Amor a Primera Discusión (Bbangzas)

parte 1

Siempre pensé que el último año de preparatoria sería pan comido. Me veía liderando al equipo de voleibol, con el apoyo incondicional de mis amigas y el respeto de todos los demás. Me veía invicta, caminando por los pasillos sin tener que preocuparme por nada más que mi popularidad y mis estudios. Pero este año no se parece en nada a lo que imaginé, y todo se debe a una sola persona: Hani, la chica que parece haber nacido para superarme en absolutamente todo.

Hani es… una pesadilla. No hay otra palabra que describa mejor lo que siento cada vez que la veo caminando por los pasillos, siempre rodeada de personas que la miran como si fuera una estrella. Siempre parece tener la respuesta perfecta en clase, su uniforme impecable, esa postura de niña perfecta… Hasta los profesores la tratan como si fuera de otro planeta. Y yo, que solía ser la favorita, me he quedado en un segundo plano cada vez que ella está cerca.

Recuerdo el primer día que supe que ella era diferente. Era nuestro primer año en preparatoria y nos asignaron el mismo asiento en clase de matemáticas. Yo me sentía confiada; las matemáticas siempre fueron lo mío, y quería impresionar al profesor. Justo cuando levanté la mano para contestar una pregunta difícil, Hani lo hizo también. Ambos respondimos al mismo tiempo, y ella… ella acertó. Me lanzó una breve sonrisa de cortesía, una sonrisa que parecía decir "bueno, al menos lo intentaste." Desde ese momento, esa sonrisa suya se ha convertido en la chispa de esta rivalidad que parece crecer con cada día que pasa.

Este año pensé que sería distinto, que al fin sería la única protagonista. Sin embargo, parece que Hani y yo estamos destinadas a cruzar nuestros caminos una y otra vez. Y como si fuera una broma del destino, nos asignaron juntas para un proyecto escolar importante. Pasaré las próximas semanas trabajando con ella, y la idea me irrita… pero también me intriga. Hay algo en esa seguridad suya, en su indiferencia hacia mí, que me hace querer… bueno, quiero llamarlo curiosidad, pero me temo que pueda ser algo más.

No puedo evitar sentirme incómoda cuando estoy cerca de Hani. Es como si tuviera un imán que atrae toda la atención y deja a los demás en su sombra. Cuando caminamos juntas por los pasillos de la escuela, todos nos miran, pero sé que en realidad están mirándola a ella. A veces me pregunto si nota el efecto que tiene sobre los demás, o si simplemente lo da por sentado.

Hoy, sin embargo, fue el colmo. Llegué temprano al salón para prepararme para la presentación de nuestro proyecto, lista para impresionar a todos con mis ideas, y allí estaba Hani, revisando nuestras notas y corrigiendo… mis notas. Ella levantó la vista cuando entré, con una expresión tranquila y despreocupada, como si no fuera gran cosa. Y cuando intenté decir algo, simplemente me miró, inclinó la cabeza y me lanzó una sonrisa que parecía decir “yo me ocupo, no te preocupes.”

Esa sonrisa. La misma que me lanzó aquel primer día en clase de matemáticas. Me quedé sin palabras, pero por dentro estaba furiosa. ¿Quién se cree que es?

Aunque… tengo que admitir que mientras la observaba, algo me distrajo. El modo en que su cabello caía sobre su hombro, el suave movimiento de sus manos mientras repasaba los documentos… era tan meticulosa, tan segura. Casi olvidé por completo que estaba molesta; por un instante, me encontré observándola, sin poder apartar la vista. Y entonces, como si pudiera leerme la mente, levantó la mirada y me sorprendió mirándola. Me congelé, y noté que sus labios esbozaron una sonrisa apenas perceptible, esa misma sonrisa que me irrita y fascina al mismo tiempo.

Sin embargo, no podía dejar que notara lo que estaba pensando. Me acerqué con paso firme y le arrebaté los papeles de las manos, tratando de recuperar el control de la situación.

—Creo que ya hice suficiente trabajo por ambas, ¿no crees? —le dije, intentando sonar segura.

Hani solo me observó, calmada, como si mi reacción fuera exactamente lo que esperaba.