3. Heridas

34 3 0
                                    

3.

Si alguien hubiera pasado cerca de la habitación de Shoto Todoroki en ese momento, habría escuchado el sonido rítmico del rechinar de la cama, acompañado por algunos murmullos ahogados y respiraciones entrecortadas. Pero, por suerte, la casa estaba en silencio, y no debería haber nadie cerca. O al menos, eso era lo que debería haber sucedido en un ambiente mas convencional.

Sin embargo, Natsuo Todoroki estaba en su propia habitación, a pocos pasos de la puerta cerrada de su hermano menor. Mientras revisaba algunas notas para la universidad, un leve ruido alcanzó sus oídos, llamando su atención. Pero conforme el tiempo avanzaba, los ruidos se hicieron más constantes, despertando una creciente curiosidad y, al mismo tiempo, un leve desconcierto.

Natsuo se recostó en su cama, intentando desviar su mente de lo que estaba oyendo, pero era imposible no escucharlo. La cercanía del sonido, la incomodidad de los pequeños detalles que iba captando, lo obligaron a enfrentarse a la realidad de lo que estaba pasando en ese instante. Y, mientras trataba de desviar sus pensamientos, la duda comenzó a invadirlo: ¿había sido buena idea intentar juntar a su mejor amigo con su hermano menor?

Su mente retrocedió a cuando había leído aquel diario escondido de Shoto, cuando se había dado cuenta de la intensidad de los sentimientos que su hermano albergaba por Sero. En aquel momento, le había parecido una idea divertida, incluso encantadora, ayudar a ambos a encontrarse y ver si algo podía florecer entre ellos. Pero ahora, escuchando aquellos sonidos tan reveladores, Natsuo se encontraba en un conflicto.

Pensaba en Sero, su mejor amigo, alguien en quien confiaba plenamente. Sabía que era amable y tenía buen corazón, pero, al mismo tiempo, Natsuo no podía evitar sentir una ligera preocupación por lo que esta relación podría significar para su hermano menor. Shoto, a pesar de su semblante serio y reservado, era alguien sensible, y Natsuo lo sabía bien. Temía que esta situación pudiera resultar en algo complicado o que alguien pudiera salir lastimado.

Por otro lado, había una parte de él que se sentía satisfecha, casi orgullosa, por haberlos reunido. Si sus sentimientos eran genuinos y ambos estaban dispuestos a explorarlos, ¿por qué tendría él que intervenir o preocuparse demasiado? Tal vez esto era exactamente lo que ambos necesitaban: alguien que pudiera comprenderlos y acompañarlos en sus problemas.

Natsuo se pasó una mano por el rostro, suspirando mientras miraba el techo, dividido entre sus sentimientos encontrados. ¿Debería confiar en su mejor amigo para cuidar del corazón de su hermano? ¿O sería un error, algo que podría romper la confianza que todos compartían?

La repentina apertura de la puerta principal hizo que Natsuo se congelara por un instante, su corazón se aceleró. Sin pensarlo, se lanzó escaleras abajo, saltando varios escalones en su prisa. Si era su padre quien había llegado, estaban en un serio problema.

Al llegar a la sala, se encontró con su hermano mayor, Touya, quien lo miraba con una ceja arqueada y cierta intriga en su expresión. Natsuo soltó un suspiro de alivio. Era solo Touya y no su padre, lo cual les daba un poco de margen para actuar.

—¿Qué pasa, Natsu?— preguntó Touya notando la ansiedad en su rostro.

Natsuo miró hacia las escaleras antes de responder, como si temiera que alguien pudiera escucharlos— Shoto está... digamos que haciendo cosas que podrían enfurecer a papá.

Touya lo miró fijamente, tratando de procesar sus palabras, hasta que una chispa de comprensión se encendió en su mirada. Sus ojos se abrieron de golpe, su expresión cambió de incredulidad a furia en cuestión de segundos.

—¿Qué cosas?— preguntó, pero antes de que Natsuo pudiera responder, añadió— ¿Con quién? ¡Voy a matar a quien haya tenido la osadía de tocar a Shoto!

Unbroken/ SeroRokiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora