Prólogo

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Prólogo

Natsuo caminaba por los amplios pasillos de la universidad, rodeado de estudiantes que reían y discutían sobre sus clases. Con un ligero suspiro, se sumergió en la búsqueda de sus amigos, deseando compartir una tarde tranquila después de las interminables horas de estudio. El bullicio lo envolvía, pero en su mente solo había espacio para sus pensamientos y la curiosidad de dónde se podrían encontrar Sero y el resto del grupo.

A lo lejos, divisó la figura familiar de Sero, sentado en un banco bajo un árbol, su rostro iluminado por la luz del sol. Había algo inusual en la forma en que estaba concentrado en la pantalla de su teléfono, con una expresión serena que Natsuo rara vez había visto en él. Normalmente, Hanta era un torbellino de energía, inquieto y juguetón, siempre listo para provocar risas con sus bromas. Sin embargo, en ese momento, parecía completamente absorto, como si el mundo a su alrededor se hubiera desvanecido, dejando solo a él y a la pantalla.

Intrigado, Natsuo se acercó sigilosamente, disfrutando del raro momento de tranquilidad de su amigo. A medida que se aproximaba, pudo ver la imagen que Sero contemplaba con tanta devoción. Era una fotografía que Natsuo había subido a su Instagram, donde aparecía sonriendo junto a sus hermanos: Touya, Fuyumi y Shoto.

De repente, Sero se dio cuenta de la presencia de Natsuo y, al instante, su rostro se iluminó con pánico. Rápidamente apagó su teléfono, como si hubiera sido descubierto en un acto indebido.

—¿Qué haces?— preguntó Natsuo con una sonrisa burlona dibujándose en su rostro— ¿Te gusta la foto? ¿O acaso te gusto yo?— lo dijo en tono de broma, disfrutando de la confusión de su amigo.

Sero se sonrojó de inmediato, sus mejillas adquirieron un color rojizo que contrastaba con su cabello oscuro— No, no es eso— balbuceó tratando de recuperar su compostura— No me gustas, para nada... pero...

—¿Pero qué? ¿Qué pasa, Hanta? Puedes hablar conmigo si quieres.

—Me gusta alguien— dijo con una mirada de incomodidad en su rostro, como si las palabras le costaran salir.

—¿Y quién es? ¿Cuál de mis hermanos te gusta?

—Es... un poco complicado— respondió ruborizándose aún más.

Natsuo no pudo evitar soltar una risa sarcástica— ¿Touya? Ya tiene novio, además, es mayor para ti. Y lo mismo pasa con mi hermana, ella también tiene pareja.

Sero se removió en su asiento, incómodo— No es ninguno de esos...

Natsuo frunció el ceño, su corazón latía con fuerza mientras la conexión entre sus pensamientos se hacía clara. Aquel silencio, la mirada evasiva de Sero, todo comenzaba a tener sentido— ¿A quién te refieres?— preguntó sintiendo cómo un nudo se formaba en su estómago.

—Me gusta tu hermano menor— respondió casi en un susurro.

La revelación golpeó a Natsuo como una ola helada. Nunca había considerado la posibilidad de que su mejor amigo pudiera tener sentimientos por Shoto. El desconcierto se mezcló con una sensación extraña, una sensación de protección. ¿Cómo debía manejar esta situación? Su hermano menor, el más reservado y enigmático, el chico por el que Sero parecía sentir algo real.

—No voy a hacer nada— dijo Sero rápidamente— Solo me gusta y ya.

Natsuo se cruzó de brazos intentando procesar la nueva información— Mientras no le hagas daño a Shoto, estoy de acuerdo— respondió finalmente tratando de mantener la calma.

Sero asintió visiblemente aliviado, pero también nervioso. El aire entre ellos se volvió denso, como si la conversación hubiera creado una nueva dimensión en su amistad.

—No le diré nada, si eso es lo que quieres— dijo Sero mirando al suelo con un ligero sonrojo en sus mejillas.

—Puedes...puedes decirle— murmuró como si cada palabra costara— Solo asegúrate de no ser un tonto, Hanta. Shoto es importante para mí.

Ambos se quedaron en silencio por un momento, con una nueva comprensión entre ellos. El sol se filtraba a través de las hojas del árbol, proyectando sombras suaves en el banco, mientras las risas de otros estudiantes resonaban en la distancia.

Unbroken/ SeroRokiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora