Capítulo 4

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Notas:
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La primera semana; pasó. Y el teléfono seguía sin funcionar, por lo que Yuuji consideró el salir de la mansión para buscar algún otro teléfono y así volver a mantenerse comunicando con el exterior. Pero desistió de la idea al recordar que Suguru debía ir cualquier día de estos para dejarle la despensa, así que prefirió esperar.

Durante ese tiempo tuvo que encontrar otras distracciones que lo ayudarán a manejar su estrés y preocupaciones; esto lo llevó a pasar mucho más tiempo con Satoru realizando "juntos" un sinfín de actividades como tocar el piano, leer, escuchar música mientras asea la casa o prepara la comida.

Inclusive se dio el tiempo para arreglar el jardín trasero.

Mientras podaba los arbustos continuaba hablándole a Satoru sobre su vida; no era como si tuviera historias muy interesantes que contarle, pero le daba un poco tranquilidad hablarle aunque obviamente no recibiera una respuesta.

Al terminar, nuevamente la curiosidad abordó a Yuuji. Quería saber lo que hay al otro lado de la cerca pero al recordar lo que sucedió la última vez; desistió de la acción. Tomó a Satoru en sus brazos y entró con él a la casa.

Suguru no tardó en llegar y mientras acomodaban la despensa empezaron a charlar.

Yuuji le comentó sobre el asunto del teléfono y Suguru amablemente se ofreció a revisarlo y arreglarlo. Primero fue a la habitación de Yuuji para asegurarse de que el teléfono estuviera bien, y así fue; el teléfono ya funcionaba correctamente.

— ¿Solo lo revisaste el primer día? —le cuestionó el alfa.

— Lo revisé ayer y hoy en la mañana seguía sin funcionar —explicó el omega con desconcierto.

— Quizás solo se debió a un fallo en la línea —sugirió el alfa.

— Tal vez... —aceptó el omega un tanto incomodo.

— ¿Sucede algo malo? —le cuestionó.

— Oh, no —negó rápidamente.

Realmente le preocupaba el asunto de sus aretes y sobretodo sus supresores. Pero prefirió dejarlo así. La pérdida de sus aretes lo atribuyó a un descuido en la bañera, y en cuanto a los supresores creyó que eran innecesarios. Después de lo que sucedió con su ex pareja; nunca volvió a sentirse verdaderamente atraído hacia ningún alfa.

— ¿De veras te encuentras bien? —le cuestionó el alfa con preocupación.

— Si —respondió forzando una sonrisa y fingiendo tranquilidad— es solo que... no he dormido muy bien.

"The Boy"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora