Capítulo #16

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Las caricias entre el rostro y el cuerpo, los besos delicados pero a la vez ligeramente descontrolados, los profundos sonidos emitidos por ambos labios al separarse

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Las caricias entre el rostro y el cuerpo, los besos delicados pero a la vez ligeramente descontrolados, los profundos sonidos emitidos por ambos labios al separarse.

Todo eso era presenciado por las únicas cuatro paredes que lo rodeaban.

Nathan deboraba como fiera salvaje mientras Lillian suplicaba como cachorro por su comida.

Ni en los más profundos pensamientos de ambos pensarían que todo ocurriría tan rápido.

Ninguno era de dar el salto a la intimidad, pero el deseo ya era muy evidente en ambos, tonto que las manos de la femina intentaban recorrer la piel bajo aquella camisa mientras el masculino sujetaba sus muslos obligandola a rodear sus piernas en la cintura de este y llevarla a la habitación.

Tras estar ambos sobre la cama sus labios fueron desconectados por instantes que les permitieron observarae mientras respiraban.

Cada uno estudiaba el rostro de otro.

Cejas, parpados, ojos, iris, nariz hasta los labios.

Era como si la más bella escultura estubiers frente a ellos.

Nathan era como el mejor pecado  lujurioso.

Lillian un simple ángel delicado.

Tan distinta era sus auras que solo eso los hacia más perfectos.

—¿Es este otro sueño? -se atrevió a hablar la joven-

—Dudo que un sueño pueda ser mejor que esto -dijo  voz ronca el chico de cabellos claros-

—He soñado tantas cosas que parecen muy reales

—Dime si es un sueño cuando empieses a gritar y rogar por sentir más placer

Sin más espera los labios fueron conectafo una vez más, ambos deseosos de no tener que separarlos, o almenos no nuevamente de sus cuerpos.

La boca de Nathan bajo por el menton hasta llegar al cuello de Lillian, donde se detubo un poco para asegurarse de "marcarla", por así decirlo.

La boca de la joven se sintió tan floja cuando unos dedos juguetones llegaron a rozar sobre esa sona que ya se volvía una tortura al no ser atendida.

—¿Creí que eras virgen? -solto la de cabellos largos con un pequeño hilo de voz aun tratando de mantener la poca calma que tenía-

—En mi mente tu siempre usas silla de ruedas y tu panza es acariciada por varias manitas -rió divertido asegurándose de que los roces fueran más acertados-

—¿De donde sacas esas cosas? -su espalda se levanto ligeramente mientras trataba de hablar-

—Tienes la culpa de hacer que mi mente solo piense en tí, que mis oidos solo te escuchen, que mis labios solo te pronuncien y mis manos solo te toquen

Ya estaba todo hecho, no había vuelta atrás, la lujuria que intentaron retener junto a la locura se liberaron sin ser esto permitido.

Sabían que ya no habría forma de detenerse, sabían que ya solo se podían dejar hacer todo lo que sus emociones reprimidas exigían en silencio.

Solo quedaban dos cuerpos entregandose entre si.

La pobre cama dejándose maltratar para que ambos disfrutaran de cada instante.

Las lastimosas paredes dejandose usar como escudo del sonido satisfactorio e invluso obsceno entre ambos.

Estaban solos en el bosque, pero incluso sabiendo eso querían tanto esconder como no el poco rastro de sus actos desesperados.

—Lillian quiero que me digas ¿por qué dejas que haga esto invluso cuando aun no admites nada? -se atrevió a preguntar el ojiazul antes te terminar de sobrepasar los limites entre ambos-

—Porque soy tuya, te pertenesco desde la ves que me viste en el bosque y tu me perteneces desde el día en que me salvaste, por mucho que lo callemos esa sera nuestra mejor verdad, eramos la perdición de nuestras locuras y aun así nos atrevimos a desafiar el destino

Solo esa respuesta provoco la locura final que Nathan necesitaba para finalmente unir ambos cuerpos de forma satisfactoria entre ambos, logrando controlar a duras penas el calor.

Locos talvez no, pero ambos eran extraños.

No eran como el montón.

Tenían sus defectos y se amaban así.

Hay quien si los llamaría locos sin saber sus problemas, sus caidas, o sus dolores.

Pero mientras ellos dejaban unir su locura por el otro, cualquier palabra de los demás era simples idioteces.

—Creo que ya puedo confirmarlo, somos el ángel que nuestras madres enviaron -sonrió la joven antes de finalmente dejar unir cada existencia de ambos-

[...]

Dulces caricias eran bien recibidas en las caderas de Lillian mientras estos ojos permanecian cerrados descansando de las largas horas de satisfacción.

Los ojos de Nathan recorrian cada parte del rostro de su ahora chica, queriendo grabar todo como si temiera que algun dia. no podría volver a ver tal escena para ellos.

[...]

—¿Porque los vigilas? -dijo una voz masculina detras de aquella persona que a la distancia observaba a ambos amados disfrutar de su momento-

—Nada dura para siempre lindo, los cuentos se acaban y la felicidad se olvida -sonrio antes de alejarse entre pequeñas risas-

—Nada dura para siempre lindo, los cuentos se acaban y la felicidad se olvida -sonrio antes de alejarse entre pequeñas risas-

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Tarde pero seguro, el ultimo capitulo de esta semana finalmente se los dejo.

Me hubiera gistado que fuera más largo pero la verdad no soy tan buena para escribir escenas tan subidas de tono, asi que hice lo mejor que pude.

Aun así espero que les guste ^^

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⏰ Última actualización: Nov 02 ⏰

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