Naruto - El héroe Fénix

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Unas horas más tarde, Naruto estaba de vuelta en casa, en la comodidad de su dormitorio principal. Su cabeza descansaba suavemente sobre el regazo de Yasaka mientras Amaterasu, fiel al vínculo que compartían, estaba sobre sus muslos, aligerando el ambiente con sus travesuras.

Pero no podía hacer mucho para aliviar la tensión de la habitación cuando ella también se sentía frustrada y era todo lo contrario de relajada.

Acababa de terminar de contarle todo lo que había sucedido durante su visita al inframundo. Levantó la vista hacia su mujer, que le miraba con preocupación.

La habitación se quedó en silencio, el peso de sus palabras se asentó sobre ellos como una densa niebla. Yasaka se detuvo a mitad de su recorrido por el cabello de Naruto, y Amaterasu se movió en su regazo, ya no juguetona.

Amaterasu habló, con su rostro juvenil mostrando preocupación. "¿Cuál es nuestro próximo movimiento, Naruto? La influencia del clan Bael está creciendo rápidamente. ¿Cómo empezamos a hacer frente al control que tienen?".

El shinobi se incorporó, con la espalda recta mientras se sentaba junto a su esposa. Parecía pensativo mientras cerraba brevemente los ojos antes de volver a abrirlos. "El clan Bael tiene un fuerte control sobre las cosas. Están influyendo en el panorama político para asegurarse de estar por encima de los verdaderos líderes del inframundo, los Cuatro Satanes".

Yasaka frunció el ceño, confundida. "Pero, ¿cómo amasó el clan Bael semejante poder? ¿No se suponía que los Cuatro Satanes eran la cúspide de la jerarquía demoníaca?".

Naruto asintió, su voz insinuando amargura mientras retrocedía en el tiempo para explicar. "Cuando los Cuatro Satanes originales murieron en la Gran Guerra, se desató el caos. El clan Bael aprovechó este momento de vulnerabilidad para imponer su control, dejando de lado a los verdaderos líderes. Esta toma de poder fue el catalizador de la Guerra Civil de los Demonios, que dividió a los que querían mantener las viejas costumbres y continuar la guerra y a los que se dejaron llevar por la promesa de los Bael de evitar el conflicto y la conquista con otras facciones".

Los puños de la Diosa se cerraron y parecía enfadada. "¿Así que aprovecharon el caos de la guerra para reescribir el panorama político a su favor?".

"Eso es más o menos cierto", respondió Naruto, con una expresión sombría en el rostro. "Y funcionó. Después de la guerra civil, sus planes prepararon el terreno. Cambiaron el consejo, convirtiendo a los nuevos Cuatro Satanes en meros testaferros mientras ellos se hacían con el poder real. Los Cuatro Satanes tienen cierto poder e influencia, pero está eclipsado por el clan Bael, que son los verdaderos líderes del inframundo".

Yasaka estaba indignada. "Semejante manipulación es monstruosa. Juegan con las vidas como si fueran meros peones en sus juegos".

La expresión de Amaterasu se ensombreció aún más. "Y son responsables de la masacre de Nekoshou, que fue un acto imperdonable".

"No sólo los Nekoshou, sino muchos, muchos más", dijo Naruto, sus ojos se entrecerraron con una fría intensidad antes de añadir.

Raven me contó que durante los últimos dos siglos, Lord Bael ha atacado a mi clan en cada oportunidad para aumentar sus propios recursos. No perdona a nadie, sea demonio o no. Esa es la tiranía de su clan. Los Gremorys son la razón por la que el clan Phenex sigue en pie. Venelana, que es como una segunda madre para mí, utilizó su herencia Bael para llegar a un acuerdo con ellos.

Los ojos de Yasaka se abrieron de par en par al comprender de repente. "Es el contrato matrimonial entre la heredera de Gremory y uno de los antiguos herederos del antiguo Lord Phenex".

"Así es", confirmó Naruto, y su expresión se transformó en una mueca de desprecio.

Amaterasu parecía desconcertada. "¿Pero cómo se benefician los Bael de que un Gremory se case con los Phenex? A menos que..."