Los Casos de Selene Margó

Capítulo 10: El Manuscrito Inacabado de Afton Cruise

Se encontraban en una encrucijada, Andrew miraba a ambos lados por si alguien les seguía, estaba junto a Luna, quien esa mañana le había comentado a sus compañeros prefectos, en la pequeña comarca de Afton Cruise; en un edificio de aspecto desaliñado por fuera, que había recibido una carta que tenía al menos unos treinta años de antigüedad; pero para la sorpresa de la chica rubia de ojos color azul cielo solo Andrew parecía interesado en saber del contenido de esta, los demás la miraban con descentranza como si les resbalara su presencia.

— ¡Al menos podríais decirle algo!- Saltó Andrew al ver la pasividad de todos.

— No nos interesa nada de ella en estos momentos y a tí tampoco debería importarte.- Quejó Jessie que desenredaba su pelo y apoyaba sus zapatos de tacón sobre la mesa de la sala.- ¿No te habrás olvidado de lo que pasó con...?

— Claro que no lo he olvidado, sé que estuvimos a punto de morir, pero de no ser por Luna no lo habríamos resuelto.- Excusó Andrew mientras escuchaba a su compañera dar pasos atrás pues sus zapatillas deportivas chirriaban.- Gregory... ¿Dime que tú opinas igual?- Pero no respondió, eso hirió a Luna, quien corrió lejos sintiéndose repudiada por los compañeros con los que había compartido al menos tres años de crímenes resueltos.

Luna era una chica callada que apenas había compartido nada de su vida, una chica brillante, esa vez parecía que al fin iba a poder contar algo... o eso pensaba pues su último caso los había dividido a los cuatro para mal. Andre la alcanzó con el aliento faltante.

— ¡Vete! Solo te causaré problemas con ellos.- Exigió ella secándose una fugaz lágrima con su jersey.

— De eso nada, esta carta me intriga. Ese papel ya no se usa en el correo de ningún país pues en verdad tiene bastante tiempo. Eso no puedo dejarlo pasar.- Respondió él con el aliento aún restante pero sin retomarlo para nada en toda esa frase.- ¿Quién te lo ha enviado?

Pero Luna negó con la cabeza.- No tiene nombres, ni tampoco un remitente; quiero pensar que ha sido alguien que sabe quien soy.- Alzó una tímida sonrisa que deshizo al momento y también cubriendo su rostro con su pelo.- Pero... no puedo leerlo en Afton Cruise, no con ellos molestos conmigo.

— ¡Leamoslo ahora!- Dijo Andrew entusiasmado, antes de mirar que nadie los seguía y asintió a su compañera- ¡Adelante!

Cuando la abrieron, vieron un mapa sin nombres, con algunas indicaciones en una especie de lenguaje matemático, lenguaje que Luna era experta en leer pues ella fue prefecta en su año como estudiante de matemáticas, de lo poco que ella recordaba antes de su pérdida de memoria.

— ¡Ya sé a dónde tenemos que ir!- Dijo ella agarrando a Andrew de su muñeca y guiando su paso entre callejuelas momentáneamente parándose para recalcular si había hecho bien sus pasos y efectivamente los hizo, al rato se encontraron frente a una casa abandonada.- Es aquí.

— ¿Estás segura? Nadie ha vivido aquí en años y parecería que la casa podría caerse en cualquier momento.- Andrew observó ligeramente la casa, se la conocía como la polvareda, debido a su gran cantidad de polvo y además por el riesgo de derrumbe que tiene; el cartel que indicaba esto estuvo colgado en esa casa por años. Cartel que Luna tiró al suelo para poder pasar por la puerta principal, Andrew la siguió para no quedarse atrás.

La casa no era apta para prácticamente nadie, se podían ver hormigas trepando por las paredes, telarañas con sus respectivas tejedoras dándose un festín de insectos, con la cantidad de polvo que había en el ambiente se podría hacer una pelea de bolas de polvo, el misterio era el motivo por el que aún seguía en pie.

— Busca algo inusual, lo que sea.- Dijo ella poniéndose a buscar en cajones sin pausa, dejando que incluso algunos de esos insectos se le posaran encima, Andrew dio una vuelta y se detuvo en una estantería.