Katsuki miro a Izuku que dormitaba junto a él sobre el sofá de la sala, mirando a los dos niños en el suelo que al igual que el peliverde mayor se habían quedado dormidos durante su noche de película. Con cuidado y precaución, se colocó de pie para tomar a Izuku en sus brazos al estilo princesa, sujetándolo con fuerza para dirigirse hacia su habitación; al colocarlo sobre la cama, también colocó junto a él su cojín maternal dónde podía dormir sin problema y descansar su barriga de ya cuatro meses. Una vez lo cubrió con la manta, regresó a la sala de estar, cubriendo a los niños para que pudieran dormir sin problema, apagando el televisor y apagando las luces para regresar con Izuku; colocando la alarma para poder despertar a tiempo a la mañana siguiente, después de todo sería su primer intento por saber el género de sus pequeños.
Acariciando esa linda barriga, sonrió al sentir de nuevo esos movimientos que hicieron quejar a Izuku, aquel al que terminó abrazando hasta quedar completamente dormido..
.
.—Nosotros también queremos ir — menciono con un puchero Jiro, cruzándose de brazos y frunciendo su entrecejo.
—En el hospital no permiten niños a menos que estén enfermos, ¿lo están? — le preguntó Izuku, viendo cómo ambos niños negaban con la cabeza—. Además, ustedes deben ir a la escuela, así que andando o se les hará tarde.
Refunfuñando, los dos menores bajaron de sus asientos al término de su desayuno, yendo con dirección al baño para poder lavarse los dientes. Katsuki, fue el encargado de levantar la mesa, dejando los trastes sucios sobre el fregadero y lavarlos antes de irse; al regresar al comedor, vio como Izuku sostenía su barriga y fruncía sus labios.
—Si así son ahora, no me quiero imaginar cuando sean más grandes— comentó al sentir la mirada del rubio sobre de él.
Acercándose a su lindo esposo, Katsuki se colocó atrás de su silla, agachándose un poco para tomar su vientre con ambas manos y masajear el pequeño bulto con movimientos suaves.
—No molesten a papá, y tampoco lo lastimen, ¿de acuerdo? — les ordenó.
Sonriendo por lo escuchado, Izuku levantó su cabeza para plantarle un beso al rubio en sus labios, moviendo sus labios e intensificando un poco este; deteniéndose en el momento en que la puerta principal fue tocada.
Gruñendo molesto al saber de quién se trataba; dirigiéndose a la puerta a regañadientes para abrirla mientras Izuku daba pequeños golpes sobre sus mejillas, comenzando con sus ejercicios de respiración para tranquilizarse ya que las hormonas no ayudaban en nada.—¿Están listos? — preguntó Mitsuki al entrar en la casa, chillando emocionada al ver la pancita de Izuku, acercándose a él para acariciarlo—. Te ves tan lindo cariño.
—Gracias— musitó con un tenue rubor en sus mejillas.
—Abuela— la llamo Kyo bajando en dos saltos los últimos escalones—. Diles que nos lleven, nosotros también queremos saber.
—Lo siento cariño, pero no permiten niños en el hospital— repitió Mitsuki lo antes dicho por Izuku, y Kyo solo bajo la mirada, realizando los mismos pucheros que Jiro momentos atrás.
—¿Estás listo Deku? — preguntó Katsuki, viendo cómo el peliverde iba al baño de la planta baja—. Espérenos en el auto— ordenó al resto.
De camino a la escuela los niños continuaron con sus intentos de convencerlos de llevarlos, pero solo basto con una advertencia de parte de Mitsuki para que se detuvieran, bajando del auto sin decir palabra alguna al respecto.
Cuando ellos llegaron al hospital y entraron al consultorio del médico, dieron inicio a su revisión y el intento de conocer al fin el género de los pequeños.
Tokoyami, volvió a mover el transductor por el vientre de Izuku, haciendo un poco de presión sobre su piel al momento de encontrar al primer bebé, buscando y buscando hasta distinguido a ambos sin confusión.—¿Y bien? — preguntó con ansias Mitsuki, misma que detuvo al médico cuando estaba por decirlo—. Mejor no lo diga, anótelo en un papelito, quiero ser la única en saberlo.
—¿Por qué solo tú? — le cuestiono su hijo confundido.
—Porque quiero que sea sorpresa para todos, al menos hasta la fiesta que planeo hacer.
El médico, sólo comenzó a reír, asintiendo con la cabeza al entender a lo que se refería la mujer, después de todo ese tipo de pedidos se había vuelto cotidiano escucharlo dentro de su consultorio; entregando un trozo de papel a Izuku para que comenzará a limpiarse el gel sobre su abdomen.
—Yo quiero saber— volvió a decir Katsuki, recibiendo un golpe por parte de su madre.
—Una revelación de género, me gusta la idea— comentó Izuku levantándose de la camilla con ayuda de su esposo.
—¿Qué? ¿Y de qué serviría eso? — volvió a preguntar sin entender, viendo cómo Tokoyami le entregaba un pequeño papel a su madre y está lo guardaba en su cartera.
—Kacchan, creo que es buena idea, déjalo así.
Rodando sus ojos en disgusto, terminó haciendo lo que se les pedía. Tokoyami por su parte, rio divertido por la reacción de desilusión del rubio, procediendo a dar su diagnóstico de ese día.
(...)
Globos amarillos por doquier, cigüeñas de helio, y un arco de flores blancas y globos amarillos junto a una mesa llena de postres.
Izuku vestía una linda camisa de maternidad blanca con un estampado de zapatitos de bebé color rosa y azul junto a pequeñas nubes; Katsuki, portaba una similar, pero de color negro, mientras que Kyo y Jiro llevaban puestas unas camisas que decían: «Tío de...» «Hermano mayor de...», y dos pequeñas bombas pintadas abajo.—¿Por qué no solo nos dicen y ya? — preguntó Kyo a Jiro y Suri.
—Siento que es más emocionante— murmuró la niña, mirando los panecillos que había sobre la mesa de dulces/postres.
Cuando noto la presencia de su padre, Kyo volvió a hacerle la misma pregunta: —Porqué tu abuela es una malvada bruja— respondió, haciendo reír a los pequeños infantes que lo escucharon.
En el momento en que los invitados terminaron de llegar la celebración inició, compartiendo y conviviendo con tranquilidad, dando cada uno su propia opinión sobre el género de los bebés.
Cuando la hora de dar a conocerlo llegó, todos se colocaron alrededor de la pareja; Katsuki estaba junto a Izuku, mientras Jiro y Kyo estaban frente a ellos sosteniendo el globo negro que Mitsuki les había encontrado al igual al que le había dado a su hijo.
Con un conteo regresivo entre todos, explotaron los globos con agujas al llegar a cero.Polvo y confeti de color rosa y azul salieron de ambos globos, llevándose el asombro y la ironía de todos.
—¿Niño y niña? — murmuró Izuku al borde las lágrimas al ver los pequeños papelitos caer frente a él.
Katsuki, comenzó a reír mientras se limpiaba el poco polvo que le cayó encima de él, abrazando a Izuku con fuerza mientras los dos infantes brincaban y gritaban con gusto.
—Serán niño y niña— dijo contra su oído, alejándose un poco del pequeño doncel para acunar su lindo rostro entre sus manos, plantando un beso en sus finos labios.
Escuchando las felicitaciones de todos que poco a poco se fueron acercando para ser parte de ese gran momento.
—Creo que debimos intuirlo por el relleno de los cupcakes— comentó Aizawa, mirando el interior del panecillo que estaba comiendo en ese momento: rosa y azul, esos eran los colores del relleno.
Shindo quien fue el encargado de hacer los postres y la segunda persona en conocer el género de los mellizos que su jefe esperaba, comenzó a reír por el comentario del mayor.
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Dayligth [Baku-Deku]
RomanceA pesar de ser los seres más hermosos y preciados en la humanidad, los donceles vienen acompañados de combos de desdichas. Pero dentro de los matices grises, suelen haber colores brillantes escondidos. Cómo Izuku, que se volvería el dorado brillante...