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Chapter 18

Con una fuerza inhumana me dio un puñetazo en el mismo lugar donde la marca roja estaba, haciendo que girará mi cabeza de forma brusca, mis ojos comenzaron a ponerse cristalinos, mientras mi respiración estaba agitada, imperventilando, mi mano aterrizó en mi mejilla, tocando con suavidad el lugar donde comenzaba a quemarme, cuando deje caer mi mano, una mancha de sangre se visualizo.

"Mierda, esta empezando a sangrar, de nuevo." Pensé de forma tranquila".

Lentamente, levanté la mirada hacia arriba, hasta encontrarme con la de Choi. Su mirada me taladró, como si estuviera buscando algo dentro de mí. Su pecho subía y bajaba con una respiración agitada, y su puño aún estaba cerrado, listo para golpearme de nuevo.

La sangre comenzó a gotear de mi mejilla, cayendo en el suelo con un sonido suave y constante. Mi corazón latía con fuerza, y mi cuerpo se tensó, esperando el próximo golpe.

Choi me miró con su ceño fruncido hasta el límite, su mano acercándose de nuevo a mi, por instinto cerré los ojos fuertemente, sin saber qué esperar.
Pero sin previo aviso, me jaló hacia él con una fuerza brusca y violenta. Choi me tomó de la cintura con una fuerza dolorosa, rodeándome con sus brazos como una trampa mortal que me inmovilizó.

Mi cara se aplastó contra su pecho, mi oído pegado a su corazón que latía con una furia desenfrenada. Podía sentir el calor de su cuerpo, la tensión de sus músculos, y el olor a tabaco y alcohol que se mezclaba con su fragancia varonil, una combinación que empezaba a marearme.

Su cabeza se inclinó sobre mí, su aliento cálido en mi cabello, y su nariz enterrada en mi nuca. El abrazo era tan intenso que me sentí como si estuviera siendo absorbido por él.

Desconocía totalmente la razón detrás del abrazo de Choi, pero no podía negar que prefería su calor y proximidad a los golpes. Sin embargo, su comportamiento era impredecible, y mi cuerpo se tensó en anticipación.

Choi se acercó a mi cuello, su nariz casi tocando mi piel. Inhaló levemente, y se retiró bruscamente, su rostro contorsionado en una mueca de disgusto.

- No hueles a ti-. gruñó, su voz baja y irritada. Su ceño estaba fruncido, y sus ojos me miraban con una atención que me hacía sentir transparente.

Posiblemente olió la fragancia de la chaqueta de Yang, o algún rastro de aroma que quedo del asqueroso del señor baek. Mis ojos temblaron de miedo mientras Choi me miraba con una intensidad que parecía quemarme. Su mirada se dirigió hacia el hombro donde tenía el chupetón, y su expresión se transformó en una furia contenida.

Mi mano instintivamente se movió para cubrir el chupetón, pero Choi fue más rápido. Su mano se posó sobre la mía, apartándola de forma brusca y violenta. Inmovilizándome con una fuerza bestial que me hizo temblar.

Su mirada se clavó en el chupetón, y su rostro se contorsionó en una mueca de rabia. Su cuerpo se tensó, listo para explotar en cualquier momento.

Mi corazón latía con fuerza, y mi respiración se volvió agitada.

- ¿Que mierda es esto?", preguntó, su voz casi un rugido.

Su mano apretó la mía con fuerza, haciéndome sentir dolor.
En un acto de desesperación y miedo, me estiré hacia él, mis pies puntiagudos buscando el suelo mientras mi cuerpo se elongaba hacia arriba. Mi mano se deslizó hacia su nuca, mis dedos enterrándose en su cabello oscuro y sedoso. Con un movimiento urgente, lo jalé hacia abajo, nuestros labios chocando en un beso de pico.

Cuando me separé de él, su mirada me fulminó, inexplicable y profunda. Sus ojos, antes llenos de ira, se suavizaron, y por un momento, vi una chispa de vulnerabilidad en su mirada.