¡ɴᴏ ᴛᴇ ᴄᴀꜱᴇꜱ, ᴍɪɴʜᴏ! [ᴄʜᴀᴇʜᴏ]

01

—¿Y cómo planeas enamorarlo?.

No sé, sinceramente no sé. MinHo se ve bastante enamorado de su novia, o bueno eso trata de aparentar delante de los medios y la gente.

Con sólo veintitrés años, ocupó el cargo máximo en la empresa de sus padres, quiénes, lamentablemente al igual que mi madre, tuvieron un accidente fatal que acabo con sus vidas en la camilla de un hospital.

Quedamos solos, él siendo mayor de ambos, le prometió a mi madre que me cuidaría. Siempre me ha parecido una persona responsable, madura, gentil, firme y jodidamente atractiva. Dios, si vieran las veces que deliré únicamente porque hace ejercicio o la manera tan caliente que tiene al hablar de sus negocios... Definitivamente estoy enamorada de él desde que tengo memoria.

Aunque no todo era bonito, por lo menos para mí. Tener que lidiar con las mujeres que se le acercan con el propósito de coquetearle o las veces que no di mi visto bueno cuando me presentaba alguna "novia".

No soy estúpida para darme cuenta que sólo se trataban de simple mujerzuelas interesadas en su dinero. Tengo un trabajo muy difícil, no crean que es sencillo echarlas con alguna mentira o espantarlas para que no vuelvan a buscarlo. Merezco un sueldo.

Lamentablemente, aunque deseara, él no me ve como una verdadera mujer. Ya no soy esa niña de doce años que lloraba por la ausencia de su madre o se dormía al leerle un cuento. MinHo no tiene otro concepto de mí más que el de una hermana pequeña.

Crecí, mi cuerpo se ha desarrollado considerablemente. Soy una chica divertida, simpática y adulta. Quizá mi edad no ayude pero trato de demostrarle a MinHo que puedo mantener una conversación perfectamente bien, dando mi perspectiva. No ando de vaga, ni dependiendo del dinero de él. Sé lo que es ganarse la vida, trabajo y ayudo a pagar algunos gastos a pesar de que él se niegue.

Entonces, ¿qué demonios debo hacer para que MinHo se fije en mí de manera romántica?.

Ahora que decidió casarse, las probabilidades son minoristas y eso me frustra mucho. Kim MinJu no es más mujer que yo, tendrá sus cualidades, sin embargo, carece de personalidad y carisma. No entiendo qué vió MinHo en alguien así.

—Quiero ser precavida y no dar ningún paso en falso—mencioné sentada en mi cama—. Unnie, tienes que ayudarme.

—¿Yo?—asentí—. ¿Cómo podría ayudarte?.

—Trabajas en la empresa de MinHo—le recuerdo, Soyeon asiente—. Serás mis ojos allí, me dirás si esa MinJu lo frecuenta seguido o no.

—¿Eso te beneficia por qué...?.

—Tú encargate de ello, yo me las idearé. ¿Bien?.

Soyeon lo piensa un poco, si bien es la secretaria de MinHo, además es muy cautelosa. Por ello es que él confía en mi mejor amiga.

—De acuerdo, Chae. Haré lo que me pides. Sin embargo, me deberás un favor.

—El que quieras, unnie. Gracias.—sonreí más relajada.