006. Quiero protegerte

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Asheville | 13 de Junio── Sophie Williams

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Asheville | 13 de Junio
── Sophie Williams.

El sonido de la alarma retumbó en mi habitación, arrancándome de un sueño inquietante. Abrí los ojos lentamente mientras el recuerdo de la noche anterior me golpeaba como una ola: el beso, la cercanía de Bill, y el miedo constante que me envolvía. Mi acosador aún estaba ahí, en las sombras, esperando, acechando. Y ahora, por si no fuera suficiente, tenía que lidiar con lo que había pasado entre mi profesor y yo.

Me levanté despacio, mis movimientos eran automáticos mientras me preparaba para la escuela. No estaba segura de si era la mejor decisión, pero no podía seguir evitando la realidad. Quedarme en casa solo alimentaba mi paranoia, y al final, mi madre ya empezaba a hacer preguntas incómodas. Ir a la escuela significaba enfrentarme a Bill. Y también, enfrentarme a lo que sentía por él y a lo que había pasado.

Con una mezcla de ansiedad y determinación, salí de casa. El aire fresco de la mañana no hizo mucho por calmar mis nervios, y el camino a la escuela me pareció más largo de lo habitual. Cada paso se sentía pesado, como si cargara una enorme carga emocional que no sabía cómo soltar.

Al llegar, Damien se acercó con una gran sonrisa y un cupcake en la mano.

— ¡Qué bueno que estás de vuelta! — exclamó, extendiéndome el cupcake — Ya me habías preocupado.

Le devolví la sonrisa, sintiendo una mezcla de alivio y vergüenza.

— Gracias, Damien. En serio, lo necesitaba — dije, tomando el cupcake.

— Tenemos que hacer un trabajo en equipo de física sobre electromagnetismo, y te agregué a mi equipo — agregó, guiñándome un ojo — Sabía que teníamos que trabajar juntos.

— En serio, muchas gracias, Dam. Te lo agradezco muchísimo.

Él sonrió y se encogió de hombros.

— No hay de qué, bonita. De hecho, después de la escuela iremos a mi casa a avanzar en el trabajo; Cassandra, Dayana, Jackson, tú y yo.

Volteé a ver a las chicas, que me saludaron con entusiasmo. Les devolví el saludo.

— Sí, solo le avisaré a mi mamá.

— ¡Oh sí, claro, la suegra de Damien! — bromeó Jackson.

Negué riendo, aunque sentí mis mejillas arder. Damien solo le dio un codazo, riendo también.

Después de eso, los chicos se fueron a sentarse con el resto del equipo. Yo no tenía ánimos de estar allí, así que fui a la cafetería en busca de un jugo y un sándwich.

— ¡Hey! Pensé que te había tragado la tierra — dijo Olivia, sonriendo — ¿Solo eso vas a comer?

Asentí, y ella hizo una mueca.

— Acabas de salir de una gripe y solo eso vas a comer... muy mal — Se volteó, y aproveché para escapar en silencio.

La escuché llamarme, pero realmente no tenía un gran apetito. Con el sándwich, el cupcake de Damien y el jugo era suficiente. Estaba en camino a mi casillero cuando sentí a alguien detrás de mí.

— Tenemos que hablar — escuché la voz inconfundible de Bill, y un escalofrío recorrió mi cuerpo.

Me giré para encontrarme con su mirada seria.

— Sí, pero aquí no es el lugar — respondí, mi voz apenas un susurro, consciente de que estábamos en el pasillo de la escuela.

Él asintió y señaló un aula vacía al final del pasillo. Entramos, y sentí el corazón latiendo con fuerza en mi pecho, esperando sus palabras.

Bill me miró en silencio por unos segundos, sus ojos llenos de una mezcla de preocupación y algo más que no lograba descifrar.

— Sophie... lo que pasó anoche — comenzó, su voz suave, casi temblorosa — no fue un error. Al menos para mí no lo fue.

Tragué saliva, sin saber qué responder. Mi corazón latía a mil por hora, y sentía una mezcla de miedo y emoción que me desbordaba.

— Bill, yo... no sé qué pensar. Todo esto me asusta... — susurré, sintiendo mis ojos llenarse de lágrimas.

Él se acercó un poco más, manteniendo su mirada fija en la mía.

— Sophie, sé que es complicado, pero... quiero protegerte, estar cerca de ti — murmuró, sus palabras me envolvieron como una promesa — Quiero que estés bien, sin miedo.

— Pero... esto es peligroso, Bill. No puedo dejar de pensar en que podría pasar algo — murmuré, y las lágrimas empezaron a correr por mis mejillas.

Él me tomó de los hombros, acercándome a él, y me limpió las lágrimas con sus dedos.

— Sophie, no voy a dejar que nadie te haga daño — dijo, sus palabras firmes y llenas de determinación — No estás sola en esto.

Sus palabras me desarmaron completamente. Miré sus ojos, esos mismos ojos que me hacían sentir segura y perdida a la vez, y no pude evitarlo. Sin pensarlo, me acerqué más a él, y nuestros labios se encontraron en un beso. Esta vez fue más suave, más profundo. Sentía sus manos en mi rostro, sosteniéndome, mientras su beso me hacía olvidar todos mis miedos y preocupaciones.

Nos separamos solo un momento, y me miró intensamente.

— No quiero que vuelvas a sentir miedo, Sophie — dijo en voz baja — Prométeme que me dejarás ayudarte.

Asentí lentamente, sin poder encontrar palabras. Nos quedamos así, mirándonos en silencio, hasta que el sonido de pasos en el pasillo nos hizo reaccionar. Me alejé de él rápidamente, sintiendo que el calor subía a mis mejillas.

A la salida de clases, Damien me esperaba afuera, sonriéndome y señalando hacia donde estaban el resto del equipo.

— Ahí están Cassandra, Dayana y Jackson. Vamos, bonita, ¡es hora de que nos pongamos a trabajar!

Sonreí, aunque mi corazón aún latía fuerte. Sin decir nada más, Damien me sujetó la mano y me guiñó un ojo.

— Me alegra que estés de vuelta, ¿lo sabías? — dijo suavemente, mientras sus dedos entrelazaban los míos.

El gesto me hizo sentir una mezcla de calidez y nerviosismo. Sentí un leve rubor en mis mejillas, pero no pude evitar que algo de incomodidad se colara entre mis pensamientos. Después de todo, los sentimientos de Damien hacia mí siempre habían sido evidentes, y ahora, tras lo ocurrido con Bill, todo se sentía extraño y confuso.

Intenté apartar la incomodidad y sonreí.

— Yo también me alegra estar de vuelta, Damien.

Mientras caminábamos hacia el grupo, sentía la calidez de su mano en la mía, recordándome que, aunque mi mundo estaba patas arriba, no estaba sola.

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Lean Young and Beautiful de Lorenzo Zurzolo 🗣️!! JAJAJAJAJA

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