¡ɴᴏ ᴛᴇ ᴄᴀꜱᴇꜱ, ᴍɪɴʜᴏ! [ᴄʜᴀᴇʜᴏ]

06

—Unnie, ¿te sientes bien?.

No. No lo estoy.

—Eso creo.—digo esbozando una vaga sonrisa.

Íbamos de camino a clases, hace unas semanas atrás, sufrí el peor de los rechazos... una vez más. Y al parecer el definitivo.

No quiere dirigirme la palabra y ya ni siquiera desayuna conmigo. Está muy distante, llega a altas horas de la noche. ¿Tanto es la urgencia de quererme lejos suyo?... Duele, duele mucho. Ni siquiera me ha dado la oportunidad de hablar con él, de aclararle que dejaré de insistir y de mendigar amor dónde claramente jamás existirá.

Eres cruel, y siendo así, sólo causas que mi corazoncito entristezca al punto de encerrarme en mi cuarto y llorarte por horas.

—Asi que... ¿JeongIn te visitó en tu cumpleaños después que me fuera?.—cambié de tema rápidamente, no quiero que YiZhuo se preocupe por mí, suficiente tiene con la ausencia de sus padres.

—Eh, ¿qué? N-no s-sé de que hablas unnie...—sus mejillas sonrojadas y esos claros nervios me indica que fue así.

Mi mejor amiga es un libro abierto, muy sencillo de descifrar.

—Va, fingiré que te creo—sonrío—. Aunque luego deberás contarme que hicieron, eh.

Balbuceó seguido, llegando a la misma conclusión. Algo pasó entre ellos. Espero que, por el bien de JeongIn, no haya pretendido nada malo con YiZhuo o se las verá conmigo.

—Uh, ¿y esa multitud?.

Vi en dirección hacía la entrada del instituto, allí había un grupo gigante de chicas rodeando la zona. ¿A quién esperan exactamente?.

—¡Innie!.

Otra chica a nuestras espaldas, corrió directo a los brazos de mi primo. YiZhuo de inmediato apartó su vista de él y salió huyendo lejos, ¿qué rayos?.

—Denisse, por favor evita hacer eso.

—Pero Innie, ¿acaso no estamos en algo serio?.

—No, te dije mil veces que no. Lo de esa noche, fue sólo sexo. Nada más. Y además ocurrió hace tiempo.

Ahora si que lo mato.

—Apartate rubia teñida—la empujé lejos de JeongIn, importandome un bledo si se lastimó—. Tú y yo vamos a hablar, ¿oíste?.

No opuso resistencia, asiente sumiso. En el preciso momento que tomé su mano, una camioneta negra se estaciona casi frente a nosotros. Iba a insultarle pero la multitud de chicas y también chicos nos hizo retroceder.

—¡Miren! ¡Son los hermanos Kim!.

—¡No puedo creer que SeungMin y MinJeong vayan a estudiar aquí! ¡Parece un sueño!.