Capítulo 4

4 1 0
                                    

Izuku parecía flotar en un lecho de flores, llevándolo a creer estar en un sueño pues su relación iba de maravilla, mucho mejor de lo que pudo haber imaginado. Katsuki era increíble en todos los sentidos, siempre llenándolo de mimos, siempre tan atento y detallista que no sabía por cuánto tiempo iba a disimular su felicidad frente a los ojos de su pequeño hermano. Cómo en esa mañana, en la que su sonrisa era tan radiante que Jiro comenzó a burlarse de él durante el desayuno.

—Basta Jiro, y date prisa o llegaremos tarde a la escuela.

—¿Entonces no me dirás por qué sonríes tanto? Yo quiero saber.

—Te lo diría si dejaras de burlarte.

El menor, cerró sus labios y figuró cerrar la misma como si fuese un cierre, apoyando sus brazos sobre la mesa y comenzando a hacerle ojitos a su hermano, quien solo alborotó su cabello.

—¿Me dirás ahora?

—¿Qué quieres saber? — preguntó con gracia, colocándose de pie para retirar los platos sucios de la mesa.

—No es justo, yo quiero saber.

Izuku sonrió, colocando los trastes sobre el fregadero para regresar junto a su hermano, quien no dejaba de mirarle tan suplicante.

—Bueno, primero que nada, ¿qué pasaría si comienzo a salir con alguien? Ya sabes, ser pareja.

—¿Cómo papá y mamá? — Izuku asintió—. No lo sé, sería extraño, pero si eso te hace feliz pienso que está bien— dijo feliz, esbozando una gran sonrisa para su hermano mayor—. ¿Estás saliendo con alguien?

—Algo así.

—¿Lo puedo conocer?

—Todo a su tiempo, pero un día definitivamente lo traeré a casa, ahora, ve a lavarte los dientes porque es hora de ir a la escuela.

Chillando de emoción, Jiro se encaminó al baño para seguir la orden de su hermano, no sin antes cantar una canción infantil con la cual Izuku se sonrojo avergonzado.
Al llegar al colegio, Izuku ajustó la bufanda de su hermano, dándole un beso en la mejilla, pero antes de que el infante se marchará, este lo miró.

—Se me olvidó avisarte, el psi... psicólogo quiere verte a la entrada.

—¿Cómo se te pudo olvidar eso? — terminó suspirando —. Está bien, vamos.

En el momento en que ambos hermanos cruzaron el portón, el celular de Izuku comenzó a sonar. Era Katsuki, al que con pocas palabras canceló su desayuno de ese día, terminando por colgar la llamada con una palabra con la que no tardó en escuchar las pequeñas risas de su hermano.

—¿Era tu novio?

—Lo era.

—¿Viene a la escuela?

—Algo así...— Murmuró, mirando cada uno de los pasillos —. Ve a tu salón, más tarde te recogeré.

Con un asentimiento, el menor se marchó hacia otra dirección, mientras tanto él, fue a la oficina del psicólogo escolar, dónde para su mala fortuna no había nada bueno por escuchar.

—¿Por qué no me lo mencionaste antes? —regaño Izuku a Aizawa, pues fue a verlo después de hablar con el psicólogo —. Ahora resulta que mi pequeño hermanito me ha estado mintiendo.

—¿Y piensas que yo tampoco me daba cuenta? Simplemente no quería presionarlo y hacerlo sentir incómodo— respondió—. Escucha Izuku, la crianza de un niño no es fácil, y su situación será un proceso largo de superación, por esa razón deberás ser más comprensivo con él, pero también deberás fortalecer su comunicación como hermanos, darle la confianza que necesita para expresarte lo que siente.

Dayligth [Baku-Deku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora