Capítulo 2

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Una carcajada.

Eso fue lo que obtuvo la señora Gojo tras presentar a Satoru.

Aún riendo, Yuuji observaba a la mujer que ahora mantenía una expresión seria y de molestia por la reacción del omega.

— Es.... Un chiste, ¿No? —mencionó Yuuji en voz baja y con una sonrisa incomoda.

— No veo el por qué de la risa hacia mi hijo, joven Itadori —respondió la mujer.

Yuuji borró su sonrisa y el señor Gojo los alcanzó. Al entrar fue hasta "su hijo", alzandolo en brazos con alegría.

— Hola, cariño —lo saludó el hombre— has sido un niño muy travieso hoy, así que debes disculparte con el joven Itadori —mencionó para inmediatamente ponerlo frente a la cara de Yuuji dejándolo en un desconcierto peor— mi hijo está muy avergonzado con usted, ¿Verdad?, Satoru.

Yuuji, realmente no sabía qué responder.

En ese momento alguien llamó a la puerta. El señor Gojo le dio el muñeco a su esposa quien se puso de pie con "su hijo" en brazos cargándolo como si realmente se tratara de un infante y salió con rumbo a la puerta del recibidor.

— Perdónenos joven Itadori —pidió apenado el hombre— sé qué ahora mismo debe creer que estamos locos y que debería salir de aquí lo antes posible... Pero quiero que me escuche, antes de tomar una decisión.

Yuuji lo miró con preocupación.

— Nosotros perdimos a nuestro hijo en un incendio que tomó lugar en su casa del árbol qué se encuentra cerca de aquí, en el bosque... —explicó derramando algunas lágrimas— al ser nuestro único hijo, mi esposa nunca pudo superar semejante pérdida. Realmente no sé cómo acabamos en esto pero, pese a las diferentes opiniones de los habitantes del pueblo; nosotros sabemos que Satoru sigue aquí, con nosotros.

Al verlo así, Yuuji recordó su propio dolor a causa de una pérdida similar. Tomó su vientre y decidió quedarse, haciéndoselo saber al señor Gojo.

Tras esto, ambos alcanzaron a la señora Gojo, quien ahora estaba en la cocina acomodando unos víveres en compañía de un apuesto joven de larga cabellera oscura, quien al sentir la presencia del señor Gojo y Yuuji volteó a verlos. Yuuji solo miraba al muñeco qué habían sentado en una de las sillas del comedor, con la vista hacia ellos.

— Hola —saludó a ambos con una sonrisa.

— Suguru, hoy llegaste un poco tarde —mencionó el señor Gojo mientras se acercaba a él.

— Lo siento señor Gojo, mi tío se llevó la camioneta y... —explicó centrando su mirada en Yuuji quien lo miró con una tímida sonrisa— por ello tardé en venir.

El señor Gojo volteó hacia Yuuji y lo instó a presentarse.

— Mucho gusto —lo saludó Yuuji con amabilidad ofreciéndole su mano— soy Yuuji Itadori y a partir de hoy me haré cargo del pequeño Satoru —mencionó con una sonrisa.

No muy convencida, la señora Gojo lo miró con desdén. El señor Gojo se apresuró a tomarla del hombro y le pidió hablar en otra habitación mientras los jóvenes acomodaban el resto de la despensa.

A causa del silencio, Yuuji intentó iniciar una conversación con el joven.

— Así que tu nombre es Suguru —mencionó con una sonrisa.

— Sí —respondió con el mismo gesto— mi nombre completo es Suguru Geto, siéntete libre de hablarme por mi primer nombre, a cambio yo haré lo mismo, Yuuji —mencionó con una sonrisa ladina.

"The Boy"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora