﹙ 𓉸 ﹚ㅤ𝐃𝐚𝐫𝐤 𝐅𝐚𝐧𝐟𝐢𝐜 | 𝐀𝐔 𝐌𝐨𝐝𝐞𝐫𝐧 +𝟐𝟏.
⊱ En la noche de Halloween, él ya no puede acechar en las sombras. Lo único que le queda es el corazón de ella, aunque tenga que quitárselo.
━ "No. Eras mía cuando éramos niños...
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⁺‧₊˚ ཐི⋆♱⋆ཋྀ ˚₊‧
He pasado aquí esperando a que ella despierte. La veo allí perfecta acostada en mi cama que pronto será nuestra, su cabello desparramado en toda la cama, con su rostro angelical. Toda perfecta y toda mía.
—¿Choso?
Hago una pausa, mis pulmones se detienen, mi corazón se reinicia mientras me quedo quieto, como si acabara de imaginarla diciendo mi nombre. ¿Lo hizo? ¿O es su voz en mi cabeza otra vez? Cuando estuve encerrado, siempre tuve conversaciones con ella, pero nunca reales. Estaba perdiendo la puta cabeza y me engañé a mí mismo pensando que ella estaba acostada a mi lado algunas noches.
—Choso—dice de nuevo, y yo pulso dentro de ella, estirando mi brazo para poder bajarme.
Pero me atrapa envolviendo sus piernas alrededor de mi cintura, sus labios entreabiertos mientras me miran erráticamente a los ojos de nuevo. Su mano temblorosa se levanta y no me aparto mientras se desliza el pasamontaña sobre mi barbilla, mi boca, mi nariz, y luego lo quita por completo.
Mi cabello oscuro, largo cae sobre los ojos, llama su atención. Lo acaricia con la mano, sus piernas siguen firmemente envueltas alrededor de mis caderas mientras una lágrima se desliza por el rabillo del ojo.
Su mirada sigue sus dedos, cayendo desde mi cabello para trazar una de mis cejas, bajando por el costado de mi cara hasta la línea de la mandíbula.
Fascinada.
Como si no me hubiera visto en más de siete años. Quiero decir, no lo ha hecho, pero esperaba que me gritara que me bajara o que me golpeara, que me maldijera por lo que he hecho, por lo que no he hecho... pero... Está trazando mis rasgos faciales.
La voy a dejar. En lugar de hacerla pagar por arruinar casi una década de mi vida, estoy dejando que me toque tan libremente, y me encanta.
Estoy todo caliente y hormigueante y yo... Me gusta. Las yemas de sus dedos son suaves. He estado tan privado de contacto mientras estaba encerrado que cuando su palma acaricia mi mejilla, la presiono.
