Los Casos de Selene Margó

Capítulo 6: El Silencio Devora Londres

No podía creer lo que sostenía en mis manos, una primera edición de Los Prefectos de Afton Cruise, mi madre compraba segundas ediciones pues las primeras siempre se vendían por bastante más de lo que nos gustaría haber pagado por un libro, pero era una saga que merecía toda mi atención; esa noche casi no dormí por la emoción, así que me leí el primer capítulo del primer libro, donde todos se conocían por primera vez, era como volver a tener a tener quince años salvo por pequeños detalles de cuando entonces era solo un adolescente; en ese momento, Andrew, era el personaje que más me gustaba; el forense del grupo pues era muy avispado con las pequeñas marcas de los huesos o la piel, decidí que quería ser como el.

A la mañana siguiente, amanecí con el libro en brazos, cerrado, había dormido toda la noche con este como si de un peluche se tratara, un poco vergonzoso, pero mereció la pena volver a leerlo; cuando bajé por las escaleras, Selene estaba sentada en la entrada poniéndose sus zapatos deslizando su talón dentro de este que no oponía resistencia debido al material de la prenda de ropa que ha usado todos los días desde que llegué.

— Al fin despierta, ya he llamado al inspector Brady.- Me comunicó ella ajustándose un poco el material de las medias que se había arrugado.- Nos va a recibir en Scotland Yard, dice que tiene que recoger algo de allí y que era mejor que nos viéramos allí.

— Entiendo, dejo esto primero y salimos ya.- Mencioné dejando el libro en la estantería y luego nos dirigimos a Scotland Yard.- ¿Cree que podremos atraparlo esta noche?

— No busco atraparlo Sr. Black, ahora mismo no dispongo de pruebas suficientes como para incriminarlo.- Me dejó claro.- Aún habiendo admitido que lo cometió no puedo simplemente presentarlo sin una prueba sólida, esto no es como la ficción en la que todas las especulaciones pueden llegar a que atrapemos a un criminal.

— ¿Cuál es su plan entonces?

Ella sonrió ampliamente. — Descubrir su juego, encontrar el más mínimo e insignificante detalle que lo incrimine.

El fin de semana y más un domingo, se sentía muy diferente en la sede, de lunes a viernes podías ver a inspectores ir y venir como locos de un lado a otro, compartiendo rosquillas y contestando llamadas de teléfono; por lo general ellos cierran los lunes pero esta vez cerraron el domingo por un motivo que no nos contaron. Con respecto a los días de diario, el lugar parecía una tumba pues no se escuchaba ni un alma, o casi, pues el inspector no es la persona más silenciosa que conocíamos Selene o yo. Lo encontramos revolviendo un montón de papeles, parecía que sudaba la gota fría y luego nos vio a ambos.

— ¡Selene, Toby, me alegro de veros!- Dijo, pero aún tenía esas gotas de sudor en la frente.- Selene, te voy a robar a Toby un rato. ¿Te importa ir preparando la pizarra blanca con tus pistas?

— A ello voy, tardo poco.- Respondió ella serenamente.

Entonces, el inspector me llevó a otra sala y cerró la puerta, entonces como si lo que fuera a decirme fuera a misa, me tomó del hombro y me bajó la cabeza a su altura.

— Toby, cuando Selene me llamó dijo que habían robado de la casa de Roman Kingsley unos libros de Pierre Morga.- Asentí a su afirmación, luego parecía que esa gota fría que tenía se volvía aún más intensa.- Esto no me gusta, Toby ella no tiene ni idea de lo que está pasando aquí.

— ¿Insinúa que está en peligro por un libro de un autor francés?

Y ahí levantó el índice.— ¿Recuerdas los nombres de los protagonistas?

— Claro que los recuerdo, son: Andrew Spampton, Gregory Wunderstar, Jessie Thompson y... y...- Brady esperaba a que recordara al cuarto miembro del grupo.- Luna... espere un momento... Luna era...