C.009

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Capítulo nueve:

¡Los guías guardianes despiertan! ¡Las verdades ocultas!

El sol se ponía sobre Konoha, tiñendo el cielo con tonos anaranjados y violetas

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El sol se ponía sobre Konoha, tiñendo el cielo con tonos anaranjados y violetas.  Las tres niñas, Izumi, Hiromi y Yukimi, se encontraban en la casa de Yukimi.  Las paredes blancas de dos pisos, con su fachada de mármol, contrastaban con el cielo crepuscular.  La casa,  aunque modesta, era acogedora y cómoda.

La semana había pasado en un torbellino de emociones, de descubrimientos y de un misterio que se profundizaba con cada hora que pasaba.  Sus padres, los líderes de los clanes Shizuka y Akaishi,  no sospechan nada sobre las verdaderas identidades de sus hijas.  Ellos solo veían a sus hijas como niñas normales, aunque un poco más entusiastas y curiosas que otras.

—Las dejaré a su cuidado, Yukimi.  Por favor, asegúrate de que estén seguras y de que no se metan en problemas —había dicho el padre de Izumi, el líder del clan Shizuka, con un gesto preocupado.

—Claro que sí, señor Shizuka. No se preocupe, estarán bien conmigo —había respondido Yukimi con una sonrisa leve que apenas rozó sus labios.

Su corazón, congelado desde hacía días, no  podía sentir emociones como la felicidad.  Sin embargo,  sabía que era su responsabilidad cuidar de sus amigas.

Los padres se habían marchado con una sensación de alivio, sin sospechar que, en ese mismo momento, sus hijas se estaban preparando para partir hacia Yumehana.

Hiromi,  con su collar de plata en forma de guitarra mágica,  sonrió con picardía.   Izumi, con el collar de plata que contenía su flauta mágica,  se giró hacia Yukimi.

—Lista? —preguntó Hiromi,  con una sonrisa traviesa.

Yukimi asintió con la cabeza. Su collar,  con forma de violín de plata,  brillaba con una luz tenue.  Su corazón  se mantuvo congelado, pero sintió una fuerza desconocida que la empujaba a seguir adelante.

Al mismo tiempo,  cada una de las chicas sintió una fuerza desconocida que las envolvía.  Una fuerza que las elevaba,  las hacía sentir ligeras como plumas.  El mundo a su alrededor se distorsionó,  como si se viera a través de un espejo mágico.  En un instante,  desaparecieron de la casa de Yukimi.

Las tres amigas se encontraron en un lugar diferente.  El ambiente fresco y húmedo del bosque de Konoha se había transformado en una atmósfera mágica,  llena de aromas a flores desconocidas y sonidos de aves que cantaban melodías extrañas.  El bosque,  con su verdor brillante y sus árboles milenarios,  parecía  ser un portal hacia un mundo  mágico.

La mansión,  un palacio de piedra antigua,  se erguía delante de ellas,  con una belleza imponente.  Las paredes de la mansión parecían estar esculpidas por la propia naturaleza,  adornadas con  plantas mágicas que brillaban con una luz tenue.

𝑲𝒊𝒃𝒐̄ 𝒏𝒐 𝒔𝒉𝒊𝒕𝒂𝒖 |𝓢𝓪𝓫𝓪𝓴𝓾 𝓷𝓸 𝓰𝓪𝓪𝓻𝓪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora