Starboy [M.V]

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Max

Después de la carrera, y todo el espectáculo que monté frente a las cámaras, lo único que pude hacer fue escapar rápidamente hacia la escudería y esconderme allí, buscando huir de la atención y el juicio de los demás.

La pelea con Charles... sinceramente, ya no me importa. Así es este deporte: a veces ganas, otras veces pierdes. Lo sé. He aprendido a lidiar con ello a lo largo de los años. Pero hoy, hoy fue diferente. Me enojé de una forma que no pude controlar. Me dejé llevar por la frustración, por la impotencia.

Y el resultado no solo fue la derrota en la pista, sino también la rabia de no haber podido manejar mis emociones. Y me molesta. Me molesta mucho.

A eso se sumaba la constante presión de mi padre. Siempre está ahí, exigiendo más de mí, siempre esperando algo que nunca parece ser suficiente. Cada vez que viene a verme, siento que estoy a punto de fallarle. Como si estuviera compitiendo contra él, no solo contra los demás pilotos. Y cuando me dio la bofetada después de todo lo ocurrido, lo peor no fue el golpe en sí.

Fue esa mirada.

Esa mirada de desaprobación, de decepción, como si todo lo que había hecho hasta ahora fuera irrelevante. Me hizo sentir como un niño otra vez, y esa imagen es algo que no quiero que nadie vea. Ni Jess, ni el equipo, ni los fans. No quiero que me miren con lástima o compasión.

Así me criaron. Con esa presión, con esa exigencia. Y no era algo que pudiera dejar atrás.

Las entrevistas posteriores no ayudaron en nada. Los reporteros, como siempre, esperando la mínima oportunidad para sacar un titular que les diera la atención que buscan. Sabía que tenía que estar allí, porque, después de todo, es parte del trabajo, pero si dependiera de mí, todos esos tipos podían irse a la mierda.

— Max, ¿puedes responder? — me llamó uno de los reporteros, sacándome de mis pensamientos.

— ¿Qué cosa? — respondí, molesto. — ¿Puedes repetir la pregunta?

— Creo que el campeón del mundo está algo... distraido hoy  jaja — dijo, sonriendo con una cara de idiota. — Quería saber si tienes algún comentario sobre la pelea y las fotos que están circulando de ti y Charles.

— ¿Qué más quieres saber? — respondí, casi con desdén. — ¿Acaso no queda claro con las fotos que han salido?

— Queremos saber tu versión. Sabemos que tienes un temperamento fuerte, pero no es común verte perder el control de esa manera, como si fueras un novato. Eso sorprendió a muchos.

Sabía perfectamente que lo que quería era que me metiera en su trampa, pero ya estaba hasta el cuello de esas preguntas estúpidas. Así que respondí lo que tenía que decir sin morderme la lengua.

— ¿En serio me estás diciendo que te sorprende una pelea entre pilotos? Si eso te sorprende, tal vez seas un periodista nuevo o, sencillamente, un ignorante— solté con todo el veneno. —

-Con Charles, como con cualquier otro piloto, competimos por cada maldito centímetro. Sí, somos amigos fuera de la pista, pero en la pista no hay amigos. Si no pensara así, no tendría tres campeonatos en mi palmarés.

La sala se llenó de murmullos y preguntas, como era de esperar. Mi respuesta fue dura, pero ya estaba harto. Cansado de ser el villano cada vez que algo sale mal. Si los periodistas quieren peleas, que vayan a la pista. No aquí.

Ahora le tocó a Charles. Y, sinceramente, ya me daba igual lo que dijera. Lo escuché porque no quedaba otra, pero estaba deseando que todo esto terminara.