El reino Celestia aguantó bastante, pero no pudo escapar de su final.
Incluso si hubiera hecho algo abominable con mi hija, no habría suficiente tiempo y sangre para forjar armas con Corrosión Santa.
Desde ese momento ideé un último plan para mi país, más específicamente para los sobrevivientes que migraron a tiempo:
Una matriz de hechizo que solo yo podía activar.
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Los ciudadanos estaban eufóricos cuando fueron convocados a la gran plaza frente al castillo real. Esto se debía a que la reina les prometió que tenía una solución para enfrentar a las criaturas que los atormentaban, pero necesitaba su ayuda.
Llegaron con muchas esperanzas, ya que solo se les pidió llevar una sábana para asistir al gran evento de la reina. Todos, desde los más nobles, con sábanas decoradas con sedas finas e incluso oro y joyas, hasta los más humildes, con sábanas cosidas a mano con amor y esmero de una madre, se reunieron en la plaza.
Cada familia se acomodó junta, cómodamente con sus hijos, y solo tenían que permanecer tranquilos y esperar a que la reina iniciara su plan para salvar sus vidas.
Solo había una regla: si alguien se dormía, no debían interrumpirlo, ya que eso podría obstaculizar los planes de la reina.
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"Es hora, su majestad", dijo una joven sirvienta, indicando que era el momento de comenzar con el hechizo.
"Bien", contesté levantándome del trono y dirigiéndome a la plaza con una hermosa arpa de cristal en mis manos.
Había mucha gente, desde niños hasta ancianos, todos con la esperanza de que yo tuviera una solución. Su fe no era exagerada, ya que no en vano, Celestia fue la última nación en ser invadida por estas criaturas a las cuales mi hija bautizó como "Zergs".
Un nombre bastante interesante, digno de la imaginación de una de las últimas sobrevivientes que quedan de la generación dorada. Aunque también escuché otros nombres curiosos como "Extraterrestres" o "Alien", pensé que el nombre que le dio mi hija encajaba más, ya que les daba una identidad propia.
"Ciudadanos, los he reunido aquí porque necesito su ayuda. La diosa Celestia me prometió, a mí, su descendiente, que nos daría una solución, pero para eso necesitamos el poder de sus familias."
Y así, comencé un gran discurso conmovedor. Debo admitir que tengo mucho talento en la actuación, ya que muchos de mis ciudadanos brotaron lágrimas de felicidad.
Terminado el discurso, me senté frente a ellos y empecé a tocar el arpa.
𝄞 ♪ ♬ ♩
Comencé con un ritmo triste...
Este tono silenció el ambiente.
Muchos comenzaron a recordar a sus familiares y amigos caídos, algunos llenos de culpa, algunos llenos de arrepentimiento, otros llenos de odio.
♬ ♪ ♪
A medida que mi canción progresaba, el ritmo evolucionó a uno más tranquilo, llenando el ambiente.
El ritmo consoló a algunos, que de inmediato derramaron lágrimas, y como era de esperarse, algunos niños empezaron a estar somnolientos.
"Shhh, mi niño, la reina dijo que está bien si te duermes", dijo una joven madre, mientras tenía a su único hijo en sus brazos.
No se veía a su padre por ningún lado...
El niño asintió y se acomodó lo más posible en el seno de su madre, cerrando sus tiernos e inocentes ojos con una sonrisa feliz.
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Aerial Chronicles: ¡Soy el maldito villano!
Fantasy¿Qué harías si te convirtieras en el malo de tu videojuego favorito? Eso es lo que le sucede a nuestro protagonista, un jugador hábil y despiadado que se hace llamar "Spectre". Su pasión es el juego de realidad virtual Aerial Chronicles, donde domin...