POV: Ellen
*Trot trot trot
*Temblar
No podía dejar de temblar, ni siquiera mientras sostenía a mi compañera de vida, mi amada y esponjosa cola.
*Mirada fija
"¡Hip!" Ese monstruo femenino me observaba fijamente desde que subimos a este ostentoso carruaje.
Cerré los ojos y traté de pensar.
(¿Qué demonios pasó? ¿Es esta realmente la vida que recuerdo o... ¿reencarné?), no encontraba explicación para el hecho de que esta mujer me hubiera comprado en lugar de ese gordo bastardo.
De hecho, ni siquiera recordaba haber pisado el Reino Celestia anteriormente.
*Trot trot trot
El tiempo pasó mientras mantenía los ojos cerrados, intentando indagar en mi mente qué estaba sucediendo.
*Trot trot tro-
Fue entonces cuando el carruaje se detuvo.
"Hemos llegado, bájate", dijo el monstruo femenino mientras se levantaba de su asiento y salía.
La seguí, obviamente.
Y lo que me esperaba era...
(No es tan grande como esperaba).
Una casa grande, aunque no una mansión como las que los nobles suelen tener. Aun así, había cosas curiosas, como baldosas de excelente calidad y un arreglo de rosas rojas bien cuidado.
La fachada, curiosamente, estaba pintada en tonos oscuros, algo raro de ver en Celestia.
*Pasos pasos
Al monstruo femenino no le importó mi estado y continuó avanzando, con el sonido de sus botas instándome indirectamente a seguirla.
*Toc toc
*Abrir puerta
"Bienvenida, mi señora", nos recibió en la puerta una sirvienta de mediana edad, de ojos y cabello marrón oscuro.
"¿Está todo listo? Traje a mi elegida", dijo el monstruo, señalándome.
(¿Elegida? ¿Yo?), no pude evitar preguntarme a qué demonios se refería, pero el miedo aún presente me impidió decir una palabra.
"Todo está listo, mi señora, solo faltan sus órdenes", respondió la sirvienta, indicándonos que entráramos a la casa.
"Bien, entra y siéntate en el sofá de inmediato", ordenó el monstruo, dirigiéndose a mí.
*Palmada en la espalda
"¡Hip!", el monstruo me dio un golpecito en la espalda, apresurándome y asustándome. Con la cabeza gacha, entré en la casa, buscando rápidamente el sofá.
Lo único que pude hacer fue sentarme en el sofá y aferrar mi esponjosa cola, con la esperanza de calmar mi miedo instintivo.
No podía pensar claramente ni observar en detalle el interior de la casa; lo único que noté fue un aroma dulce, proveniente de una vela de ambientador.
Pasos pasos
Sentarse bruscamente
"Muy bien, pequeña zorrita, tu pequeña, miserable y triste vida va a tomar un buen rumbo si sigues mis tres órdenes", dijo el monstruo después de sentarse en el sofá.
ESTÁS LEYENDO
Aerial Chronicles: ¡Soy el maldito villano!
Fantasy¿Qué harías si te convirtieras en el malo de tu videojuego favorito? Eso es lo que le sucede a nuestro protagonista, un jugador hábil y despiadado que se hace llamar "Spectre". Su pasión es el juego de realidad virtual Aerial Chronicles, donde domin...