Forbidden Obsession ── Bill Skarsgård

007. Sombras

Asheville | 13 de Junio
── Sophie Williams.

La tarde en casa de Damien fue ligera y amena, todos se esforzaban en el proyecto, pero las bromas y risas se colaban constantemente. Mientras Cassandra se concentraba en los apuntes, Jackson comenzó a hablar de la feria.

— Oigan, ya que estamos todos aquí, ¿qué les parece si después del trabajo vamos a la feria en el centro? — sugirió Jackson con entusiasmo.

— ¡Suena increíble! — dijo Dayana emocionada, imaginando los juegos y luces.

Jackson se cruzó de brazos, sonriendo con un toque travieso.

— Y ya que estamos, hacemos los equipos de parejas: yo iré con Dayana, Sophie va con Damien… y Cassandra, te encontramos a alguien. ¡No te preocupes, ya tengo en mente a un amigo!

Cassandra soltó una risita y yo sonreí, pero cuando Damien, sentado a mi lado, me miró con una expresión cómplice, sentí mis mejillas arder. Como siempre, él me dedicó una sonrisa amistosa, pero ahora no pude evitar sentir un ligero nerviosismo.

— Bueno, bonita, me alegra que estés de vuelta. Pensé que te había tragado la tierra — dijo Damien suavemente, dándome un leve empujón amistoso.

— Ya sabes, cosas de la vida — respondí, tratando de sonar relajada, aunque me sentía un poco incómoda con todo lo que había pasado en la escuela.

— Me alegra que estés bien — comentó, y luego bajó la mirada antes de añadir en voz baja —. Me preocupaba que algo te hubiera pasado.

— Gracias, Damien — respondí, sonriendo para tranquilizarlo. Sin embargo, cuando él me tomó la mano con un suave apretón, una mezcla de nervios y confusión me recorrió. Pensar en lo que había pasado con mi profesor, y saber que Damien tenía sentimientos por mí, me dejaba un poco incómoda.

Habíamos terminado parte del trabajo, todos ayudabamos a guardar, y en un momento quedamos solas Cassandra y yo en la cocina mientras lavamos y guardamos los trastes.

— Sophie… sé que esto es un poco raro, pero… — comenzó, mirándome con timidez — ¿Hay algo entre tú y Damien?

Solté una pequeña risa, intentando aligerar el ambiente — No, Cass. Damien y yo solo somos buenos amigos, de verdad.

Sus ojos parecieron iluminarse de alivio.

— Entonces… ¿no verías mal si intentara algo con él? Es que me parece un chico muy lindo, y... no sé, siento que hay buena química.

— No veo nada de malo en eso, Cass — le dije, sonriendo con sinceridad — Si sientes que quieres intentarlo, hazlo. Además, no pierdes nada.

Cassandra me abrazó emocionada.

— ¡Gracias, Sophie! Sabía que podía contar contigo.

— ¡De nada! — le respondí —. De hecho, puedo decir que iré a la feria pero a último momento cancelar, para que ustedes puedan estar juntos.

Cassie me dio otro abrazo, agradecida y emocionada. Al caer la noche, Damien y Jackson nos acompañaron a casa. Cuando llegué a la mía, ya estaba mentalizada de que estaría sola: mi madre me había mandado un mensaje avisándome que saldría hasta tarde, y mi hermana también tenía planes.

Antes de entrar, Damien se despidió de mí.

— Bueno, bonita, ya sabes, cualquier cosa aquí estamos, ¿sí? — me dijo con una sonrisa.

— Claro, Damien, y gracias por todo — le respondí, agradecida. Noté que me sujetó la mano un instante más, mirándome con ternura.

— Me gusta verte sonreír, Sophie — dijo suavemente, y luego, con un suspiro, me soltó la mano y se despidió con una leve inclinación de cabeza.