5: I love you more, I need you more, I adore you...

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Casi 6 meses después...

Corría de un lado a otro buscando mi celular. No lo encontraba por ningún lado. Faltaban menos de 5 minutos para que Bianca, Paula y Vanessa pasaran por mí y no me iría sin mi celular.

Estábamos por ir a un partido del Real Madrid, apoyaríamos a todo el equipo pero yo iría más que nada por mi Sergio y James. Éste último me había pedido que fuera y para mí era indispensable ver al colombiano una vez más.

Estaba completamente lista, jeans azules y la camiseta del Madrid con el diez de James. Llevaba mi cabello en una cola y mis ojos cubiertos por unos lentes de sol. Todo perfecto excepto por mi celular.

—¡Te encontré! —Sonreí mientras observaba el teléfono que acababa de hallar.

Yo y mi gran orden, metido de entre las lociones que estaban en el baño, estúpido, lo sé.

Salí cerrando todo al escuchar el auto de Bianca afuera. Sólo llevaba una pequeña cartera y un cárdigan por si acaso.

Saludé a las chicas y me subí atrás con Vanessa. Otra de las amigas de Bianca a la que conocí unos meses atrás. Me divertía tanto con ellas que cuando me tuviera que ir, todo sería muy difícil.

Bianca condujo hasta el estadio en donde todas las instalaciones estaban repletas de personas, no había espacio para un alma más, no imagino adentro.

Nosotras por suerte, teníamos espacios en los palcos gracias a Sergio y a James, y bueno, Paula por Cristiano, quienes en los últimos meses han desarrollado una relación un tanto extraña, ninguno quiere compromisos pero se atraen mutuamente, es por ello que sólo se satisfacen el uno al otro en sus asuntos. Sí, muy extraño a mi parecer.

Pasamos entre todas esas personas para lograr entrar al estadio. Ya adentro nos dejaron ingresar hasta nuestros respectivos asientos.

Dios mío no me equivoqué cuando pensé que acá adentro estaría peor.

Nos pusimos cómodas. Sólo faltaba Bianca a la que no veía por ningún lado.

—¿Y Bian? —Miré a mis acompañantes.

—No lo sé, estaba detrás nuestro hacía unos momentos. —Vanessa respondió mirando a todos lados.

—Ay ahorita viene. Tal vez se perdió o simplemente anda en el baño. —Paula sonrió despreocupada mientras se colocaba unos lentes oscuros.

—Ay que preocupada. Esperemos mejor. —Me recosté a mi asiento a contemplar el escenario.

Habían miles de personas ya adentro más las que estaban afuera esperando por ingresar. Ésto iba a explotar. Los jugadores de ambos equipos estaban ya entrando a sus vestuarios para cambiarse y salir. Me sentía realmente emocionada, tanto mi primo como James, serían titulares y los podría ver jugando juntos. 

Nada me hacía más feliz ahora... 

O tal vez sí, había algo que me hacía la mujer más feliz del mundo y estaba por encima de todo ésto...

Sonreí inconscientemente antes de que mi cabeza se perdiera en los pensamientos más profundos.

En los últimos meses, las cosas habían cambiado mucho para mí en lo personal, y podría saber que en en todos los sentidos. 

Pero para mí, lo mejor era lo mucho que mi vida sentimental había cambiado; ahora, James y yo, estábamos saliendo a pesar de que aún no éramos nada oficialmente.

Él se había convertido en alguien muy especial para mí y quería disfrutar y seguir viviendo ese sentimiento mientras pudiera.

Además creía con firmeza tener al menos a una parte de su ser ocupada por el cariño, o tal vez el amor que ocultaba por mí, o por lo menos le gustaba lo suficiente para habérmelo hecho saber indirectamente con diferentes actos de su parte.

Rompiendo Las Reglas © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora