y si es ¿qué harás?"

La menor apretó sus puños, estaba molesta y dolida con Caitlin. Sabía que se había ido por todo el problema de Frost y de algún modo solo quería proteger a su familia... sobre todo a la más pequeña. Pero Madison no podía dejar de pensar que también la había dejado.

La necesitaba demasiado y ya no estaba más.

El primer mes de la partida de Barry la vio dos veces, la chica la había sostenido entre sus brazos y la había consolado. Pero Cait estaba siempre con la guardia alta, no quería que Killer Frost tomara el control y poder hacerle daño otra vez.

Al finalizar el mes tomó la decisión de irse de Central City por un tiempo, su mamá le había dicho que podía acompañarla a hacer más investigaciones sobre su condición, pero esos Laboratorios estaban fuera de la ciudad.

Madison le había rogado que no la dejara, pero en el fondo sabía que la muchacha ya había tomado su decisión y necesitaba ese alejamiento, necesitaba encontrar algo que le devolviera el control absoluto de su persona.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 01 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Innocent Blood III : Rebel [The Flash]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora