Disfuncional ; Bajifuyu

Capítulo 2

Lo empujo para que se aparte de mí.

-¡No te estoy siguiendo!

-Claro. ¿Siempre sigues el rastro de la gente de los cafés a los hoteles? -pregunta, entrando de nuevo en mi espacio.

Mierda. Es más consciente de lo que pensaba. Cuando no encuentro una respuesta lo suficientemente rápida, sus labios se contraen en un gruñido malvado.

-Ya me lo imaginaba. Entonces, ¿qué carajo quieres de mí, eh?

Es inútil fingir. Llevo meses sintiendo curiosidad por este tipo, así que podría meterme de lleno y ver qué pasa.

-Quiero saber qué hacías con esa mujer.

Sus cejas se fruncen brevemente, y su cabeza se inclina hacia un lado.

-¿Qué mujer?

Enderezo la espalda, sintiéndome engreído al tener la ventaja.

-Acabas de decir que te seguí desde la cafetería hasta este hotel. ¿Qué te hace pensar que solo te vi a ti? -Me mira fijamente-. ¿O te refieres a cuál mujer? -Arqueo una ceja, esperando una respuesta.

El más breve destello de preocupación cruza sus ojos antes de sofocarlo, aflojando los hombros mientras mete las manos en los bolsillos de sus vaqueros. 

-¿Es tu chica o algo así?

-No tengo una chica.

-¿La quieres? -pregunta, señalando como si estuviera a nuestro lado.

-No. No es por eso que estoy preguntando.

Pone los ojos en blanco y se dirige al lavabo, dándome la espalda como si no pudiera ver su reflejo en el espejo. Es un movimiento bastante clásico para evitar que alguien vea el miedo en tus ojos o las mentiras en tus labios. Está actuando porque eso es lo que hace. Pero he estado haciendo eso durante años. Puedo ver las señales.

-No sé de qué diablos estás hablando, hombre. He traído a una chica para follar. Si no es tuya, no veo el problema. -Termina de lavarse las manos antes de dirigirse al dispensador de toallas de papel-. Creo que eres un maldito acosador raro.

-¿Yo soy el acosador?

Se da la vuelta.

-¿Quién más?

Quiero gritar, ¡tú, hijo de puta! Pero no lo hago.

-¿Te está esperando en la habitación ahora?

-¿Quieres unirte a nosotros? ¿Se trata de eso? Es un poco raro obsesionarse en una pareja al azar, pero no me opongo a los tríos.

Este maldito tipo. Me está haciendo sonar como él. Acosador. Obsesionarse. Bueno, supongo que no está muy equivocado, pero no necesita saber eso.

Lo desafío, simplemente porque quiero ver si esta chica realmente le está esperando en una habitación o si la abandonó cuando se dio cuenta que yo le seguía la pista, por lo que no pudo seguir con lo que realmente quería hacer.

-Sí. Me uniré a ustedes.

Sus ojos se abren de par en par y se le escapa una carcajada.

-Estás jodidamente loco, tío. Lo sabes, ¿verdad? -Me empuja hacia el pasillo. Le sigo.

-Tú lo ofreciste.

-Es como cuando alguien dice, llámame si alguna vez necesitas algo. Es algo que dices cuando en realidad no esperas que te tomen la palabra.

Que es lo que me imaginaba y por lo que dije que sí.

-Entonces, ¿retiras tu oferta? -pregunto, siguiéndolo mientras se pasea por el pasillo.