4.
Shoto caminaba por los pasillos de la preparatoria con el rostro inexpresivo, aunque era consciente de las miradas que lo seguían a cada paso. Los murmullos a su alrededor eran incesantes; sentía que cada par de ojos que lo observaba se concentraba más en los nuevos moretones sobre su rostro que en la antigua cicatriz que rodeaba su ojo izquierdo. Esa cicatriz era parte de él desde niño, algo que había aprendido a ignorar, pero ahora parecía que esa marca era solo el comienzo de lo que todos comentaban.
"¿Viste su cara?", murmuraban algunos al pasar. "¿Qué le pasó a Todoroki?"
"Si con la cicatriz era inquietante, ahora lo es mucho más."
"¿Qué le ven las chicas?"
Los comentarios eran difíciles de ignorar, pero Shoto mantuvo la cabeza alta y el paso firme, tratando de evitar que le afectara. Sin embargo, el peso de la incomodidad le oprimía el pecho, y aunque intentaba mantenerse concentrado, su mente vagaba hacia los eventos del día anterior y hacia Sero, con quien había compartido un momento tan íntimo antes de que todo se viniera abajo.
Cuando finalmente llegó a su salón, notó a Uraraka que lo miraba desde su asiento. En su expresión se leía la preocupación, pero, como siempre, ella fue respetuosa y no le preguntó nada. Shoto sabía que si en algún momento deseaba hablar, ella lo escucharía sin presiones. Esa amabilidad silenciosa le daba cierto alivio, aunque no supiera bien cómo manejar el impulso de hablar y, al mismo tiempo, el miedo de abrirse demasiado.
Poco después, llegaron Midoriya e Iida y se sentaron en los pupitres detrás de él. Ambos lo saludaron con la misma calidez de siempre, y aunque Shoto intentó devolverles una sonrisa, apenas logró esbozarla antes de mirar hacia el frente, deseando que el día pasara rápido.
La clase comenzó, y Shoto trató de concentrarse en las explicaciones del profesor. Pero su mente volvía una y otra vez a Sero. Sentía la culpa revolverse en su estómago, aunque al mismo tiempo, no podía evitar recordar la manera en que Sero lo había mirado, como si no hubiera nada ni nadie más en el mundo que importara.
Sacudió la cabeza ligeramente, intentando espantar esos pensamientos, pero se sentía atrapado entre sus propios recuerdos y el dolor de los golpes recientes. Era difícil mantenerse enfocado, y el murmullo ocasional a sus espaldas le recordaba lo que todos estaban viendo en su cara. Más allá del dolor físico, lo que lo atormentaba era la pregunta de cómo enfrentar su realidad, una donde sus sentimientos por Sero y su complicada relación con su padre parecían no tener salida.
Los minutos transcurrían, y aunque trataba de atender a lo que el profesor explicaba, Shoto sabía que ese día no podría evadir la marea de emociones que lo invadía. Al fin y al cabo, las heridas no solo estaban en su piel; algo mucho más profundo estaba agrietándose dentro de él.
⋆ ⋆ ⋆
Shoto observó a Midoriya pedir permiso para salir al baño y lo siguió con la mirada hasta que desapareció por la puerta. Apenas se fue, Shoto volvió a mirar hacia el pizarrón, intentando concentrarse y copiar las anotaciones rápidamente para distraerse. Sin embargo, las letras se le mezclaban en la mente; no lograba enfocarse en lo que estaba escribiendo, como si las palabras fueran manchas confusas en la pizarra y no tuvieran sentido alguno.
De repente, la voz de la profesora lo sacó de su ensimismamiento— Todoroki, ¿te encuentras bien? Estás distraído.
Él levantó la mirada, encontrándose con el rostro de la profesora que lo miraba con una lástima al notar los moretones en su rostro. Shoto desvió la vista un instante, tratando de ocultar su incomodidad. No le gustaba ser el centro de atención, y menos ahora que todos parecían analizar cada marca en su cara, cada gesto.

ESTÁS LEYENDO
Unbroken/ SeroRoki
Teen Fiction"Mírate. Mira lo increíble que eres (...) Quiero que veas lo que yo veo" Sero y Natsuo son amigos desde hace años; comparten confianzas, risas y sueños. Pero, a Sero le resulta imposible no sentirse cautivado por el hermano menor de Natsuo, Shoto To...